Reina de la tortilla mantiene fortuna tras vencer a actriz de telenovelas

17 de ago. (Bloomberg) -- Cuando Lorena Tassinari entró a un tribunal de Dallas para reclamar una parte de la fortuna generada por las tortillas en México, ella tenía de su lado todo el encanto y la fama de una ex estrella de telenovelas.

Aún así salió sin un centavo.

Tassinari argumenta que se casó con el finado rey de la tortilla, Roberto González Barrera, a bordo de su yate de lujo y que compartió con él sus últimos tres años. Pero el juez de Texas, así como sus predecesores en México, dictaminó a favor de quien fuera la esposa de González durante medio siglo, Graciela Moreno Hernández.

La saga legal todavía no ha terminado: Tassinari apeló el último veredicto. Sin embargo, después de cinco años y múltiples pleitos legales a ambos lados de la frontera, la matriarca es la que ha salido victoriosa en cada etapa. Ella ejerce el control de Gruma, el productor de tortillas más grande del mundo --y de una fortuna que asciende a cerca de dos mil 600 millones de dólares, de acuerdo con Bloomberg Billionaires Index.

Tassinari, cantante y actriz de comienzos de la década de los años noventa de populares telenovelas mexicanas como ‘Muchachitas’ y ‘Balada por un Amor’, dijo que se casó con González en el Caribe en el verano de 2009. Después de su muerte a los 81 años de cáncer de páncreas, en agosto de 2012 , ella proclamó que tenía derecho, como su cónyuge sobreviviente, a una parte de la fortuna que dejó a su familia.

'Defiendo mi principios morales'

En su dicho, González disfrutó de tener una segundo oportunidad para disfrutar de la vida en sus últimos años, cuando estaban juntos. Tassinari dijo que no buscaba su fortuna. “Sólo estoy tratando que respeten mi dignidad, honestidad y de defender mis principios morales”, dijo en una entrevista telefónica. “Sé cómo vivir con nada y con todo”.

La derrota de la cantante en la corte ha confirmado a Graciela Moreno como la dueña principal de Gruma, que tiene un valor de mercado de aproximadamente seis mil 100 millones de dólares. Ella es la cabeza de la familia que controla 52% de las acciones que están en circulación, de acuerdo con el reporte anual de 2016 de la compañía.

Su hijo, Juan Antonio González Moreno, ocupa el cargo de presidente y director ejecutivo. Es el único miembro de la generación más joven de la familia en asumir un papel ejecutivo activo y que controla una participación de 10.9%. La familia se negó a comentar sobre el cálculo de la fortuna neta y Graciela Moreno declinó ser entrevistada a través de los representantes de Gruma.

González se casó con Graciela en 1949, el mismo año en que él y su padre fundaron al precursor de Gruma, un pequeño molino de maíz.

Las marcas de la compañía como las tortillas Mission y la harina Maseca ahora son artículos básicos de consumo para la gente en Estados Unidos así como en México. Pero inicialmente tuvieron dificultades, en parte porque González trató de persuadir a los mexicanos de adoptar un nuevo tipo de tortilla elaborada a partir de maíz deshidratado. La mayoría prefería las recién elaboradas que podían comprar en las populares tortillerías.

Diosa azteca

La innovación comenzó a triunfar, y el negocio creció. En los años ochenta, una muestra del éxito de Gruma fue la amistad entre la familia González y la de Carlos Salinas de Gortari, que se convirtió en presidente de México en 1988.

Los dos amigos se ayudaron mutuamente. La legislación favorable para las compañías involucradas en el negocio de la tortilla promulgada por el gobierno de Salinas ayudó a  Gruma para ascender a otro nivel, y condujo a reclamos de favoritismo a su favor que permanecieron mucho después que terminó el gobierno de Salinas en 1994. Los subsidios para la producción de la tortilla representaron 43% de los ingresos netos ese año, de acuerdo con un informe del diario The New York Times publicado dos años más tarde.

The Times dijo entonces que Gruma no respondió a las solicitudes para que diera sus comentarios sobre dicha relación, y su papel en el crecimiento de la compañía, Ni tampoco lo hizo cuando fue contactada por Bloomberg el mes pasado.

Cuando Salinas --envuelto en acusaciones de corrupción y fraude-- salió de México poco después de que terminó su mandato y lo hizo a bordo de un jet corporativo perteneciente al barón de la tortilla cuya fortuna había ayudado a construir.

Un avión de 16 pasajeros perteneciente a Roberto González fue uno de los activos que los abogados se han disputado en los diferentes juicios. Otros incluyeron una casa en Texas y el yate donde Tassinari y González celebraron su hedonista ceremonia de boda.

El yate fue bautizado Xilonen V –en honor una de las canciones de Tassinari, lanzada en 2012, la cual ella dijo que había sido la favorita de Roberto González. En el video, Tassinari aparece como Xilonen, una diosa azteca del maíz, vagando por un campo. La aeronave ahora pertenece a la familia Moreno y ha sido renombrada  Aquavita, según los abogados de Tassinari.

“Todo lo que quiero”

Lo relevante en su demanda de Dallas fue el argumento de que Graciela y su marido ya estaban divorciados. Pero los documentos presentados durante el caso mostraron que un tribunal mexicano había declarado nulo y sin efecto el divorcio, porque Moreno “nunca fue notificada, ni compareció en la corte y tampoco estuvo representada en el proceso”.

En el juicio, ambas partes tuvieron dificultades por demostrar otros hechos básicos, tales como donde residía González cuando murió; la parte actora dijo que en Texas, y la parte demandada dijo que en México. Mientras se desarrollaba el juicio, las acciones de Gruma fueron retiradas de la Bolsa de Valores de Nueva York en 2015. Ahora sólo cotizan en México.

En marzo de 2017, la jueza Brenda Thompson dictamino sobreseído el caso. Tassinari hizo otro intento, alegando que Graciela había utilizado un certificado de nacimiento falso para lograr que se anulara su divorcio. Ella fracasó de nuevo. Parecía que el maratón legal podría haber terminado. “En este momento no hay ningún caso en este tema en ningún tribunal de México ni en Estados Unidos”, dijo Fernando Solís Cámara, el director de comunicaciones corporativas de Gruma, vía correo electrónico en junio.

Posteriormente, el 7 de julio, Tassinari presentó una apelación, misma que puede representar su última oportunidad.

Independientemente del resultado, Tassinari dijo que estaría feliz. Está trabajando en escribir más música y un libro.

“Fue una relación increíble y lo amé con todo mi corazón”, dijo. “No he recibido una sola llamada de la familia diciendo: 'Gracias por cuidar a mi papá en sus últimos cuatro años'. Eso es todo lo que quiero”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo