Para dos residentes del área de Atlanta que mostraron síntomas de sufrir un accidente cerebrovascular grave el otoño pasado, los minutos fueron de suma importancia. El tratamiento correcto realizado rápidamente puede ayudar a prevenir el daño cerebral.

Una ambulancia llevó rápidamente a un hombre de 74 años a un hospital cercano que no era una institución capaz de ofrecer el procedimiento más avanzado. Llegó el 30 de octubre a las 9:30 a.m. sintiendo debilidad en el costado derecho y era incapaz de hablar.

Esos síntomas debieron haber sido suficientes como para que el personal lo transfiriera inmediatamente a Grady Memorial Hospital, dijo Raúl G. Nogueira, jefe de terapia endovascular de Grady, que lo trató y relató el caso. Grady puede realizar un procedimiento llamado “trombectomía” que está ganando adeptos debido a su capacidad para evitar al daño cerebral en muchos pacientes.

En cambio, dicho hombre fue objeto de dos tomografías. Para cuando un helicóptero lo transfirió a Grady alrededor de las 2 p.m., un “buen resultado fue casi imposible”, dijo el Dr. Nogueira. Se espera que el paciente “tenga discapacidades severas de por vida y que no pueda cuidarse por sí solo”.

El 1 de noviembre, una mujer de 77 años fue descubierta en el piso de su habitación con síntomas similares a las 9:30 a.m. Llegó en ambulancia directamente al Grady y fue sometida a una trombectomía alrededor del mediodía, dijo el Dr. Nogueira, y ya está “de vuelta a la normalidad”.

La trombectomía está empezando a transformar el tratamiento del accidente cerebrovascular, también conocido como embolia. Utilizándolo, un médico extrae los coágulos del cerebro.

Los especialistas en embolias concluyeron en febrero de 2016 en la revista médica The Lancet que los estudios sobre las embolias de 2015 mostraron que 38 de cada 100 pacientes tratados con trombectomía “tendrán un resultado menos discapacitante” que con el tratamiento estándar, y que “20 más alcanzarán la independencia funcional”.

El procedimiento, dijo el Dr. Donald F. Frei, un especialista en accidentes cerebrovasculares del área de Denver, “tiene el mismo efecto transformador en el tratamiento del accidente cerebrovascular que la penicilina para las infecciones”.

Las experiencias contrastantes entre pacientes, como las dos del área de Atlanta, muestran qué tan lejos está el sistema de salud de Estados Unidos para convertir la práctica de la trombectomía en un tratamiento estándar desde que éste obtuvo gran credibilidad a partir de los grandes ensayos clínicos efectuados en 2014 y 2015 que validaron su eficacia.

Una víctima de un accidente cerebrovascular grave debe someterse a una trombectomía antes de que aparezca el daño cerebral. Por cada minuto que se bloquea el flujo sanguíneo, de acuerdo con muchos cálculos, mueren dos millones de neuronas, las células que conforman la masa encefálica.

A menudo, los protocolos de los paramédicos de las ambulancias no especifican conducir a un paciente que sufre un accidente cerebrovascular severo directamente a un hospital que efectúe trombectomías, dijeron muchos especialistas en derrames cerebrales, por lo que un paciente a menudo llega primero en un hospital que no puede realizar el procedimiento.

En esos hospitales, de acuerdo con algunos estudios médicos, a menudo hay demoras para que los pacientes que requieren dicho tratamiento lleguen al hospital adecuado. Además, muchos pacientes con accidentes cerebrovasculares severos no se benefician del tratamiento convencional con medicamentos, dijeron muchos especialistas en accidentes cerebrovasculares.

Una trombectomía no es una opción factible en muchas regiones. Muchos hospitales no la ofrecen, porque es difícil formar equipos de trombectomía con médicos especialistas y asistentes que puedan estar disponibles las 24 horas para obtener la respuesta rápida que necesitan los pacientes.

El procedimiento es lo suficientemente nuevo como para que no haya suficientes especialistas que contratar, y los médicos a menudo deben pasar años aprendiendo en los hospitales.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

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Fecha de publicación: 01/03/2018