10 de oct. (Sentido Común) -- Diversas organizaciones empresariales de Estados Unidos lanzaron alertas y críticas contra las posturas proteccionistas que ha amenazado exigir el gobierno de su país para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o TLCAN.

     Las comentarios contra las posturas del gobierno estadounidense surgen a unas horas de que los equipos negociadores de los tres países que firmaron hace 23 años el TLCAN --Canadá, Estados Unidos y México-- inicien la cuarta ronda de negociaciones en Washington, D.C. para intentar modernizar ese acuerdo comercial.

     Las críticas al gobierno encabezado por el presidente estadounidense, Donald J. Trump, las encabezó en esta ocasión U.S. Chamber of Commerce, una organización que representa los intereses de más tres millones de negocios en el país vecino del norte, al decir que se opone a la posibilidad que sus gobernantes presente iniciativas que puedan descarrilar la renegociación que actualmente está en marcha. 

     En un encuentro con autoridades mexicanas, en un hotel en la capital del país, el presidente de esa organización, Thomas Donohue, dijo que los empresarios estadounidenses respaldan el acuerdo que desde hace más de dos décadas promovió una expansión del comercio en Norteamérica.

     “Por supuesto que vamos a pelear con todo para proteger el acuerdo”, dijo Donohue, en un discurso que fue pronunciado a puerta cerrada pero cuyas palabras fueron compartidas más tarde. “Sin importar lo que ocurra, la comunidad empresarial estadounidense no se irá a ningún lugar”.

     La contraparte mexicana de esa organización empresarial, la American Chamber México, también salió en defensa del TLCAN y pidió a las autoridades estadounidenses preservar el acuerdo.

     “El TLCAN es y debe seguir siendo un instrumento que promueva y dé certeza jurídica al flujo de inversión entre los tres países”, dijo Mónica Flores, presidenta de American Chamber México, en el mismo encuentro en el que participó Donohue. “La modernización del tratado es una oportunidad para adecuar la relación trilateral a la economía del Siglo XXI, mantener aquello que sí ha funcionado, que incentiva el desarrollo de talento y la generación de empleo formal; e integrar nuevos sectores estratégicos”.

     Así las dos organizaciones, como lo han hecho otras antes, advirtieron que algunas de las propuestas más polémicas de Estados Unidos en esta negociación podrían incluso lastimar a la propia economía estadounidense debido a que alrededor de 14 millones de empleos en ese país dependen del comercio con sus vecinos del norte y sur.    

     Claro que al parecer los empresarios estadounidenses, y para el caso el gobierno de México, tiene enfrente a un duro rival, quien no es más que el mismo presidente estadounidense Donald J. Trump.

     El mandatario no sólo fue quien ordenó entablar una renegociación del TLCAN, porque lo considera contrario a los intereses estadounidenses, sino que sigue mostrando gran animadversión al acuerdo, al que culpa de los problemas del desempleo manufacturero estadounidense y de la mudanza de cientos de fábricas a México.

     En una entrevista con Trump publicada hoy por la revista estadounidense Forbes, el mandatario volvió a arremeter contra el TLCAN, sugiriendo incluso que será difícil que los tres países alcancen un acuerdo.

     “Yo pienso que el TLCAN tendrá que ser terminado si queremos hacerlo bien", dijo el presidente estadounidense en la entrevista. “De otra manera no creo que puedas hacer  una buena negociación".

     Trump incluso sugirió en su entrevista con Forbes que a él en lo particular le interesaría más negociar acuerdos bilaterales con México y Canadá que mantener el acuerdo trilateral; algo que quizás encuentre eco con el gobierno canadiense, que parece de nuevo inclinarse a tener una relación bilateral con Estados Unidos a costa de mantener el pacto trilateral.

     Al parecer, el primer ministro canadiense, Justin Tredeau, quien sostendrá un encuentro con Trump el miércoles, buscará persuadir al mandatario estadounidenses, que su país no es la causa, a diferencia de México, de los problemas que enfrenta su país por el libre comercio --una postura que de corroborarse podría perjudicar la estrategia de negociación de México, que ha buscado y contado con Canadá como un aliado en este esfuerzo por modernizar al TLCAN.

     De cualquier manera, pese a la animadversión del presidente, de 71 años, al TLCAN, los empresarios estadounidenses están dispuestos a defender el acuerdo porque consideran que es crucial para muchas industrias que están integradas de manera importante en la región.

     Para defender el acuerdo, los grupos empresariales criticaron al gobierno de su país.

