Takata, un fabricante japonés de partes de seguridad para automóviles, acordó la venta de sus principales activos a Key Safety Systems (KSS), su competidor estadounidense, en mil 588 millones de dólares, como parte de su plan de reestructura financiera.

     En paralelo, la compañía japonesa solicitó la declaración de bancarrota por parte de las autoridades judiciales de Estados Unidos y Japón, tras el impacto a sus finanzas que dejó el escándalo de la falsificación de información sobre la seguridad de sus bolsas de aire.

     “Agradecemos el apoyo y cooperación, ofrecemos una disculpa por los inconvenientes, realmente lo siento, desde el fondo de mi corazón, me disculpo”, dijo Shigehisa Takada, director general de la compañía, en un comunicado.

      El acuerdo de compra considera la mayoría de los activos de Takata a excepción de aquellas operaciones relacionadas con los infladores de bolsas de aire estabilizados con nitrato de amonio, división que será reorganizada por Takata y que muy probablemente cerrará.

     “Takata cuenta con un profundo talento de gestión, una fuerza de trabajo dedicada y una larga historia de excepcional servicio al cliente. Aunque Takata ha sido afectada por el retiro global de bolsas de aire, la fuerza subyacente de su base de empleados calificados, alcance geográfico, volantes excepcionales, cinturones de seguridad y otros productos de seguridad no ha disminuido”, dijo Jason Luo, presidente y director general de KSS, en otro comunicado.

     En México, Takata cuenta con filiales y subsidiarias como TK México, TK Holdings de México, Industrias Irving de México, Takata de México y Strosshe-Mex. Al 31 de marzo, los pasivos de las operaciones de la compañía en el país alcanzaron casi los 90.5 millones de dólares, de acuerdo con el comunicado emitido por la empresa.

 



Fecha de publicación: 26/06/2017

Etiquetas: Takata KSS bancarrota compra autopartes seguridad Japón EUA