26 de sep. (Sentido Común) -- Los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, por el Partido Demócrata, y Donald J. Trump, por el Partido Republicano, confirmaron, en el primer debate presidencial, las muy distintas visiones que tienen sobre el futuro del país más poderoso del mundo en caso de ganar la Casa Blanca.

     Mientras que Hillary ofreció trabajar con los aliados y socios de Estados Unidos para mejorar la economía, la seguridad nacional y la paz mundial, Trump reafirmó sus inclinaciones por el proteccionismo comercial y el aislamiento del mundo con el propósito de restaurar la grandeza que desde su punto de vista ha perdido Estados Unidos en las últimas décadas.

     Si bien, durante el primero de los tres debate que sostendrán los dos candidatos antes de la elección del 8 de noviembre no hubo grandes sorpresas en las posturas que han venido dibujando a lo largo de sus campañas, el encuentro sirvió, como ocurre con estos debates, para que los votantes conocieran mejor las personalidades de los candidatos.

     En ese sentido, Clinton demostró mayor oficio político que Trump, quien tras un inicio vigoroso por sus ataques contra el libre comercio y que desde su perspectiva ha propiciado el éxodo de miles de empleos estadounidenses hacia otros países --México en particular--, se vio posteriormente superado en varios temas como el de la falta de transparencia sobre el pago de sus impuestos, o el de su trato hacia las mujeres, o su forma de hacer negocios.

     Clinton, por ejemplo, lo atacó, en este último aspecto, al señalar que Trump ha llevado en seis ocasiones su negocio la bancarrota, además de que en ocasiones diversas no ha pagado lo que prometió a sus contratados, cuestionando con ello sus supuestas credenciales de ser un gran hombre de negocios.

     Incluso cuando Trump intentó atacar a Clinton por su aparente falta de fortaleza física para ser presidenta de los Estados Unidos, el contra-ataque de la candidata demócrata lo dejó mal parado.

     "Cuándo hayas enfrentado 11 horas de comparencencia legislativa, me hablas de fortaleza física", dijo Clinton a Trump en respuesta a su crítica.

     Comentarios como ese, así como en el que recordó a los televidentes que las palabras de Trump reflejan que el candidato republicano "vive en su propia realidad", hicieron aparentemente ganadora a la candidata demócrata del primero de los tres debates.

     De acuerdo a una encuesta de la televisora CNN, 62% de los electores que vieron el debate dijeron que Clinton ganó, contra 27% de Trump.

     Claro que en un inicio el candidato republicano llevó la batuta del debate al acusar a Clinton de apoyar los tratados de libre comercio, incluyendo el que su marido Bill Clinton firmó con México y Canadá y Estados en 1993, y que desde su perspectiva han provocado la pérdida de miles de empleos estadounidenses.

     Frente a esos ataques Clinton no tuvo una respuesta muy directa y sólo dijo que ella buscaría, como parte de su estrategia económica, asegurarse que Estados Unidos se conservara una fuerte maquinaria exportadora, al tiempo que buscaría elevar la tasa impositiva a los que más tienen para ofrecer mejores servicios educativos y de salud al resto de la población.

     En este sentido, es difícil saber si la falta de defensa de Clinton le permitirá ganar electores en algunos de los estados claves para ganar la elección presidencial como son los estados de Michigan y Ohio, dos entidades que han perdido empleos manufactureros en los últimos años, por el cierre de empresas que no pueden competir o que optaron por mudar sus operaciones a otras naciones con costos laborales menores, como es el caso de México.

     La postura de Trump contra el libre comercio le ha ganado millones de seguidores en Michigan, Ohio y otros estados similares, que al final podrían darle la victoria en la contienda electoral.

     Aunque claro está que las críticas que hizo Clinton a su persona en materia de transparencia, asuntos raciales y conocimiento de la realidad internacional podrían hacer que más estadounidenses se inclinen por la candidata demócrata, quien además ha dicho que mucho de los problemas que viven los trabajadores estadounidenses se deben a las políticas que los gobiernos republicanos apoyaron al inicio del siglo y que provocaron la peor recesión económica mundial en 2008 y 2009 desde la Gran Depresión de los años treinta del siglo pasado.

     Claro que al mismo tiempo, Trump también dibujó a Clinton como una servidora pública que a los largo de los últimos 30 años no ha logrado optimizar la forma en que opera Washington, D.C. para beneficio de los estadounidenses. 

     En ese sentido, Trump continuó mostrando gran habilidad para presentarse como una persona que no es del sistema y que está dispuesto a cambiarlo, aun cuando se ha beneficiado del sistema como muestran las ventajas fiscales que ha logrado obtener en diversas ocasiones de las autoridades para su negocio inmobiliario.

 


Fecha de publicación: 26/09/2016

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