México con déficit en cuenta corriente de 24,741 mdd en 9 meses, o 2.9% del PIB

La cuenta corriente de México, o el indicador que mide la entrada y salida de recursos de una economía por sus intercambios comerciales y financieros, registró un déficit de 24,741 millones de dólares en los primeros nueve meses del año, o 2.9% superior al que registró en el mismo periodo de 2014 cuando reportó un faltante de 24,036 millones.

     Ese crecimiento se aceleró con relación al avance de 1.7% que había registrado en el primer semestre del año contra el mismo periodo de 2014.

     Como porcentaje del producto interno bruto, el faltante equivalió a 2.9%, prácticamente el mismo porcentaje registrado en el primer semestre de 2.8% del PIB.

     Sin embargo, el porcentaje si es superior al que registró el país hace un año cuando el déficit representó 1.9% del PIB.

     El crecimiento del déficit, así como su mayor ponderación con relación al PIB, refleja un deterioro en las cuentas externas de México, que si bien hoy son más que financiables con deuda o recursos provenientes del exterior, como las remesas, podrían comenzar a generar ruido si el aumento se acelera o si refleja un mayor porcentaje de la economía mexicana en los próximos años.

Por lo general el déficit de cuenta corriente es un indicador importante para evaluar la evolución que sigue la economía. Con él, los expertos pueden saber si no se están generando desequilibrios entre las gastos y los ingresos nacionales --algo que de ocurrir puede detonar severos problemas económicos, como una fuerte depreciación de la moneda, un incremento no esperado en la inflación y, en consecuencia, mayores tasas de interés que podrían frenar el crecimiento económico.

Por ya cerca de dos décadas, México ha registrado un déficit de cuenta corriente manejable sin provocar desequilibrios macro-económicos que provoquen una crisis; aunque el déficit de este año durante los primeros nueve meses es el mayor desde al menos 2003, de acuerdo a cifras dadas a conocer por Banco de México.

Desde entonces, sólo el déficit de 2013 fue mayor a 2% --de 2.4%, un porcentaje que ante la evolución actual de la cuenta corriente muy probablemente supere ese nivel.

El déficit de los primeros nueve meses debió a la combinación de un déficit en la balanza de bienes y servicios, de 17,969 millones de dólares en el periodo enero-septiembre y a un déficit en la balanza de rentas de 25,028 millones.

Ambos faltantes fueron parcialmente contrarrestados por un superávit de 18,256 millones de dólares en la balanza de transferencias, principalmente por el envío de remesas de los trabajadores mexicanos desempeñándose en el extranjero.

Por balanza de rentas, los economistas entienden el pago de intereses al exterior, así como las utilidades remitidas por filiales mexicanas a sus empresas controladoras en el exterior.

Lo que contrarresta ese envío de fondos fuera del país son las reinversiones que hacen las empresas extranjeras en México y que quedan reflejadas en el rubro de inversión extranjera directa que el gobierno da a conocer trimestralmente a través de la publicación de su balanza de pagos.

En cuanto a la balanza de bienes, México registró 284,631 millones de dólares de ingresos por exportaciones en los primeros nueve meses de este año, o 3.1% menos que en el mismo periodo de 2014. Por su parte, las importaciones sumaron 295,153 millones de dólares, o 0.2% menos que hace un año en el mismo lapso.

Así, el país registro un déficit en su balanza de bienes de 10,448 millones de dólares en los primeros nueve meses de este año, o casi seis veces superior al déficit de 1,777 en ese lapso hace un año.

Por lo que se refiere a la balanza de servicios, que abarca turismo, fletes y seguros principalmente, ésta fue deficitaria en 7,521 millones de dólares en el lapso enero-septiembre de este año, comparado con un déficit de 9,409 millones en el mismo periodo de 2014.

Por su parte, las transferencias en el periodo enero-septiembre avanzaron 7.2% contra las del mismo periodo del año pasado.