En México, la inflación inicia 2018 con un impulso mayor al esperado

La inflación en México inició el año en niveles mayores a los esperados por los analistas, ante el mayor aumento en los precios de los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno, así como de los alimentos procesados, las bebidas y el tabaco.

     Los precios al consumidor en el país crecieron 0.53% durante el primer mes del año con respecto a diciembre, por lo que la inflación anual se aceleró 5.55% frente a enero del año pasado, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

     El desempeño de la inflación en México resultó mayor al que esperaban los economistas consultados por Infosel, quienes estimaban un incremento de 0.34% de los precios al consumo en enero y anticipaban un aumento anual de 5.47%.

     Así, la inflación interanual mostró un nivel menor al que registró hace un año, ya que el índice de precios al consumidor descontó los efectos del alza de los combustibles que sucedió en enero de 2017, cuando el gobierno federal inició el proceso de liberalización de las gasolinas en el país.

     Hace un año, los precios al consumidor subieron 1.7% a lo largo de enero, por lo que la inflación anual se ubicó en 4.72%, de acuerdo con cifras de Inegi, como también se conoce al organismo encargado de recabar los datos económicos y sociales de México.

     Ahora, con el desempeño de los precios en el primer mes del año, la inflación interanual desaceleró a su menor nivel desde marzo del año pasado, cuando estuvo  en 5.32%.

     De ahí que ya algunos estiman que la inflación regresará al rango objetivo interanual de Banco de México que va de 2 a 4% en el corto plazo.

     “La fuerte caída en la inflación mexicana el mes pasado probablemente es el comienzo de una tendencia a la baja”, escribió Edward Glossop, economista para América Latina con la consultoría de origen británico Capital Economics, en un reporte. “Esperamos que la inflación general vuelva a caer en el rango objetivo del banco central para el tercer trimestre”.

     En términos desagregados, el componente subyacente de la inflación, que excluye efectos temporales de productos volátiles como agropecuarios o energéticos, ascendió 0.28% en términos mensuales y 4.56% en cifras anuales.

     El desempeño del índice subyacente fue menor al que pronosticaban los analistas encuestados por Infosel, quienes esperaban un incremento de 0.36% para enero, aunque resultó mayor al avance anual que anticipaban de 4.55%.

     Al interior de este subíndice, los precios de las mercancías durante el primer mes del año subieron 0.56% y el sector de los servicios mostró un ligero ascenso mensual de 0.04%.

     Por su parte, el componente no subyacente aumentó 1.24% mes a mes y registró un incremento interanual de 8.44%.

     Este subíndice estuvo impulsado por un alza de 1.97% en los precios de los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno, mientras que los productos agropecuarios crecieron 0.03% el mes pasado.

     “Los genéricos con mayores incidencias en la quincena fueron gasolina de bajo octanaje, servicios turísticos en paquete y plátanos; mientras que los genéricos con menores incidencias fueron: jitomate, gas doméstico LP y cebolla”, escribió Guillermo Aboumrad, director de estrategias de mercado de Finamex Casa de Bolsa, en un reporte.

     Los productos con mayores incrementos al inicio de este año fueron los plátanos, que ascendieron 20.2%; los tubérculos, que crecieron 10.2%; el huevo, que avanzó 7.7%; la gasolina de bajo octanaje, que aumentó 3.2%; y el gas doméstico LP, con un alza de 3%.

     Por el contrario, los bienes con mayores caídas fueron el transporte aéreo, el chile serrano, el jitomate, la cebolla y el chile poblano, con disminuciones de 39.4, 20.7, 18.1, 13.6 y 13.1%, respectivamente.

     “El índice de precios de la canasta básica tuvo un incremento mensual de 1.26% en el primer mes de 2018, obteniendo de este modo una variación anual de 6.29%”, dijo Inegi en un comunicado. “En el mismo mes de 2017 las cifras correspondientes fueron de 4.43% mensual y de 7.26% anual”.

     El efecto calendario fue un factor favorable para la desaceleración de la inflación y este destacó en los precios del sector energético, que en enero de 2017 mostraron avances cercanos a 15% gracias a la liberalización de las gasolinas, y el mes pasado registraron crecimientos de alrededor de 7%.

     Si bien ese efecto llevó a algunos analistas a considerar que la inflación regresaría al rango objetivo de Banxico en los próximos meses, otros economistas piensan que es muy pronto para pensar que los precios volverán a la meta en al menos este año.

     “Para nosotros, el banco central permanece excesivamente confiado en que la inflación convergirá a la meta de 3% a finales de 2018”, escribió Alberto Ramos, economista para Latinoamérica del banco Goldman Sachs, en un reporte. “Esto es muy optimista”.