Grupo Financiero Santander México, uno de los cuatro prestamistas más grandes del país, anunció una reestructura, que incluirá cambios en su nombre y tal vez en cómo cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores, cuyo fin es un cumplimiento regulatorio para su matriz española, Banco Santander.

     En el proceso el grupo financiero mexicano se fusionará con su principal filial, Banco Santander México, y desaparecerá, por lo que sus acciones serán deslistadas de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y se cancelará su inscripción en el Registro Nacional de Valores.

     Tras la fusión, el nuevo Banco Santander en México --el grupo se extingue al unirse-- será quien anotará sus acciones en el registro oficial y las listará en el mercado de renta variable nacional. Los cambios implican que los accionistas del grupo financiero actual cambien cada uno de sus títulos por uno del nuevo prestamista.

     Santander, el banco más grande de España, creará un nuevo grupo financiero, cuyo nombre probablemente difiera ligeramente del actual, del cual será accionista prácticamente total, para que sea dueño del interés mayoritario del banco que ahora cotizará en la BMV.

     El motivo de la reestructura, según explica la financiera mexicana en un comunicado, es dar cumplimiento a nuevas disposiciones del Banco Central Europeo, bajo las cuales “sólo se considera para efectos de capitalización a nivel consolidado, la participación de accionistas minoritarios cuando estas inversiones correspondan a entidades que estén autorizadas para captar recursos a través de depósitos y esté regulado su capital”.

     Hasta ahora el grupo español posee 75% del grupo financiero mexicano, que es dueño del total del banco y de la casa de bolsa, mientras que los accionistas minoritarios tienen en sus manos el restante 25%.

     Tras los cambios, el prestamista europeo poseerá el total del nuevo grupo financiero en México, el cual a su vez será dueño de 75% del nuevo banco y 100% del capital de la Casa de Bolsa Santander México.

     Es decir, los dueños minoritarios pasarán de tener 25% del grupo a 25% del nuevo banco. La idea es que todos los accionistas conserven el mismo número de acciones que poseen actualmente, no obstante, una vez completada la reestructura, los de menor interés perderían su participación en la casa de bolsa.

     La nueva estructura, que se espera surta efectos a partir de 2018, ya cuenta con las aprobaciones del consejo de administración y los accionistas tanto del banco como del grupo financiero Santander México, pero aún requiere autorizaciones regulatorias.

     Quienes tienen que dar luz verde al proceso en México son la Comisión Federal de Competencia Económica, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Por su parte en Estados Unidos tiene que dar su aprobación el New York Stock Exchange, para efectos de los American Depositary Shares (ADSs) de la financiera.

     Además, para que se lleve a cabo la fusión entre los actuales grupo financiero y banco Santander en México para el posterior cambio de acciones, se necesita que su capital contable sea igual, para lo que se aprobó también un aumento del capital y split inverso de las acciones del banco.

     Con el mismo fin, el grupo aprobó la entrega a sus dueños de un dividendo de mil 817 millones de pesos (95 millones de dólares).

     Para los analistas, más allá de la distribución de dinero no se trata de una reestructura de gran peso.

     La correduría de Santander México apenas representa 0.157% de los activos totales del grupo, que ascienden a 1.2 billones de pesos (63 mil millones de dólares), de acuerdo con los cálculos de Enrique Mendoza, analista de la casa de bolsa de Actinver.






Fecha de publicación: 03/11/2017

Etiquetas: Santander México banca reestructura accionaria minoritarios