Andrés Manuel López Obrador,  el candidato a la presidencia por la coalición Juntos Haremos Historia y líder en las preferencias de voto de acuerdo con la mayoría de las encuestas, volvió a abrir la puerta a que no sean cancelados los trabajos de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), sino que esa obra sea concesionada a un particular o particulares.

     El representante de esa coalición, formada por los partidos Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES), ha amenazado en el pasado con cancelar el proyecto del nuevo aeropuerto para la capital del país, ante las sospechas de que los contratos pudieran estar manchados por la corrupción y de que su gobierno tuviera que destinar una importante cantidad de recursos para financiarla.

     De ahí que, ahora, las palabras de López Obrador representan una salida a esa postura antagónica frente a la nueva terminal. Él, en su lugar, propone construir dos pistas adicionales en la base militar de Santa Lucía, en el Estado de México, y mantener abierto la terminal actual a fin de ampliar la capacidad aérea de la Ciudad de México que está actualmente saturada.

     “No estamos cerrados al nuevo aeropuerto, no es una decisión tomada, es buscar lo que más le conviene a México”, dijo López Obrador al participar en XVI Foro Nacional de Turismo, en el Castillo de Chapultepec. “Lo que no queremos es destinar la mitad de la inversión pública a una obra, necesitamos distribuir la inversión en todo el país”.

     El candidato presidencial, quien no ha probado que efectivamente hayan ocurrido actos de corrupción en la asignación de los contratos de NAIM, que está ya en construcción, ha dicho en varias ocasiones que la edificación de la nueva terminal aérea es una obra demasiado onerosa para las finanzas.

     “Vamos a resolver el problema de saturación que enfrenta el actual aeropuerto, vamos a buscar la mejor solución. Vamos a resolver el problema sin gasto excesivo y sin corrupción”, agregó López Obrador.

     El aeropuerto, sin embargo, se construye en su mayoría con recursos privados, a través de los financiamientos que obtuvo el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, una empresa estatal, a través de la venta de bonos en el extranjero y de títulos de propiedad sobre la nueva terminal, o fibras, en la Bolsa Mexicana de Valores.

     El candidato presidencial también dijo que en caso de ganar la elección convocará a un grupo de expertos  para analicen la viabilidad de la nueva terminal aérea y estudien su proyecto de dos terminales aéreas a fin de comparar su viabilidad.

     “Al día siguiente de la elección voy a estar tocando las puertas de Los Pinos, porque voy a  hablar con el presidente [Enrique] Peña Nieto y un tema que llevo para tratarle es el del aeropuerto, para que de inmediato de conformen los equipos de qué es lo que más conviene”, dijo el candidato presidencial de Juntos Haremos Historia.

     Para algunos inversionistas, la propuesta de López Obrador de revisar los contratos para la construcción del aeropuerto, u otros que se han entregado en la actual administración, no sería algo malo, al contrario podría ayudar a traer más capital al asegurar a los inversionistas que el país está luchando contra las malas prácticas empresariales, como los sobornos. Eso emparejaría el terreno para quienes quieren invertir en México.

     “Revisar los proyectos no es un tema que deba ahuyentar a la inversión, al contrario, debería dar más transparencia y claridad”, dijo Esteban Polidura, el director de inversiones para México del  banco suizo UBS, en entrevista con el diario El Economista. “En el mensaje muchos perciben como posible riesgo a la inversión, pero hasta el momento nosotros no encontramos evidencia concreta” de riesgo en la inversión.

 

 

 

 



Fecha de publicación: 07/05/2018

Etiquetas: López Obrador aeropuerto elecciones