16 de dic. (Sentido Común) -- Luego de permanecer intacto por casi una década, el llamado Convenio Bilateral de Servicios Aéreos México-Estados Unidos, o Air Transport Agreement, sufrió ya de importantes cambios que algunos predicen harán más económico y fácil el transporte aéreo de pasajeros y mercancías entre ambas naciones.

     El hecho de que esos cambios eliminen, por un lado, los límites al número de aerolíneas que pueden atender las diversas rutas que existen o puedan existir entre ambas naciones y que, por otro, brinden mayores facilidades para que las empresas de carga aérea puedan mejorar sus planes de logística y distribución de mercancías, hacen prever a algunos que el mercado de la aviación México-Estados Unidos sufrirá, en pocos años, una transformación radical.

     Los pasajeros, por ejemplo, muy probablemente contarán con más opciones para volar a distintos destinos entre ambas naciones y a distintos precios, con compañías aéreas que quizás hoy no vuelan entre las dos naciones --todo gracias a que las reformas al convenio elevarán los niveles de competencia en el mercado de la aviación México-Estados Unidos. 

     Por su parte, las empresas productoras de bienes o de componentes que utilizan la carga aérea para desplazar sus mercancías a Estados Unidos, México y otros países, podrán lograr ahorros y una mejor integración de sus cadenas productivas gracias a la flexibilidad que los cambios al convenio les ofrecen en materia de transporte de carga.

     "Creemos que este acuerdo es positivo para el tráfico”, escribió Bernardo Vélez, analista de Grupo Bursátil Mexicano (GBM) en un reporte publicado recientemente. Habrá en todos los sentidos “una mayor variedad de oferta debido a una mayor competencia en las rutas entre Estados Unidos y México".

     Claro que los beneficios que muchos prevén que traerán las modificaciones al convenio aéreo bilateral dependerán de que el Senado mexicano y el gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento de Transporte, ratifiquen los acuerdos alcanzados y anunciados a finales de noviembre.

     Mientras eso ocurre, los analistas estiman que los ganadores indudables de estos cambios serán, por un lado, los viajeros de ambas naciones, quienes muy probablemente contarán con un menú de opciones más amplio, desde las aerolíneas en que podrán volar, hasta los horarios en los que lo harán, sin olvidar, obviamente, mejores precios para poder trasladarse entre ambos países.

     Pero no sólo los pasajeros serán muy probablemente los ganadores, las empresa también serán beneficiadas con las mayores libertad que las reformas al convenio bilateral ofrecen en materia de carga aérea.

     "Las empresas [de carga aérea] mexicanas tendrán la oportunidad de llegar a otras naciones y ampliar su mercado [desde Estados Unidos], así como las estadounidenses van a tener la posibilidad de volar a México y también de México hacia otras naciones", dijo la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la dependencia encargada de la renegociación del acuerdo aéreo bilateral con Estados Unidos y con otros países.

     Para los expertos estas nuevas posibilidades mejorarán las condiciones de traslados de insumos y mercancías entre México y Estados Unidos, y sus principales socios comerciales.

     "Creemos que esta apertura. . . podría incrementar la competencia internacional y generar oportunidades para aerolíneas de carga, como la estadounidense Federal Express y la mexicana Mas Air, quienes cuentan con el mayor porcentaje del mercado en el país", escribió Vélez en su reporte.

     Pero tal vez, los ganadores indiscutibles de los cambios serán: las terminales aéreas tanto de México como de Estados Unidos.

     Para la mayoría de quienes han revisado los cambios acordados, es claro que con ellos el tráfico de pasajeros entre las dos naciones crecerá y lo hará de manera importante.

     La eliminación de las restricciones que hasta ahora existían en el convenio permitirá que más aerolíneas vuelen a más ciudades entre ambas naciones, lo que a su vez generará una derrama de beneficios para las terminales aéreas, en primer plano, y para otras industrias, como la hotelera, la turística y del transporte por tierra de pasajeros y mercancía, en segundo plano.

     "Los aeropuertos serán los mayores beneficiados”, escribió Javier Romo, analista de la empresa de análisis, Signum Research, en un reporte. “La entrada de nuevas aerolíneas y la apertura de nuevas rutas generan, naturalmente, mayores ingresos aeronáuticos internacionales, los cuales son superiores a los domésticos. Además, el incremento en tráfico de pasajeros internacionales aumenta el ingreso no aeronáutico de los pasajeros en mayor proporción que el tráfico doméstico por lo que se generan mayores economías de escala y aumentarán los márgenes".

     Los cambios también serán muy probablemente benéficos para las compañías de aviación. Sin embargo, en este caso esos beneficios no serán inmediatos o no están asegurados. Mucho dependerá de la capacidad de cada aerolínea para sacar provecho de estas nuevas libertades, que a su vez con llevan mayores niveles de competencia y, por lo tanto, nuevos retos.

     Muchos analistas incluso creen que el mayor reto lo tendrán las aerolíneas mexicanas, que si bien gozarán de nuevas oportunidades para prestar servicios en Estados Unidos, también enfrentarán mayor competencia en su territorio por parte de empresas de aviación de ese país, que incluso cuentan con una mayor infraestructura y capacidad operativa --algo que pondrá a prueba a las líneas aéreas mexicanas.

     "En México 49.6% el tráfico aéreo es internacional y de ese total, 70% se da con Estados Unidos. Las aerolíneas mexicanas cuentan con 24% del mercado, mientras que las aerolíneas internacionales 53%", escribió Vélez "El nuevo acuerdo podría ser negativo para las aerolíneas domésticas, debido al incremento en la competencia".

     Claro que por otra parte, las compañías mexicanas de aviación podrían buscar aliarse con sus contra-partes estadounidenses a fin de reducir el riesgo que tendrán por una mayor competencia proveniente del exterior.

    


Fecha de publicación: 16/12/2014

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