15 de feb. (Sentido Común) -- En las últimas semanas la mayor constructora del país, Empresas ICA, ha tenido que vender, ya sea voluntaria o forzosamente, algunos de sus múltiples activos para financiar sus operaciones o para pagar algunas de sus múltiples deudas.

La compañía, por ejemplo, vendió por 1,240 millones de pesos (72.1 millones de dólares) el interés de 49% que tenía en la empresa de manejo de desechos ambientales Proactiva Medio Ambiente México a finales de diciembre a su socio en esa compañía, la empresa administradora de fondos de inversión, Promecap.

También, dos de sus bancos, Santander (México) y Deutsche Securities, vendieron en el último mes un interés cercano a 16% en la empresa administradora de terminales aérea, Grupo Aeroportuario del Centro Norte (OMA), que era propiedad de ICA al ejecutar las garantías que les ofreció la compañía constructora en varios instrumentos derivados.

Los bancos obtuvieron cerca de 270 millones de dólares con esa venta forzosa, que les permitió cancelar adeudos que tenía ICA.

Con esas transacciones, la constructora, con sede en la Ciudad de México, ha dado algunos indicios de lo que podrá constituir la estrategia de reestructuración de sus deudas que presentará en breve a sus acreedores luego que a finales de diciembre anunció que no pagará sus obligaciones financieras --al menos en los términos originalmente pactados-- a fin de mantener sus operaciones a flote.

Para algunos es obvio que ICA, como ya hizo en el pasado, podría seguir vendiendo algunos de sus diversos activos, como son las participaciones que tiene en múltiples autopistas, en empresas de tratamiento de agua, en constructoras foráneas o incluso la participación restante y de control que mantiene en OMA de 17.2%, para reducir sus adeudos.

El problema con esta estrategia es que si bien la constructora podría así obtener recursos para bajar el monto de sus obligaciones, la medida podría resultar, al final del día, más contraproducente que benéfica.

Con la venta de algunos activos, ICA dejaría de contar con los flujos de efectivo que esos proyectos generan y que la empresa requiere para hacer frente a sus deudas, principalmente los tres bonos denominados en dólares que tiene y que representan un monto total de 1,350 millones de dólares, o de cerca de 25,000 millones de pesos.

De hecho, esas tres obligaciones, que vencen en 2017, 2021 y 2024 y que representan cerca de 40% de las obligaciones totales de la empresa, son quizás las deudas que ICA buscará reestructurar con sus tenedores.

El resto de los adeudos están, casi en su mayoría, vinculados a la evolución de los proyectos específicos que esos préstamos ayudaron a financiar. Así, el pago de esas deudas está casi garantizado.

A medida que las obras entren en operación o maduren, los créditos serán cubiertos por los flujos que generen los proyectos mismos.

 “Realmente donde está el problema es con estos tenedores de deuda, quienes son con los que tendría ICA que sentarse a negociar”, dijo Marco Medina, analista de ICA con el banco Ve por Más (BX+), en una entrevista telefónica. Con las otras deudas, “los flujos van pagando esos créditos".

ICA así enfrenta un dilema ya que si bien podría reducir el monto de sus adeudos con ventas de activos, estaría al mismo tiempo lastimando sus posibilidades de cubrir sus bonos denominados en dólares. 

Incluso, la venta forzada de parte del interés que la empresa tenía en OMA fue vista por algunos como un descalabro para la constructora porque con ello, a pesar de haber cancelado adeudos, perdió casi la mitad de los flujos que la administradora de terminales aéreas le generaba.

La venta perjudicó “mucho a la empresa, ya que OMA es el negocio que más le genera valor a la emisora, sin embargo, no les quedó otra opción”, escribió Intercam Banco en un reporte cuando Deutsche Securities ejecutó la garantía a inicios de este mes.

ICA, por otra parte, también enfrenta cerca de 5,000 millones de pesos en deudas de corto plazo que la compañía asumió para financiar sus operaciones ante el retraso en los pagos que le adeuda el gobierno y diversas de sus dependencia.

Esta falta de pago, combinado con la caída en los montos de los proyectos por ejecutar de ICA, explica en buena medida la razón por la que la constructora enfrenta la peor crisis financiera de su historia.

Como otras constructoras, ICA tiene hoy menos obras por ejecutar luego que la caída de los precios del petróleo forzaron al gobierno a cancelar diversos proyectos de infraestructura en los que la constructora tenía planeado participar, como fue el caso del tren de alta velocidad entre las ciudades de México y Querétaro, o el tren trans-peninsular, que recorrería la parte norte de la Península de Yucatán.

