Muchos empleados jóvenes se sienten frustrados cuando sus primeros trabajos los colocan en puestos de la parte inferior del organigrama donde no tienen poder alguno después de años de liderazgo en la escuela, lo que hace que algunos dejen esos puestos mucho antes de lo que les gustaría a los empleadores.

¿Cómo obtienes poder cuando no lo tienes?

Cada vez más empleadores están abriendo nuevas rutas al liderazgo al alentar a los empleados a desarrollar esferas de influencia que no tienen nada que ver con el organigrama.

Este poder informal es cada vez más importante --y valorado-- en las organizaciones más planas de la actualidad, donde más empleos confieren la responsabilidad del desempeño de sus compañeros de equipo sin la formal autoridad de dar órdenes o prodigar recompensas o castigos, dijo la asesora corporativa Dana Brownlee, de Atlanta.

Comportamientos específicos pueden predecir el poder informal, y muchos de ellos se pueden aprender, dijo ella. Trabajar en red a través de los departamentos, obtener experiencia en nuevas áreas y cultivar el carisma son todas maneras de obtener poder y convertirlo en la persona a la que recurran sus colegas.

Las personas que crean redes sólidas hacen muchas preguntas a sus colegas, muestran respeto por los roles y logros de sus compañeros de trabajo, y buscan oportunidades para ayudar en los proyectos que los entusiasman, de acuerdo con un estudio de 2017 con 20 empleadores y 160 gerentes coescrito por Robert Cross, profesor de liderazgo global en Babson College de Massachusetts. “Estas personas generan entusiasmo en las redes que los rodean”, lo que hace que los colegas sean más propensos a ofrecerles nuevas oportunidades, dijo el Dr. Cross, que dirige un consorcio de 70 empleadores que estudian la colaboración. “Los llamo energizantes”.

Muchas personas asumen erróneamente que jactarse de los logros pasados ​​hará que los colegas en un nuevo trabajo quieran trabajar con ellos. De hecho, hablar de su historial pasado es “casi un punto muerto para la credibilidad” porque fomenta desconfianza, sugiriendo que a usted le importa más promocionarse que sincronizarse con sus nuevos colegas y sus necesidades, dijo el estudio.

Ayudarles a sus compañeros de trabajo no es visto habitualmente como un camino hacia el poder. Pero puede motivar a otros a tomarlo como ejemplo a seguir: un tipo valioso de poder informal, basado en la investigación en ciencias sociales, dijo Brownlee.

Los empleadores también valoran cada vez más este tipo de influencia. Los empleados con redes internas fuertes tienden a ser de alto rendimiento, de acuerdo con un estudio de 2016 publicado en Harvard Business Review.

Más empresas están capacitando a los empleados para establecer redes de contactos, presentándolo como una habilidad utilizada por compañeros de trabajo exitosos. Workday, una compañía de programación en nube de Pleasanton, California, realiza un taller de un día en el que los nuevos empleados aprenden a construir redes internas útiles.

Booz Allen Hamilton Holding, un contratista gubernamental de McLean, Virginia, alienta a los nuevos empleados a reunirse con colegas recomendados por sus supervisores y explorar las formas de trabajar juntos, dijo David Sylvester, director de aprendizaje y desarrollo global.

Limeade, una empresa especializada en relaciones laborales de Bellevue, Washington, alienta a los empleados a crear “grupos de afinidad” basados ​​en intereses comunes, como el golf o el ciclismo, dijo el director ejecutivo Henry Albrecht. Él cree que los empleados que inician estos grupos tienden a estar entre los que tienen el mayor potencial.

Otra ruta hacia el poder informal es adquirir la experiencia necesaria en un área emergente, como ayudar a otros a usar el nuevo programa de presentación, dijo. Brownlee.

Jay Bower, presidente de Crossbow Group, una firma de servicios de mercadotecnia de Westport, Connecticut, aconseja a los nuevos empleados a buscar activamente esas oportunidades. “Busque lo que nadie sabe hacer o quiere hacer, salte con los dos pies y haga lo que sea necesario para resolver el problema”, dijo.

Contrario a la creencia popular, el carisma también es una cualidad que se puede aprender, dijo Ora Shtull, asesora ejecutiva de la ciudad de Nueva York. “Lo que significa ser la mejor versión de nosotros mismos para las personas que nos rodean”, y hacer un esfuerzo constante por mostrar un auténtico interés por los demás.

Loan Mansy, una ingeniera química con sede en Philadelphia y cliente de Shtull, comenzó su carrera como supervisora ​​de producción pensando que tenía que demostrar su valía al afirmar sus puntos de vista. “Todo se trataba de mí y de lo que pensaba”, dijo. A medida que obtuvo experiencia y trabajó con Shtull, Mansy se dio cuenta que es más importante enfocarse en los demás, hacer preguntas, escuchar atentamente y mostrar calidez y empatía, añadió.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

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Fecha de publicación: 22/03/2018