11 de ago. (Dow Jones) -- Los inversionistas están invirtiendo miles de millones de dólares en fondos que prometen reducir al mínimo los altibajos del mercado, destacando la ansiedad que prevalece después de siete años de ganancias registradas por las acciones.

Los fondos de inversión llamados de baja o mínima volatilidad están diseñados para fluctuar menos que el mercado en su conjunto --no suben tanto durante las rachas al alza, pero tampoco caen tanto durante las liquidaciones.

Ese tipo de cobertura de riesgos ha ganado popularidad este año. Los cinco fondos negociados en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) de baja o mínima volatilidad habían obtenido una ganancia neta de 12 mil 500 millones de dólares al 30 de junio, a pesar de que los inversionistas retiraron más o menos 52 mil millones de dólares de los fondos de capital de Estados Unidos, de acuerdo con estimaciones de Morningstar, la firma investigadora de inversiones con sede en Chicago.

"Eso me ayuda a dormir bien por las noches", dijo Narendra Mulani, director de análisis de Accenture, que ha añadido a sus cuentas inversiones de baja volatilidad este año.

Este es el último ejemplo del creciente costo que implica la tranquilidad para los inversionistas nerviosos. Los que están a favor de esta estrategia dijeron que ésta ayuda a los inversionistas a sortear los vaivenes del mercado, al tiempo que proporciona una mayor rentabilidad a largo plazo.

Los críticos, sin embargo, dijeron que éstas se han convertido en las inversiones de moda cuyos beneficios podrían erosionarse, si suben las tasas de interés o siguen subiendo los mercados.

Las acciones del ETF iShares Edge MSCI Minimum Volatility USA han ganado considerablemente en 2016 para negociarse a un promedio aproximadamente 26 veces más que sus ganancias de los últimos 12 meses. Esto es 30% más que la relación precio a ganancias de 20 del ETF iShares Core S&P 500.

Estas ganancias excedentes son comunes ahora en los fondos que algunos inversionistas y analistas dijeron que a menudo se enfocan a activos tales como acciones de servicios públicos o en fideicomisos de inversión inmobiliaria que se hayan desempeñado bien recientemente, pero que muestran un futuro potencial limitado y que por lo general van a la zaga del mercado en períodos de alta confianza o fuerte crecimiento.

"Si está pagando un precio demasiado alto, es posible que esté asumiendo el riesgo que está tratando de evitar", dijo Jim Stephenson, gerente de cartera del Nuveen NWQ Global Equity Income Fund.

Dos de los fondos más populares han estado entre los grandes ganadores de este año. Los inversionistas añadieron alrededor de seis mil 200 millones de dólares al ETF mínima volatilidad iShares en la primera mitad de 2016, dijo Morningstar, que incluye un conjunto de acciones relativamente estables, tales como General Mills, Johnson & Johnson y AT&T.

El ETF PowerShares S&P 500 High Dividend Low Volatility Portfolio, por su parte, atrajo cerca de mil 400 millones de dólares a un fondo que selecciona empresas que pagan dividendos, incluidas empresas financieras como el gigante del almacenamiento de datos Iron Mountain, y servicios públicos que incluyen a Spectra Energy.

El ETF iShares ha subido 13% en 2016, mientras que el fondo PowerShares ha subido 19%, de acuerdo con FactSet.

Robert Nestor, jefe de estrategia inteligente-beta de US iShares en BlackRock, acredita la mayor parte de las ganancias de dicho fondo en 2016 a una racha estable en enero y febrero. Cuando el S&P 500 cayó más de 10% a principios de año, éste disminuyó menos de 5%. Durante la aguda liquidación registrada después de la votación de Reino Unido para salir de la Unión Europea, ganó 2.2%.

El fondo de iShares se situó también por detrás de los dos recuperaciones, al subir 9.7% entre el mínimo de febrero y mediados de abril, mientras que el S&P 500 ganó 13%. Dado que la ola de liquidaciones Brexit finalizó el 27 de junio, el fondo ha ganado 6.5%, mientras que el S&P 500 subió 8.7%.

"La idea es proporcionarles un viaje más suave a los inversionistas", dijo Nestor.

Los fondos reflejan la investigación que sugiere que los inversionistas tienden a pagar de más por las acciones que se mueven más que el mercado en general, y pagan menos por las acciones de movimiento lento, a pesar de que estas se desempeñan mejor a largo plazo, reduciendo al mínimo las pérdidas cuando cae el mercado, dijo Nick Kalivas, estratega senior de productos bursátiles en Invesco PowerShares.

Así que la teoría es que vale la pena sacrificar algunas ganancias cuando el mercado sube, para minimizar las pérdidas cuando las cosas se agrian.

"Esta es una manera de obtener exposición a la renta variable donde se puede captar algo de ventaja y mitigar un poco de ese inconveniente", agregó.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

                                                                                    

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Fecha de publicación: 11/08/2016

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