     La devaluación del peso de cerca de 30% en los últimos 18 meses también vino a complicar la situación financiera de ICA, al incrementar el peso de sus adeudos en dólares.

La constructora al parecer no cubrió de forma anticipada las posibles pérdidas cambiarias que podría tener en esos endeudamientos si el peso perdía valor contra el dólar, como ha finalmente ocurrido desde finales de 2014.

Finalmente, algunos analistas atribuyen los problemas de ICA a una administración de crecimiento apalancada y agresiva, que hoy la ha dejado en una posición vulnerable.

Claro que la empresa, con los múltiples activos que tiene buscará en breve sentarse a negociar con sus acreedores a fin de ver si es posible convencerlos de extender las fechas de vencimiento de sus adeudos, principalmente de sus bonos en dólares, o de reducir las tasas de interés que paga sobre esas obligaciones.

La empresa incluso muy probablemente también buscará ver si sus acreedores aceptan convertir parte de esas deudas en acciones de la compañía.

Para ello, ICA muy probablemente resalte en sus negociaciones la lista de activos que tiene y que podrán dar cierta seguridad a sus acreedores que pagará sus obligaciones si los vencimientos de estos se extienden en el tiempo, si se reducen las tasas de interés que paga sobre ellos e incluso si se baja el monto de esas obligaciones.

A continuación, Sentido Comúnpresenta la lista de activos que tiene ICA y que podría utilizar como un arma de negociación para reestructurar sus obligaciones financieras:

  • ICA Fluor: Esta es una de las principales subsidiarias de ICA en la que la empresa mexicana tiene un interés de 50%. 

    ICA Fluor se enfoca principalmente a la ingeniería, procuración, construcción, diseño y puesta en servicios de grandes instalaciones de fabricación, como plantas eléctricas, químicas, petroquímicas, de fertilizantes, farmacéuticas, siderúrgicas, de papel, plataformas de perforación, automotrices y cementeras.

    La participación restante en esta compañía es propiedad de la empresa estadounidense The Fluor Corporation.


  • Acueducto II de Querétaro. En esta obra de infraestructura, ICA posee un interés de 42.4%. El resto 57.6% es propiedad del gobierno estatal, vía la Comisión Estatal de Aguas de Querétaro (CEAQ).  

    La concesión para administrar este acueducto, que inició operaciones en febrero de 2011 y que cuenta con una presa de captación, dos plantas de bombeo, una planta potabilizadora, un tanque de almacenamiento, un túnel de 4,840 metros de longitud y un tramo de 84 kilómetros hacia abajo, es de 20 años.


  • Grupo Aeroportuario del Centro Norte (OMA): A pesar de que ICA ha visto reducir su interés en esta empresa de manera forzosa de 35 a 17.2%, este es uno de los activos estratégicos de la constructora, sobre todo porque en la participación actual la constructora tiene el control de la compañía que a su vez ejerce todas las acciones con derecho de voto de OMA. 

    Ese control hace que el interés de ICA, con una valuación actual aproximada de 303 millones de dólares, pueda tener un precio mucho mayor no solo en caso de que la empresa se viera en la obligación de venderlo, sino porque OMA es vista hoy como una empresa con gran potencial de crecimiento.

    La caída del peso contra el dólar ha abaratado a México como destino turístico, por lo que muchos analistas esperan que compañías administradoras de aeropuertos, como OMA, puedan ver fuertes tasas de crecimiento en el futuro cercano.


  • Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Agua Prieta. En este proyecto, ICA, que tiene un interés de 50% en la planta, participa junto con la empresa Mitsui & Co. Las dos compañías ganaron la concesión para edificar la planta y administrarla por 20 años en 2009 de la Comisión Estatal del Agua de Jalisco.  

    La planta, ubicada en el municipio de Zapopan, Jalisco, inició operaciones en noviembre de 2014 tras una inversión de 3 mil 100 millones de pesos (168 millones de dólares).

    Para la construcción de la planta, el proyecto obtuvo un financiamiento por un mil 175 millones de pesos. Ese préstamo, que está garantizado con acciones de Renova Atlatec, vence en 2027 y actualmente paga una tasa de interés efectivo de 8.17%.

     

  • Facchina Construction Company. En abril de 2014 ICA adquirió esta empresa de construcción pesada estadounidense, que opera en Washington D.C. y el sureste de Florida.

     

  • Acueducto El Realito. ICA tiene un interés de 51% en esta obra de infraestructura vía su filial Controladora de Operaciones de Infraestructura (Conoisa) que le concesionó, junto a la empresa constructora española, Fomento de Construcción y Contratas (FCC), la Comisión Estatal de Aguas de San Luis Potosí.

