Acapulco, 8 de mar. (Sentido Común) -- Ante el cambio de gobierno que vivirá México a finales del próximo año, por la elección presidencial de julio, los banqueros y las autoridades financieras mexicanas aprovecharon la convención bancaria anual para resaltar las ventajas que tiene hoy el país por tener finanzas públicas sanas y una economía estable.

En repetidos mensajes, las autoridades y los banqueros dejaron en claro que el candidato que gane la contienda electoral deberá mantener la estabilidad macroeconómica que hoy goza México para poder alentar el crecimiento económico del país, sin dejar de reconocer que existen aún graves deficiencias.

“Contar con un entorno de estabilidad es indispensable para el crecimiento y el desarrollo, y debe ser entendida como una obligación permanente del Estado”, dijo Alejandro Díaz de León, gobernador de Banco de México, en su intervención.

En ese mismo tono, el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio González Anaya, pidió no relajar la conducción de las finanzas públicas, ya que eso podría hacer que los inversionistas nacionales e internacionales perdieran la confianza que hoy tienen en México y su futuro.

“No debemos dejar nada por sentado ni bajar la guardia, nuestro pasado y las experiencias internacionales, nos demuestran que los desequilibrios financieros pueden llegar de manera repentina y con gran rapidez y que la confianza, que ha costado tanto trabajo construir, se puede perder rápidamente”, dijo el funcionario, quien incluso pidió al futuro presidente de México conservar la dirección actual de la política económica y que, a grandes rasgos, han seguido los últimos cuatro presidentes de México.

“Hay que mantener el rumbo, hay que mantener la disciplina fiscal, financiera y monetaria, hay que continuar con la implementación de las reformas estructurales y embarcar en nuevas que le den a México nuevos horizontes de crecimiento,” agregó el funcionario.

Hasta ahora los tres principales contendientes por la presidencia de México -- Ricardo Anaya, por la coalición Por México al frente; Andrés Manuel López Obrador, de la alianza Juntos haremos historia; y José Antonio Meade, de la asociación Todos por México-- han propuesto, en términos generales, mantener la disciplina fiscal y el respeto a la autonomía de Banco de México, dos ingredientes que muchos especialistas consideran indispensables para que México pueda continuar creciendo luego de ocho años de una expansión ininterrumpida.

Sin embargo, quien más dudas quizás genera en ese sentido es el candidato de los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES), López Obrador.

El político tabasqueño es, por su manera de ser y por su ideología política, un candidato mucho menos ortodoxo que sus competidores, o mucho menos comprometido con las políticas a favor del libre mercado y el libre comercio.

En ocasiones, López Obrador se ha opuesto a algunas de las reformas que han implementado los gobiernos anteriores para modernizar la economía mexicana, como fue la privatización de la banca, la apertura del sector energético a los capitales privados, nacionales y extranjeros; y los cambios a las leyes educativas para quitar el control de la educación pública de los sindicatos y regresárselo al Estado.

De ahí que las repetidas menciones de la necesidad de mantener la estabilidad económica pudieron tener como destinatario al candidato López Obrador, quien junto con Anaya y Meade realizarán presentaciones mañana antes los banqueros en su reunión anual.

En ese sentido, el presidente de la Asociación de Bancos de México, Marcos Martínez Gavica, la agrupación que organiza la convención bancaria, dejó en claro que los banqueros no tienen candidato y que trabajarán con quien resulte electo el próximo 1 de julio.

López Obrador encabeza hoy las encuestas con un margen de más de 9 puntos sobre su más cercano perseguidor.

“Como banca, somos respetuosos de las diferentes ideologías que existen en el país y no es nuestro papel hacer política”, dijo el también presidente de Grupo Financiero Santander (México), la filial bancaria del banco español Santander. “Acompañaremos a cualquier gobierno que emane” de las elecciones.

En ese sentido, el presidente de los banqueros anunció que como muestra de que los bancos en México confían en el futuro del país, independientemente de quien gane la elección, las instituciones bancarias en el país planean invertir 100 mil millones de pesos (cinco mil 400 millones de dólares) este y el próximo año.

Claro que esas inversiones podrían detenerse si la siguiente administración optara por no mantener finanzas públicas sanas.

Las autoridades y los banqueros enfatizaron, por tanto, la necesidad de que eso no ocurra por las consecuencias negativas que eso podría tener para la estabilidad económica y en última instancia, para el crecimiento y la creación de empleos en México.

“Hay que atender las lecciones que hemos aprendido, y con base en nuestra experiencia podemos señalar, con énfasis, lo que no debe estar sujeto a discusión: la estabilidad macroeconómica, el respeto a las instituciones, y el respeto a los derechos de propiedad”, dijo Marcos Martínez.

Los temores de muchos funcionarios y banqueros es que una desviación de la política económica actual podría hacer más vulnerable a la economía mexicana frente a las circunstancias adversas que hoy enfrenta el mundo.

“La solidez de los fundamentos macroeconómicos de México ha permitido que, pese a la severidad de los choques que se han enfrentado en los últimos años, la economía haya mantenido un entorno de estabilidad con crecimiento”, dijo Díaz de León. “En esta estrategia convergen la política monetaria, la fiscal, la cambiaria y la solidez del sistema financiero”.

 



Fecha de publicación: 08/03/2018

Etiquetas: México economía gobierno política elecciones finanzas públicas