Sayula, 17 de oct. (Dow Jones) -- La explosión del cultivo de bayas en ésta región, alimentada por la creciente obsesión estadounidense por consumir licuados hechos con frutas ricas en antioxidantes en el desayuno, está generando uno de los desacuerdos más espinosos en las conversaciones para reformar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o TLCAN.

     “Hace diez años, todos los campos se dedicaban a cultivar verduras”, dijo Héctor Gómez, director de producción de una granja de frambuesas. “Ahora, todo lo que cultivamos son bayas. . . Es mucho más rentable”.

     El valor en dólares de los cultivos de bayas de México ha crecido más de cinco veces en la última década a un estimado de mil 260 millones de dólares en 2017, dijo GCMA, una consultora agrícola de la Ciudad de México. La cantidad de tierras plantadas para los cultivos de bayas se ha más que triplicado en el período a 35 mil 606 hectáreas.

     Sin embargo, los agricultores estadounidenses se quejan de que sus rivales mexicanos tienen ventajas comerciales injustas, como una mano de obra agrícola de bajo costo, subsidios estatales y una temporada de crecimiento que dura todo el año, lo que les permite comercializar bayas baratas en el mercado estadounidense cuando coindicen las temporadas de cultivo en ambos países a finales de la primavera.

     El tema se ha convertido en una manzana clave de discordia en las renegociaciones del TLCAN, que realizaron su cuarta ronda a principios de mes en Washington. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha destacado la agricultura como un área crucial donde el acuerdo de libre comercio de 1994 necesita ser mejorado.

     Los agricultores estadounidenses de Florida, Georgia, Carolinas, Texas y California dicen que los mexicanos venden a menudo bayas en Estados Unidos con descuentos de hasta 25% por debajo de su costo de producción.

     “El TLCAN me ha dañado mucho más de lo que me ha ayudado, al permitir que México venda bayas baratas aquí, mucho más de lo que he podido venderlas”, dijo Steve McMillan, un productor de 64 años de Enigma, Georgia, que tiene cerca de 24 hectáreas de moras en su granja familiar de séptima generación.

     McMillan dijo que las bayas de producción mexicana se venden entre cinco y 10 dólares por caja a principios del verano. “Nosotros tenemos que venderlas a 12 dólares por caja para salir tablas”, dijo McMillan, principalmente debido al costo de la mano de obra agrícola, que puede costar alrededor de 200 dólares por recolector al día. Los trabajadores agrícolas en México suelen ganar una décima parte de lo que ganan los trabajadores en Estados Unidos.

     Durante las conversaciones del TLCAN que se desarrollaron el mes pasado en Ottawa, el equipo estadounidense presentó una propuesta para facilitar a los productores estadounidenses la presentación de casos antidumping en el sector de frutas y hortalizas perecederas y estacionales.

     En virtud de la legislación vigente, los agricultores tienen que probar que las prácticas de competencia desleal les perjudican durante el transcurso de un año civil completo. La propuesta de Estados Unidos permitiría a los productores presentar ante los mediadores un caso antidumping basado en una única temporada de crecimiento que dura algunos meses.

     “Eso sería una herramienta para estas industrias que sufren una lesión o daño afirmen sus derechos bajo la ley comercial”, dijo Reggie Brown, vicepresidente ejecutivo de la Florida Tomato Growers Exchange, un grupo de agricultores y transportistas.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

                                                                                    

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Fecha de publicación: 17/10/2017

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