30 de abr. (Sentido Común) -- La propuesta de Estados Unidos para enmendar las reglas de origen de la industria automotriz, o el contenido regional mínimo que deben tener los vehículos fabricados en Norteamérica para ser vendidos en esa zona libres de arancel en el marco del Tratado de Libre Comercio (TLCAN), es inalcanzable para las armadoras mexicanas. .

     El sector automotor mexicano, en voz de Eduardo Solís, el presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), dijo en una conferencia de prensa que está dispuesto a ajustar el nivel de contenido regional que deben tener los vehículos en el marco del nuevo TLCAN, sin embargo, estimó que la propuesta presentada hasta ahora podría inhibir las inversiones en la región y acabar por reducir la competitividad de la industria.

     “No alcanzamos un balance que permita que el comercio se realice entre México, Canadá y Estados Unidos como lo hemos venido haciendo hasta hoy”, dijo Solís, quien representa los intereses de las armadoras de vehículos en el país. Estamos trabajando para elaboración de una propuesta “que pueda permitir a la industria transitar, que asegure una mayor integración y que, al mismo tiempo, no nos lleve a una disrupción del comercio”.

     De acuerdo con el ejecutivo, el gobierno estadounidense propuso que al menos 75% de las piezas de los vehículos ligeros fabricados en la región sean originarias de Canadá, Estados Unidos o México. Ese nivel, en el TLCAN actual, se ubica en 62.5%.

     La nueva regla de 75% aplicaría para siete grupos de autopartes consideradas como esenciales, entre las que se encuentran el motor de cada vehículo, el chasis y los sistemas de transmisión y suspensión, entre otros componentes.

     Además, el gobierno estadounidense propuso que 40% de las piezas que utilicen los autos ligeros se fabriquen en plantas que paguen un salario mínimo de 16 dólares por hora y que estos cambios, en caso de aprobarse, entren en vigor en un plazo de cuatro años.

     Para los vehículos tipo pick-up la exigencia de la llamada regla de origen es que entre en vigor en dos años.

     El gobierno de Donald J. Trump también solicitó que 60% del acero que emplean las armadoras norteamericanas sea originario de la región, así como 65% del aluminio.

     De ahí que los empresarios automotrices de México ven difícil alcanzar las demandas realizadas por Estados Unidos.

     También algunas compañías alemanas y japonesas, que cuentan con operaciones y plantas de producción en el territorio estadounidense, rechazaron las propuestas para el sector automotor norteamericano que el gobierno estadounidense puso sobre la mesa de las negociaciones el pasado jueves.

     “Buena parte de la industria en Estados Unidos, principalmente empresas extranjeras, asiáticas y europeas, se han pronunciado desfavorablemente también” sobre la propuesta que hizo el gobierno de Trump, agregó Solís. “En este momento [la propuesta] es de AMIA con el gobierno mexicano. Los tiempos están marcados para que el gobierno tenga una reunión el 7 de mayo, espero que el interlocutor del gobierno tenga para entonces esa información”.

     La semana pasada los ministros de comercio de los tres socios norteamericanos tuvieron una reunión en Washington, D.C. para tratar de cerrar los detalles finales de un acuerdo en principio que permitiera renovar el tratado comercial que tiene más de dos décadas de historia.

     Tras esas reuniones, los gobiernos de los tres países dijeron que el encuentro concluyó sin un acuerdo y que sería hasta el 7 de mayo cuando los responsables de conducir las negociaciones volverán a encontrarse en busca de alcanzar un acuerdo.

     El sector automotor ha sido uno de los temas en donde más diferencias hay en las posiciones de los tres gobiernos y de sus respectivas industrias, por lo que de momento parece difícil que se alcance consenso.

     Ahora, AMIA está trabajando con el gobierno mexicano para presentar una contra-propuesta al gobierno estadounidense que sea más acorde con los intereses de los empresarios de ese ramo en los tres países. La delegación nacional presentará esa postura, que calificó como ‘híbrida’, porque recoge planteamientos realizados por la industria de los tres países, en la próxima reunión ministerial.

     El representante de los armadores de autos mexicanos prefirió no dar detalles de la propuesta que harán a nombre de la industria mexicana y agregó que es difícil pensar en un acuerdo en principio sin tener resuelto el tema de las reglas de origen de autos.

     Ahora, “estamos dispuestos a lograr una mayor integración” de la región, agregó Solís en referencia a la anterior postura de AMIA en la que rechazó por completo la oferta estadounidense y propuso mantener la actual regla de origen de 62.5%. “Estamos en un momento muy sensible, muy crítico” de la renegociación.

     La dificultad que han enfrentado los tres socios norteamericanos para encontrar una posición común sobre el marco que debe regular el mercado de autos es quizá una de las barreras más difíciles de superar en la negociación.

     En un inicio, los empresarios automotrices de los tres países dijeron que no estaban dispuestos a ajustar la regla de origen porque consideraban que ya era una de las regulaciones más estrictas dentro del marco del TLCAN.

     Sin embargo, esa industria, como muchas otras, ha reconocido la importancia de ser flexibles en algunas posiciones con la intención de evitar el fin del tratado comercial.

     “Estamos con un optimismo bastante conservador, realista”, dijo el representante de los armadores de autos, quien ha participado en las mesas de diálogo con sus homólogos de Canadá y Estados Unidos. “La AMIA ha movido su posición. . . hoy estamos aquí dispuestos a buscar una mayor integración”.

     Claro que a pesar de la buena voluntad de los fabricantes de vehículos, todavía quedan pendientes otros temas como las compras de gobierno, temporalidad agrícola, protección a inversionistas o la imposición de una cláusula de muerte súbita quinquenal (sunset clause), dificultades que hacen pensar a algunos que será muy difícil firmar el acuerdo preliminar a inicios de mayo.

     Solís y otros representantes automotrices viajarán a Washington, D.C., a partir del 5 de mayo, con la intención de reinstalar las mesas de diálogo para modernizar el acuerdo norteamericano.

 




Fecha de publicación: 30/04/2018

Etiquetas: AMIA autos reglas de origen TLCAN EUA México comercio Canadá