24 de may. (Dow Jones) -- Un día de finales del mes pasado, dos grandes empresas anunciaron adquisiciones que tenían algo en común: ni Comcast, ni tampoco Abbvie utilizaron a un banquero de inversiones.

Comcast y Abbvie, ambos gigantes corporativos de Estados Unidos, no son las únicas en hacerlo. En la actualidad, cada vez más compañías están decidiendo prescindir de los banqueros cuando realizan adquisiciones.

En 2015, los compradores involucrados en adquisiciones de empresas públicas con un valor de más de mil millones no utilizaron asesores financieros en 70 de esos casos, o 26% de las veces, de acuerdo con Dealogic. Este es el segundo total más alto en los anales y supera con creces los 25 casos, o 13%, vistos en 2014.

En este 2016, ya ha habido 23 ejemplos, o 27% de los tratos en cuestión. Mientras que el volumen de las fusiones ha estado creciendo, el aumento de los acuerdos que no incluyeron un banco desde 2014 ha sido más pronunciado.

Esa es una mala noticia para las firmas de Wall Street, que obtienen grandes honorarios --a veces del orden de las decenas o incluso cientos de millones de dólares-- por fungir como asesores en las adquisiciones.

El momento no podría ser peor para los grandes bancos que están perdiendo participación de mercado debido a la competencia surgida de las firmas más pequeñas, conocidas como bancos boutiques, a las nuevas regulaciones y a las bajas tasas de interés.

Las firmas boutique, como Moelis y Perella Weinberg Partners han ido ganando terreno sobre sus rivales más grandes en los últimos años, con una cuota de mercado de grupo basada en honorarios recientemente de casi 18% en lo que va de 2016, más del doble de lo que se registró en 2008, de acuerdo con Dealogic.

Ejecutivos de las empresas atribuyen este aumento al deseo de mantener confidenciales las transacciones, moverse rápidamente cuando es necesario y, por supuesto, ahorrar dinero.

También existe la opinión entre algunos, de que los banqueros no siempre toman en cuenta sus intereses.

En su carta de 2014 dirigida a los accionistas de Berkshire Hathaway, Warren Buffett capturó ese punto de vista. Él se mofó de que los bancos de inversión, que, "al ser pagados como lo son, por acción, instan constantemente a los adquirentes a pagar sobreprecios que van de 20 a 50% con respecto a los precios del mercado por las empresas que cotizan en bolsa".

El oráculo de Omaha añadió: "Unos años más tarde, los banqueros --portando una cara seria-- de nuevo aparecerán y le instarán con el mismo fervor a escindir la adquisición anterior con el fin de desbloquear valor para los accionistas”.

 

¿Qué ha cambiado al interior de las empresas?

Algunas de ellas tienen ahora grandes equipos internos capaces de desarrollar la estrategia necesaria para realizar adquisiciones, construir modelos financieros y realizar transacciones sin la ayuda de los banqueros.

La tendencia se ha acelerado a medida que las empresas han vuelto a realizar fusiones y adquisiciones después de años de escasa actividad.

Mientras tanto, las restricciones sobre la compensación y otros reglamentos aplicados a los grandes bancos han creado un suministro constante de asesores experimentados dispuestos a ir a trabajar a otra empresa --incluso si el pago es inferior.

Realizar dicho cambio generalmente implica aceptar una reducción salarial. En las grandes empresas, muchos negociadores internos experimentados a menudo ganan más de un millón de dólares al año, y esas funciones pueden ser peldaños que llevan a puestos de trabajo más importantes, como director de finanzas. En un buen año, un importante banquero especializado en fusiones y adquisiciones puede percibir varios millones de dólares.

En un movimiento reciente que no fue publicado previamente, el banquero de los medios Guy Nachtomi de Goldman Sachs Group renunció para unirse a Activision Blizzard como director de estrategia, dijeron personas familiarizadas con el asunto.

 

Los bancos no han desaparecido por completo, por supuesto.

Las grandes firmas de Wall Street tienen ejércitos de asesores con amplios conocimientos y acceso a información valiosa. Tener banqueros experimentados también puede ser de gran ayuda en caso de que hubiera desafíos legales, si se cometió algún error en el mismo o se pone en duda el precio.

Las empresas a menudo tienen que pedir prestado para hacer las adquisiciones, lo que con frecuencia va de la mano con la asesoría.

Para una empresa que vende es particularmente difícil realizar una transacción por su propia cuenta, dijeron los negociadores. Coordinar una subasta que tenga varios niveles sin un banquero, por ejemplo, sería difícil y expondría a la empresa a un riesgo legal.

Nada de eso disuadió a Comcast o Abbvie, las cuales recientemente contrataron a ex banqueros.

Comcast trajo a Bob Eatroff de Morgan Stanley como vicepresidente ejecutivo de desarrollo y estrategia corporativa global.

Cuando Comcast acordó la compra de DreamWorks Animation SKG por tres mil 800 millones el mes pasado, la compañía de cable realizó las negociaciones por sí misma en parte porque tenía que actuar con rapidez, dijeron personas familiarizadas con el asunto.

En el transcurso de dos semanas, el equipo de negociación y ejecutivos de Comcast, incluyendo a su director financiero Mike Cavanagh --un ex banquero-- elaboraron un acuerdo con el estudio de cine, dijeron las personas.

Al final de las pláticas, el directorio de Comcast sostuvo un par de consultas con Paul Taubman de la firma boutique PJT Partners para obtener una opinión externa, dijeron algunas de las personas.

PJT probablemente recibirá menos de los honorarios normales que percibiría un asesor externo en ese tipo de tratos, de hasta 20 millones de dólares, dijo una de las personas.

Abbvie también evitó recurrir a un banco de inversión cuando acordó ese día de abril comprar al desarrollador de medicamentos contra el cáncer Stemcentrx en cinco mil 800 millones de dólares.

La compañía farmacéutica contrató a Henry Gosebruch de JP Morgan Chase en diciembre para que fungiera como su director de estrategia.

En las dos primeras semanas en funciones de Gosebruch, Abbvie concertó una reunión con el director ejecutivo de Stemcentrx e indicó su interés en adquirir la compañía, dijo una persona familiarizada con el asunto.

Cuando inició la subasta de Stemcentrx más tarde, Abbvie ya había efectuado una cantidad considerable de trabajo y no vio la necesidad de contar con un banco, dijo la persona.

Cuando Abbvie cerró la compra, recurrió a Bank of America para obtener una opinión de equidad, que por lo general cuesta mucho menos.

Ni PJT ni Bank of America fueron acreditados por las asesorías realizadas en los comunicados de prensa que anunciaron los dos acuerdos. 

 

 


Fecha de publicación: 24/05/2016