     “Hay varias propuestas que son ‘píldoras venenosas’ todavía sobre la mesa que podrían acabar con el acuerdo”, dijo Donohue, en la reunión en la Ciudad de México. “Una de esas propuestas es la imposición de una cláusula que estipule que el acuerdo podría terminar luego de cinco años, a menos que los tres países estén de acuerdo en preservarlo”.

     Autoridades y empresarios mexicanos ya han criticado esta posibilidad, debido a que consideran que esa cláusula podría enviar una señal de incertidumbre hacia los inversionistas, muchos de los cuales planean sus inversiones con horizontes que son más amplios que cinco años.

     “Todos sabemos que la certidumbre y la estabilidad son cruciales para una relación comercial exitosa, así como para promover un entorno favorable para las inversiones que conduzca a mayor crecimiento económico y creación de empleo”, dijo Donohue. “Esta cláusula podría lograr el efecto contrario”.

     Otras de las propuestas estadounidense que fueron criticadas por las asociaciones empresariales fue la obligación de reducir el déficit comercial que Estados Unidos tiene con sus socios, así como la creación de reglas de origen que determinen un porcentaje de contenido doméstico estadounidense.

     El concepto de regla de origen no es más que la cantidad mínima de componentes de una región que debe tener un producto para obtener los beneficios de un acuerdo comercial.

     De acuerdo con medios especializados, la administración de Trump quiere que sus socios en TLCAN acepten que ciertos productos, como son los vehículos, no sólo tengan un porcentaje de contenido regional, sino que dentro de este un cierto monto tenga que provenir de Estados Unidos y que a los negociadores de esa nación les gustaría que fuera cuando menos de cerca de 50%.

     Si eso ocurre, entonces el porcentaje de contenido regional de un auto aumentaría de su nivel actual de 62.5 a 85%, de acuerdo con cálculos del portal especializado en comercio internacional, US Inside Trade.

     “Dentro de TLCAN las reglas de origen son ya extremadamente severas. . . son las más altas para este sector alrededor del mundo”, dijo Donohue, en su discurso de hoy. “Si la administración sigue adelante con esta propuesta entonces las compañías van a dejar de comerciar bajo las reglas del TLCAN y simplemente van a pagar tarifas más bajas ya establecidas bajo el amparo de la Organización Mundial de Comercio”.

     De acuerdo con OMC, como también se conoce al organismo que establece reglas para el comercio a nivel mundial, existe una categoría conocida como nación más favorecida, lo que en principio impide a un país cobrarle más aranceles a otro de los que pagan sus competidores.

     Claro que ante las posturas proteccionistas del gobierno de Trump, las organizaciones empresariales del país vecino del norte están dispuestas a seguir luchando para que el TLCAN permanezca.

     “Estamos de acuerdo en que debemos avanzar rápidamente para modernizar este acuerdo trilateral”, dijo la Federación de Cámaras Unidas de Estados Unidos, a través de una carta enviada al presidente Trump y al Congreso. “Instamos a apoyar a los trabajadores, agricultores, ganaderos y empresas de todos los tamaños de América, protegiendo y preservando los profundos lazos económicos y beneficios que Estados Unidos sigue disfrutando bajo el TLCAN”.

     Los tres socios negociadores buscarán concluir las negociaciones lo antes posible, con la intención de evitar que los procesos electorales que vivirán México y Estados Unidos el año próximo interfieran en las negociaciones.

     De acuerdo con un reporte de la agencia de noticias Bloomberg, con base en fuentes cercanas a las negociaciones, éstas durará en esta ocasión dos días más que en las tres rondas previas, de tal suerte que e lugar de concluir el día 15 lo harán el 17 de octubre.

      La extensión en los trabajos se debe a que las agendas de Ildefonso Guajardo, el secretario de Economía de México; Robert Lighthizer, el representante comercial de Estados Unidos; y Chrystia Freeland, la secretaria de Relaciones Exteriores de Canadá, no permitían que los tres se reunieran el domingo para clausurar los trabajos, por lo que lo harán hasta el martes.

     De ahí que las mesas de negociación durarán ahora entre el 11 y el 16 de octubre. Los tres socios ya lograron consenso para terminar un capítulo referente a pequeñas y medianas empresas, al tiempo que ya hay avances importantes en el tema de competitividad y en cinco más.

     El tipo de cambio, que es quizá la variable que más sensible se muestra al tema de la negociación del TLCAN, finalizó la sesión con una caída de 0.4% por dólar, al ubicarse en 18.73 unidades o su nivel más débil en cinco meses.

 

 

 


Fecha de publicación: 10/10/2017

Etiquetas: TLCAN México EUA Canadá negociaciones Trump