Ciudad de México, 7 de dic. (Dow Jones) -- Petróleos Mexicanos, la compañía petrolera nacional de México, ha perdido su apreciado estatus de monopolio estatal debido a una reforma energética que está atrayendo a nuevos participantes al mercado, pero la empresa está utilizando esta oportunidad para aprovechar sus considerables activos con el fin de generar nuevas fuentes de ingresos con esos mismos competidores.

Hace unas semanas, Pemex dijo que ofreció comercializar el petróleo crudo y gas natural en el mercado de los nuevos productores que ganen contratos en la subasta que realizará el gobierno de campos de petróleo terrestres este mes. Pemex reestructuró previamente sus unidades de perforación y logística para empezar a buscar a los clientes más allá de sus propias divisiones de exploración, producción y comercialización.

Pero eso, dijo José Manuel Carrera, director de Alianzas y Nuevos Negocios de Pemex, es sólo el principio de las maneras en que la empresa puede convertir sus centros de costos actuales en centros de beneficios, mediante el uso de la reforma energética para su ventaja.

"Durante 77 años, Pemex ha acumulado una gran cantidad de activos ya que, por ley, teníamos la obligación de crear cada pieza de la cadena de valor, desde la exploración hasta la venta al menudeo", dijo en una entrevista.

Por ejemplo, las refinerías de Pemex han perdido dinero debido a que el gobierno fija los precios del combustible y requiere que Pemex venda sus productos refinados al mismo precio en todas partes del país, independientemente de lo mucho que cuesta transportar tales productos a los mercados más lejanos.

Debido a que los controles de precios del combustible se eliminarán en los próximos dos años, "vamos a poder ser capaces de establecer precios adecuados en esos mercados", dijo Carrera.

Pemex, que ha franquiciado casi todas las 11,000 estaciones de gasolina en México, también buscará nuevos clientes para su negocio completo de gasolina y diésel conforme nuevas marcas de estaciones de servicio se muden al país. Dado que el número de estaciones podría duplicarse e incluso triplicarse durante la próxima década, Pemex va a competir agresivamente para proveer combustibles a las nuevas estaciones, manteniendo el negocio que ya tiene, dijo Carrera.

Incluso las estaciones de servicio que adquieran su gasolina y diésel de otros proveedores tendrán que trasladarla desde lugares como Estados Unidos hasta los puntos de venta en México, y Pemex ya hace eso todos los días de la semana, ya que tal vez sea el mayor importador de gasolina del mundo, añadió el ejecutivo. Pemex importó casi la mitad de la gasolina que consume para un promedio de 411,000 barriles diarios en el período enero a octubre.

La semana pasada, Pemex anunció la apertura de cinco gasolineras en la ciudad de Houston, Texas, como parte de su estrategia para ingresar en el mercado estadounidense y, a la vez, hacer frente a la apertura del sector energético.

El gigante petrolero también es propietario de la red nacional de ductos, mismos que transportan petróleo crudo, gasolina, diésel, gas natural y otros productos. También cuenta con una flota de camiones cisterna para transportar cantidades más pequeñas de esos productos procedentes de sus instalaciones de almacenamiento, así como buques para el transporte de combustibles alrededor de las costas.

Finalmente, los nuevos negocios de Pemex podrían generar miles de millones de dólares al año y ayudarle a suavizar algunos impactos de la volatilidad de los precios mundiales del petróleo, dijo Carrera.

La firma sin duda podría requerir de nuevos ingresos en el actual mercado petrolero. Pemex reportó en el tercer trimestre que su pérdida neta llegó a 167,000 millones de pesos (unos 10,000 millones de dólares), afectada por los menores precios del petróleo y una moneda más débil. El precio promedio de sus exportaciones de petróleo fue 45.62 dólares por barril en los primeros 10 meses del año, en comparación con 86 dólares en 2014 y casi 100 dólares en 2013.

La producción de petróleo de Pemex ha estado cayendo durante 11 años y ahora se sitúa en alrededor de 2.25 millones de barriles diarios, en comparación con cerca de 3.4 millones de barriles diarios en 2004.

Pemex ha dicho que su enorme carga fiscal, aunada a las subvencionadas ventas de combustibles y restrictivas normas contables han sido un lastre enorme en su capacidad para generar ganancias y mantener el crecimiento.

La reforma energética promulgada el año pasado está diseñada para aliviar esa carga y al mismo tiempo permitirle al sector de petróleo y gas crecer con la adición de participantes privados y extranjeros que traerá nuevas inversiones.

Pemex también ha reducido sus primeros acuerdos de capital privado gracias a la reforma energética y se está preparando para formar asociaciones con grandes participantes en la industria petrolera para poder financiar nuevos proyectos de exploración y producción en los que se necesita tanto de ayuda técnica como fondos de inversión.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

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Fecha de publicación: 07/12/2015