IGAE enero con mayor descenso en 44 meses, vislumbra un primer trimestre lento

22 de mar. (Axis negocios) -- La actividad productiva en México confirmó un nuevo tropiezo para el arranque de 2024, como primer paso de un año en el que se espera desaceleración económica debido a que la política monetaria podría mantenerse en zona restrictiva por más tiempo.

     La economía del país tuvo una contracción de 0.6% mensual desestacionalizada en enero, su cuarto descenso consecutivo, siendo el más pronunciado desde mayo de 2020, cuando el golpe económicamente más visible de la pandemia aún estaba vigente, o durante los últimos 44 meses, de acuerdo con el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

     Comparado sólo con cada enero, el desempeño de la economía de México en 2024 fue el más negativo desde 2010, o durante 14 años.

     De esta manera, el desempeño del IGAE decepcionó frente a lo esperado por los analistas encuestados por Infosel, quienes anticipaban un incremento mensual desestacionalizada de 0.2% en el primer mes del año.

     En cifras anuales y sin ajustar por estacional, el IGAE tuvo un incremento de 2% con respecto a enero de 2023, su avance número 27 consecutivo, pero fue su tercera menor alza en 28 meses.

     Los economistas consideran que el menor dinamismo de la economía responde a la función de una política monetaria restrictiva, debido a que erosiona el poder adquisitivo, y de un menor crecimiento en Estados Unidos, factores que podría implicar un primer trimestre lento.

     “La caída del mes de enero implica el cuarto descenso mensual al hilo, lo cual abre la posibilidad de que veamos un estancamiento o ligera caída en el producto interno bruto en el primer trimestre del año”, escribieron Alberto Vargas y Alejandra Van Dam, analistas de Intercam Banco en un reporte.

     Al observar el desempeño económico del país por sectores, las actividades agrícolas disminuyeron 12.9%, su peor desempeño en 193 meses, debido a las condiciones climáticas adversas y a un efecto de base difícil.

     Por su parte el sector industrial avanzó 0.4%, la segunda mayor alza en siete meses, gracias al mayor avance del rubro de la construcción (2.2%), como resultado del mayor dinamismo en las obras de infraestructura. En cambio, las manufacturas tuvieron un avance modesto de 0.2% luego de tres meses de caídas.

     Las actividades terciarias bajaron 0.5%, la segunda mayor baja en 29 meses a pesar del estado saludables de los fundamentales del consumo --el impulso del aumento del salario mínimo, la creación de empleos y el crecimiento del crédito--. No obstante, predominaron las presiones inflacionarias, tanto en agropecuarios como servicios y la moderación en la entrada de remesas por una estacionalidad negativa.

      Al examinar el interior del indicador, los expertos anticiparon un enfriamiento de la inversión fija bruta, debido a que los costos de financiamiento siguen altos, al tiempo que se pospondrían algunas obras hasta que haya menor incertidumbre sobre el proceso electoral en Estados Unidos y México.

     “Asumimos que se pierda parte del impulso asociado a las obras del Gobierno, conforme estas vayan terminándose, hacia el final del sexenio”, escribió Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve por Más, en un reporte. “El menor dinamismo esperado en la inversión supondría una generación de empleos menos fuerte”.

* César E. Pérez contribuyó a la elaboración de esta historia.