    El periodo de la concesión para administrar el acueducto es de 25 años, luego de que la obra inició operaciones en diciembre de 2014.

    Para edificar esta obra, ICA y FCC obtuvieron un financiamiento de 1,319 millones de pesos que vence en 18 años.


  • Los Portales. Este es un negocio peruano de bienes raíces en el que ICA participa con un interés de 50%. La empresa se dedica a la construcción de vivienda urbana, vivienda de interés social y al desarrollo de multifamiliares. 


  • Autopista Nuevo Necaxa-Tihuatlán. ICA cuenta con una concesión por 30 años para operar esta autopista de peaje de 84.7 kilómetros de longitud, en la que tiene un interés de 50% a través de su filial Autovia Necaxa Tihuatlán. 

    La concesión la obtuvo ICA en 2007 de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y en junio de 2008 obtuvo un financiamiento de 6,601 millones de pesos para llevar a cabo la construcción de la carretera, la cual inició operaciones en el último trimestre de 2014.


  • Rodio Kronza. ICA tiene un interés de 50% en esta empresa de construcción y asesoría española, que se ha especializado en cimentaciones.


  • Autopista Mitla-Tehuantepec. La empresa constructora, a través de sus filiales Caminos y Carreteras del Mayab y Conoisa ganó en 2010 la concesión para construir, operar y mantener esta autopista federal de 169 kilómetros de longitud, en el estado de Oaxaca. 

    La vialidad tiene tres segmentos, Mitla-Entronque Tehuantepec II, Mitla-Santa María Albaradas y Lachiguiri-Entronque Tehuantepec II, y en ella ICA tiene, a través de Autovía Mitla-Tehuantepec, un interés de 60%.

    El proyecto adeuda 4,047 millones de pesos de una línea de crédito de largo plazo que paga un interés equivalente a la TIIE a 91 días más 2.95 puntos porcentuales; más 1,006 millones de pesos de deuda subordinada. La concesión de esta autopista es por 20 años.


  • San Martín Contratistas Generales. Esta es una filial de ICA, ubicada en Perú y que se dedica principalmente a actividades de construcción para la industria minera. 

    La empresa constructora mexicana tiene un interés de 51% en esta compañía.


  • Parque Eólico Reynosa I. La filial de ICA, Conoisa, tiene un interés de 20% en este proyecto para generar 60 megawatts. La participación restante es propiedad de Santander Capital Structuring. 

    El parque eólico se ubica en la ciudad de Reynosa, en el estado de Tamaulipas y podría entrar en operación en la segunda mitad de este año.


  • ICA Operadora de Vías Terrestres (ICA OVT). La empresa constructora tras vender un interés de 49% en esta filial al inversionista institucional canadiense, Caisse de Dépot et Placement du Québec (CDPQ), mantiene un interés de 51% en la empresa administradora de la autopista Kantunil-Cancún, de la carretera de peaje Río Verde-Ciudad Valles, del libramiento La Piedad y el Túnel Diamente.


  • Barranca Larga-Ventanilla. La empresa Desarrolladora de Infraestructura Puerto Escondido ganó en 2009 la concesión para construir, operar, explotar y mantener la autopista Barranca Larga-Ventanilla en el estado de Oaxaca. 

    ICA adquirió la concesión de esta autopista con cuatro carriles, 104 kilómetros de longitud y que conecta los centros turísticos de Puerto Escondido con Huatulco, en marzo de 2012.

    La empresa concesionaria adeuda 1,368 millones de pesos, los cuales vencen en 2032. La tasa de interés sobre ese préstamo es equivalente a la TIIE de 28 días más 3 puntos porcentuales.

     

  • Dos cárceles, una en el estado de Sonora, administrada por la empresa Pápagos Servicios para la Infraestructura, y otra en el estado de Jalisco, concesionada a Sarre Infraestructura y Servicios.

    ICA opera esas dos cárceles desde 2012 gracias a la concesión para edificarlas y administrarlas que ganó en 2010.

    La concesión expira en 2032.

    La constructora incluso intentó ya vender un interés de 70% en estos dos proyectos en 2014 a la empresa Hunt Development Group, pero la transacción no fue aprobada por las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública.

    La venta de las dos cárceles también implicaría una reducción de adeudos pues las sociedades que las administran emitieron bonos por 800 y 899 millones de pesos en abril de 2012. El valor de esos bonos crece al ritmo que avanza la inflación al estar denominados en unidades de inversión, o udis --una unidad de cuenta que evoluciona a la par que el índice nacional de precios al consumidor.

 

 


Fecha de publicación: 15/02/2016

Etiquetas: Empresas ICA construcción deuda acreedores activos reestructuración transporte bonos