3 de may. (Sentido Común) -- Algunos de los empresarios más acaudalados en México levantaron la voz en una clara expresión de molestia contra Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial por la coalición Juntos Haremos Historia, por las acusaciones que hizo contra ellos sobre una supuesta campaña para bloquear su triunfo.

     López Obrador, quien compite por tercera ocasión seguida por la presidencia de México, dijo en un mitin en el estado de Veracruz el miércoles que algunos integrantes del sector empresarial y miembros del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), como Alberto Baillères, Claudio X. González, Germán Larrea, Eduardo Tricio Haro y Alejandro Ramírez, estaban cabildeando para apoyar una candidatura que fuera competitiva frente a la de él a fin de detener su carrera hacia la presidencia. 

     Para algunos, ese candidato, al que de acuerdo a López Obrador están apoyando esos hombres de negocios, es Ricardo Anaya Cortés, de la coalición Frente por México, que la conforman los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC). Anaya, de acuerdo a las encuestas, es el más cercano perseguidor de López Obrador, quien encabeza todas las encuestas electorales con 13 puntos de ventaja en promedio.

     La supuesta conspiración contra López Obrador se da luego de que en días recientes comenzaron a circular versiones de que un grupo de empresarios podría estar cabildeando a favor de que la campaña de José Antonio Meade Kuribreña, el candidato de la coalición Todos por México, formada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal) y tercer lugar en las encuestas, declinara a favor de Anaya a fin de incrementar las posibilidades de éste para derrotar a López Obrador en los comicios del próximo 1 de julio. 

     Frente a esos rumores, López Obrador pasó a señalar de forma directa, aunque sin pruebas, a los empresarios, miembros del CMN, y quienes, desde su perspectiva, estaban tratando de descarrilar su posible victoria electoral. El candidato de los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES) fue incluso más lejos al describir a esos hombres de negocios como un grupo de "traficantes de influencias que se benefician de la corrupción".

     Ante estas palabras, CMN, que reúne a algunos de los empresarios más acaudalados del país, salió en defensa de sus miembros y publicó en un desplegado en los diarios de mayor circulación en el país una condenación a las acusaciones de López Obrador.

     "Así no", titulo el organismo empresarial su desplegado. “Condenamos que un candidato a la presidencia de la República recurra a ataques personales y a descalificaciones infundadas. . . Es preocupante que alguien que aspira a ser presidente de México denoste a quienes no comparten sus ideas”.

     Frente a esto, algunos analistas ven un riesgo de que el candidato con mayores posibilidades de ser presidente esté iniciando una confrontación directa con un grupo de empresarios, cuyas empresas ofrecen trabajo de manera directa a más de un millón y medio de personas.

     Claro que para otros, esto era de esperarse y revive la polarización que enfrentó el país durante la elección presidencial de 2006, en la que otro grupo de hombres de negocios, agrupados en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), pagó publicidad contra López Obrador, quien al final perdió esa contienda electoral por un margen de 0.6% de la votación total. 

     López Obrador no ha reconocido desde entonces su derrota, al considerar que fue objeto de una campaña sucia y de un fraude electoral. El político originario de Tabasco jamás pudo probar que se cometiera un fraude y diversos académicos tampoco encontraron esas actividades fraudulentas. 

     Sin embargo, a partir de entonces López Obrador comenzó a denostar a sus adversarios a quienes comenzó a describir como miembros de "la mafia en el poder".

     Hoy, sin embargo, el tres veces aspirante presidencial parece más despreocupado de que sus comentarios inicien un nuevo episodio de tensión social.

     “Sí existe la polarización pero no es tan grave. Yo creo que en el 2006 sí envenenaron más a la opinión pública, desataron más odios. Ahora no, porque ya la guerra sucia no les funciona, la gente en general quiere el cambio”, dijo el candidato durante una conferencia organizada por la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión (Cirt). “No los vamos a perseguir, no es mi fuerte la venganza. Nosotros lo que queremos es justicia, es nomás decirles ya basta. . . háganse a un ladito”.

     Claro que no dejó de señalar que sigue siendo víctima de una guerra sucia de los empresarios que no quieren permitir un cambio en el statu quo.

     “De que son una mafia del poder lo son, de que se han beneficiado del poder, sin duda”, agregó López Obrador al ser cuestionado sobre el desplegado del CMN. “Pensaban ahora en la campaña que iban a seguir igual, tirando la piedra y escondiendo la mano, apoyando a quienes no quieren el cambio. . . aportando dinero, difamando con guerra sucia y que no se les podía señalar porque son los que mueven los hilos”.

     Por su parte, en esta ocasión el CCE, o la mayor organización del sector privado del país, dijo que ha buscado reunirse con todas las fuerzas políticas sin realizar reuniones estratégicas para apoyar a algún candidato en específico.

     “Como empresarios organizados del país no tenemos ni candidato ni impulsamos a un candidato o una plataforma de un partido, hemos tenido diálogos públicos y privados con todos”, dijo Juan Pablo Castañón, presidente de CCE, en una conferencia de prensa. “No estamos en temas de complot ni en temas de una organización oscuras, esas son posiciones de campaña”.

     Para algunos analistas, la supuesta declinación de Meade por Anaya de la que especula López Obrador es poco creíble que se vaya a dar, de forma explícita o implícita, porque los votos no necesariamente se trasladan de un candidato a otro de manera íntegra y esa supuesta alianza podría incluso acabar por beneficiar la candidatura de López Obrador.

     “Veo difícil eso, no porque las élites de las coaliciones no se puedan poner de acuerdo sino porque el voto no se traspasa automáticamente y de hecho yo creo que si se unieran harían más fuerte a López obrador”, dijo Carlos Bravo Regidor, analistas y profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), en entrevista con Sentido Común. “López tiene un as bajo la manga. Si eso pasa diría: ¿Se acuerdan que llevo 20 años hablándoles del PRI-AN? Ahí lo tienen y ese sería un argumento muy poderoso” a su favor.

      Además, Bravo Regidor mencionó que en juego no sólo está la presidencia, sino diputaciones, senadurías y gubernaturas lo que hacen prácticamente imposible que alguien decline por alguien porque si eso hace abandona o lastima toda la estructura partidaria detrás del candidato presidencial. 

      Por otro lado, Meade aclaró, en un mitin celebrado el miércoles, que la teoría de López Obrador estaba equivocada ya que no hay posibilidad de que decline a favor de Anaya. “No hay plan B, no hay acuerdos”, dijo el ex secretario de Hacienda y Crédito Público en el gobierno de Enrique Peña Nieto.

 

 



Fecha de publicación: 03/05/2018

Etiquetas: AMLO Anaya CMN Elecciones Empresarios México