Asur comprará 12 aeropuertos en Colombia, incluye dos en Medellín

10 de abr. (Sentido Común) -- Asur, la compañía operadora de nueve aeropuertos en México y uno en Puerto Rico, firmó acuerdos para adquirir a las compañías que controlan 12 terminales aéreas en Colombia, con lo que pretende más que doblar el número de terminales aéreas que controla y realizar su segunda incursión fuera del país.

     La empresa mexicana, que administra el aeropuerto de Cancún y cuyo nombre oficial es Grupo Aeroportuario del Sureste, pagará 262 millones de dólares por un interés mayoritario en las firmas Airplan y Aeropuertos de Oriente, dijo en un comunicado.

     No obstante, la empresa aeroportuaria, la segunda más importante de México, agregó que el precio final de la transacción permanece sujeto a ajustes de cierre. Si la operación se completa, Asur tendrá 92.4% del capital de Airplan y 97.3% del capital Aeropuertos de Oriente.

     “Asur espera que tanto Airplan y Oriente y sus respectivas subsidiarias puedan ser consolidadas en los estados financieros de la compañía”, dijo la firma en el comunicado.

     La transacción, de concretarse, consolidará aún más la estrategia de expansión de la empresa que desde 2012 ha buscado, además de mejorar sus operaciones nacionales, incursionar en oros países.

     Actualmente, Asur es dueña de un interés de 50% en la empresa Aerostar Airport Holdings que opera el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín en San Juan, Puerto Rico.

     La compañía, con sede en la Ciudad de México, dijo en el comunicado que financiará la adquisición de las empresas colombianas con una combinación de recursos propios y de deuda. Asur no ofreció mayores detalles.

     En 2016, el flujo neto de efectivo de la compañía, generalmente tomado como un indicador de liquidez, ascendió a cuatro mil 463 millones de pesos (239.1 millones de dólares al tipo de cambio actual); en tanto, su deuda bancaria cerró el año en cuatro mil 460.8 millones (239 millones).

     Airplan controla la operación del Aeropuerto Enrique Olaya Herrera y el Aeropuerto Internacional José María Córdova, ambos en Medellín; así como el Aeropuerto Los Garzones en Montería, el Aeropuerto Antonio Roldán Betancourt en Carepa, el Aeropuerto El Caraño en Quibdó y el Aeropuerto las Brujas en Corozal.

     La ciudad de Medellín es la segunda más poblada de Colombia después de Bogotá, la capital del país que es el quinto con más turismo internacional del continente. 

     Medellín es el centro industrial y comercial de Colombia.

     Por su parte, Oriente tiene concesiones para operar el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Santa Marta, el Aeropuerto Almirante Padilla en Riohacha, Aeropuerto Alfonso López Pumarejo en Valledupar, el Aeropuerto Internacional Camilo Daza en Cúcuta, el Aeropuerto Internacional el Palonegro en Bucaramanga y el Aeropuerto Yariguíes en Barrancabermeja, agregó Asur en el comunicado.

     El año pasado Airplan transportó por sus terminales 10.4 millones de pasajeros, mientras que Oriente movilizó a 5.2 millones de personas. Sumando ambas cifras, el tráfico de pasajeros en las terminales que espera controlar Asur representan 54.9% del total de pasajeros --28.4 millones-- que registró en sus terminales mexicanas y en la puertorriqueña.

     Así, de concretarse la transacción, Asur podrá ver crecer su tráfico de pasajeros en más de 50%.

     Las concesiones de Airplan vencen en primer término en 2032, pero pueden prorrogarse hasta 2048. En el caso de Oriente, la concesión tiene como fecha de vencimiento inicial 2033, con una extensión hasta 2049.

     Asur dijo que la transacción se encuentra sujeta a la aprobación de las autoridades colombianas, como la Agencia Nacional de Infraestructura, el organismo encargado de otorgar las concesiones aeroportuarias.

     Asur nació en 1998 cuando ganó la concesión para operar nueve terminales en el sureste mexicano con un plazo de 50 años.

      Además, a mediados de 2012 Asur se hizo de la mitad de Aerostar Airport al formar una sociedad con la firma Highstar Capital IV, una firma de capital riesgo, con sede en Nueva York.

     Ambas compañías pagaron en ese entonces dos mil 600 millones de dólares, un monto que incluía mil 400 millones en mejoras de capital.