30 de jun. (Dow Jones) -- Grecia se convirtió en el primer país desarrollado en dejar de pagar el Fondo Monetario Internacional luego que el programa de rescate que lo había sostenido durante cinco años expiró y que sus acreedores rechazaron los esfuerzos de última hora de Atenas por resolver su crisis financiera.

El Fondo, con sede en Washington, dijo que el gobierno griego no transfirió 1,550 millones de euros (1,730 millones de dólares) al cierre de las actividades, el mayor impago en la historia del FMI.

El incumplimiento al FMI fue un final dramático, aunque esperado, para un día lleno de giros inesperados.

Por la mañana --con el tictac del reloj acercándose al fin del programa de rescate en su porción europea de 245 millones de euros a medianoche-- funcionarios en Atenas dieron a conocer que estaban trabajando en una nueva solución a los cuatro meses de estancamiento con los acreedores del país.

Por la tarde, el primer ministro Alexis Tsipras había solicitado un nuevo programa de rescate --el tercero del país en cinco años-- para ayudar a pagar por una parte de los 29,150 millones de dólares (32,520 millones de dólares) de adeudos del país que vencen entre 2015 y 2017.

Al mismo tiempo, funcionarios griegos generaban dudas sobre los planes para realizar un referéndum el domingo sobre si estaban de acuerdo o no en apoyar el programa de rescate europeo que rechazó el gobierno griego.

El gobierno de Tsipras ha había pedido a sus ciudadanos a votar en contra de los recortes de pensiones y aumentos de impuestos a las ventas que exige ese programa de los acreedores.

Algunos funcionarios sugirieron que Tsipras y sus ministros podrían hacer campaña a favor de un "sí" si se ponía sobre la mesa un mejor programa de austeridad, mientras que otros indicaron que el voto, incluso podría ser cancelado por completo.

Claro que la duda persistía si alguna de estas medidas podría evitar el colapso financiero de Grecia y asegurar su lugar en la unión monetaria de Europa. Aunque la perspectiva de darle más préstamos de rescate, por tenue que parecía, se veía que podría amortiguar algunos de los efectos por la falta de pago al FMI.

Las acciones y los bonos europeos cayeron y el euro se debilitó frente al dólar estadounidense. Aunque la mayoría de los movimientos fueron más pequeños que las caídas registradas el día anterior después de un fin de semana en el que Atenas convocó al referéndum y a cerrar su sistema bancario por seis días para evitar que el dinero se fugara del país.

El presidente estadounidense, Barack Obama restó importancia a los posibles efectos del empeoramiento de la crisis de Grecia sobre la economía estadounidense. "Esto no es algo que creemos que tendrá un impacto importante en el sistema", dijo.

El secretario del Tesoro Jacob Lew ha instado a sus homólogos europeos a seguir adelante con las negociaciones de rescate para encontrar un "compromiso pragmático" que incluya tanto re-acondicionamientos económicos difíciles y alivio de la deuda, para evitar los problemas económicos de Europa impacten el crecimiento de Estados Unidos.

Pero en Berlín, la canciller Angela Merkel y otros altos funcionarios buscaron reducir las expectativas de una solución rápida a la crisis griega.

Antes de que los ciudadanos de Grecia voten sobre las medidas exigidas por los acreedores, "no vamos a negociar nada nuevo", dijo Merkel. El segundo de su gobierno y su aliado político, Sigmar Gabriel, que es del partido socialdemócrata, instó a Grecia a cancelar el referéndum por completo.

"Si así ocurriera, entonces nos podemos reunir con gran rapidez para mantener conversaciones, charlas iniciales. Si ese no es el caso, entonces ciertamente debemos hacer esto después del referéndum", dijo Gabriel.

Los ministros de finanzas de la zona euro tienen previsto discutir la solicitud de rescate de Grecia, junto con las nuevas propuestas de recortes presupuestarios y revisiones de políticas, en una tele-conferencia el miércoles por la mañana.

El ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis dijo a sus contrapartes el martes que estos planes serían muy semejantes a los propuestos por los acreedores, comentó el ministro de finanzas de Austria, Hans Joerg Schelling en la televisión austriaca ORF.

Varoufakis también sugirió que su gobierno puede hacer campaña por el "sí" en el referéndum si se aceptaran sus nuevas propuestas, dijo el señor Schelling.

Otros funcionarios eran más escépticos de que, después de cuatro meses de negociaciones a veces mordaces, el gobierno de izquierda de Tsipras fuese finalmente a ceder a las demandas de los acreedores.

"La postura política del gobierno griego no parece haber cambiado", dijo Jeroen Dijsselbloem, el ministro de Finanzas holandés que preside las conversaciones con sus homólogos de la euro-zona.

Dijsselbloem dijo el fin de semana que el gobierno tendría dificultades para convencer a los acreedores e inversionistas que aplicaría medidas a las que ya se ha dicho que no respalda.

No se espera que el vencimiento del plan de rescate existente y un impago al FMI a vaya a tener consecuencias inmediatas para la economía de Grecia. Sus bancos ya han recibido la orden de permanecer cerrados hasta el lunes, después de que el Banco Central Europeo congeló el sábado los préstamos de emergencia a los prestamistas griegos.

Los retiros de efectivo de los griegos se han limitado 60 euros por día por cada titular de una cuanta bancaria.

El miércoles, los ojos volverán a estar en BCE, cuyo consejo de gobierno se reunirá en Frankfurt.

El consejo, que incluye los bancos centrales de los 19 países miembros de la zona del euro, se muestra reacio a adoptar todas las medidas adicionales que por ahora infligirían más dolor a los bancos griegos, por ejemplo, obligándoles a pagar los préstamos pendientes apenas días antes del referéndum, dijeron personas familiarizadas con el asunto.

Esto es así a pesar de un creciente nivel de impaciencia sobre la exposición del banco central con Grecia.

Una opción simbólica sería que BCE eleve un poco el monto de la garantía necesaria para dar crédito de emergencia, aunque al mismo tiempo tendría que calibrar las quitas a los bancos griegos para asegurar que tuviesen suficiente para cubrir el monto de 89,000 millones de euros en préstamo existente.

 

 


Fecha de publicación: 30/06/2015