Ganaderos mexicanos aplaudieron la eliminación por parte del gobierno de Estados Unidos de la etiqueta que identificaba el país de origen en los productos cárnicos importados y que comenzó a operar en 2009.

     Para los ganaderos mexicanos, esa etiqueta, mejor conocida como COOL, por sus siglas en inglés Country of Origin Label, los ponía en desventaja frente a sus competidores estadounidenses.

     Los costos asociados que enfrentaban las empresas comercializadoras de productos cárnicos para rastrear el origen de los productos cárnicos importados desde México u otro país --algo nada fácil en un mundo cada vez más globalizado y con amplia movilidad en cuanto al ganado-- hacía que esas compañías prefiriesen comprar productos cárnicos estadounidense que mexicanos.

     Para muchos ganaderos mexicanos, la etiqueta sacaba de forma artificial a sus productos cárnicos del mercado estadounidense.

     Sin embargo, tras diversas victorias legales por parte el gobierno de México y el de Canadá, que se opusieron a esas reglas de etiquetado en instancias internacionales, los legisladores de Estados Unidos decidieron eliminarlos a seis años de haberlos impuesto.

     La exigencia de contar con esa etiqueta de país de origen desaparecerá a partir del próximo año para la carne de res, cerdo y carne molida.

     En buena medida, la decisión de los legisladores estadounidenses se debió en última instancia a la victoria legal que obtuvieron los gobiernos de ambas naciones en la Organización Mundial de Comercio (OMC).

     Los directivos de OMC determinaron, tras revisar el caso, que la etiqueta COOL era una práctica discriminatoria contra los productos cárnicos importados de México y Canadá a Estados Unidos.

     Como resultado, OMC autorizó a los gobiernos de México y Canadá imponer tarifas por hasta 1,000 millones de dólares al año a productos que Estados Unidos exporta a México y Canadá.

     La amenaza de esos aranceles, sin embargo, fue suficiente para que el Congreso de Estados Unidos, presionado y cabildeado por otras industrias que sufrirían la imposición de esas tarifas extraordinarias, decidiera remover esa etiqueta de los productos cárnicos.

     Estados Unidos “incumplió con sus obligaciones internacionales al emitir disposiciones de etiquetado de país de origen que causaban discriminación a nuestras exportaciones de ganado bovino”, dijo la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas, en un comunicado. “La derogación de los requisitos de etiquetado es una victoria muy importante para los ganaderos organizados de México.

 


Fecha de publicación: 21/12/2015

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