14 de dic. (Sentido Común) -- Andrés Manuel López Obrador, el precandidato presidencial del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), presentó a las ocho mujeres y ocho hombres que integrarán su gabinete en caso de ganar la elección presidencial el próximo año.

En un acto poco común y con la aparente intención de demostrar que gobernará con mujeres y hombres preparados y con cierta experiencia en las encomiendas que se les asignarán, el candidato morenista se anticipó y en el mismo día en que iniciaron las pre-campañas para la carrera presidencial de 2018, dio a conocer la lista de las 16 personas que lo acompañarán en las tareas de gobierno si gana la elección.

“Este será el equipo que me apoyará en el cumplimiento de las acciones que llevaremos a cabo para la transformación del país”, dijo López Obrador, quien fuera jefe de gobierno de la capital del país de 2000 a 2005, al presentar a quienes podrán llegar a ser sus colaboradores más cercanos. Son “de distintas disciplinas, sectores y corrientes del pensamiento, caracterizados en su conjunto por su independencia de criterio, su alto nivel de preparación, su experiencia y sobre todo por su inobjetable honestidad”.

Para algunos de los cargos más importantes, como el de secretario de Hacienda, Gobernación, Relaciones Exteriores y Economía, López Obrador acudió a personas que ya han trabajado con él en el pasado o que cuentan con una larga carrera como servidores públicos.

Además muchos de ellos gozan de buena reputación y tiene aparentemente suficientes credenciales técnicas y académicas para desempeñar sus trabajos y que, en algunos casos, adquirieron incluso en universidades extranjeras.

Claro que algunos de los miembros del que podría ser el gabinete inicial de López Obrador, no gozan de experiencia previa en las dependencias que encabezarán ni necesariamente parecen contar con los conocimientos adecuados para los encargos que podrían recibir, ese parece ser el caso de la secretaria de Energía.

Pero en general, los analistas políticos dijeron que con la presentación de su posible gabinete, López Obrador logró lo que pareció ser su objetivo primordial: mostrar a un grupo de personas serias, preparadas y no radicales en puestos claves a fin de desterrar la impresión de que de llegar a la presidencia, tomará medidas extremas ante la oposición que ha mostrado por años contra las políticas de libre comercio, la apertura energética reciente de México y la reforma educativa.

“En general, lo vi mejor de lo que yo esperaba”, dijo Vidal Romero, analista político y catedrático del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), una de las instituciones académicas más prestigiadas de México, en una entrevista telefónica. “Hay nombramientos específicos que dan algo de confianza. . . no es gente radical, es gente preparada”.

En el caso de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, López Obrador decidió, por ejemplo, nominar como titular de esa dependencia a Carlos Manuel Urzúa Macías, un matemático por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y quien ocupó la Secretaría de Finanzas cuando él encabezó el gobierno de la capital del país.

Urzúa Macías fue secretario de Finanzas de López Obrador durante los primeros tres años en que López Obrador estuvo al frente del gobierno de la Ciudad de México.

Por lo que se refiere al secretario de Gobernación, el precandidato morenista seleccionó a la exministra de la Suprema Corte, Olga Sánchez Cordero, abogada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y quien podría convertirse en la primera mujer en ocupar ese cargo en la historia de México.

Para el cargo de Canciller, López Obrador propuso a Héctor Vasconcelos, un diplomático de carrera, con estancia en países nórdicos como Dinamarca, Noruega e Islandia y quien es además graduado de Harvard University.

Vasconcelos también trabajó anteriormente en Hacienda.

La Secretaría de Economía, la dependencia encargada de revisar, proponer y modernizar los acuerdos de libre comercio que tiene, o quiere tener, México con otras naciones, estará a cargo de Graciela Márquez Colín, una economista por la Universidad Nacional Autónoma de México y quien además cuenta con una maestría por el Colegio de México y un doctorado por Harvard University.

Si bien Márquez Colín tiene suficientes credenciales académicas, además de haberse desempeñado como investigadora y profesora, su nominación causó cierta sorpresa por no contar con experiencia en el sector público.

La relevancia del gabinete potencial que presentó López Obrador radica en que al día de hoy y de acuerdo con las últimas encuestas, el candidato de Morena encabeza las preferencias electorales.

Claro que esa ventaja es un poco ficticia ya que hasta hace menos de una semana los electores desconocían los nombres de quienes serán los contrincantes de López Obrador, José Antonio Meade del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Ricarto Anaya de la Coalición Frente Ciudadano por México, que conforman los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC).

Además, el también presidente de Morena lleva más de dos años en una especie de campaña subrepticia para posicionarse para la contienda electoral del próximo año.

López Obrador, de 64 años de edad, está además compitiendo por tercera vez por la presidencia por lo que es ampliamente conocido en México. En las dos ocasiones anteriores se postuló al cargo como representante del PRD, partido del que salió hace poco menos de seis años por diversas diferencias y para fundar su propio partido, el cual ahora lo postuló ya como precandidato presidencial.

Si bien los nombres del posible gabinete de López Obrador fueron, en general, bien recibidos, algunos especialistas también se preguntan qué tanta capacidad de maniobra tendrán las personas seleccionadas en caso de acompañarlo en su gobierno.

En otras palabras, existe la duda de si los miembros del gabinete de López Obrador se atreverán a contradecirlo o si él, como presidente, estará dispuesto a escuchar los consejos de sus colaboradores para, con base en ellos, proponer o cambiar sus políticas públicas y decisiones.

Romero dijo que él ve difícil que los miembros del gabinete que presentó López Obrador se atrevan a contradecir a su jefe o que incluso aguanten permanecer en sus cargos al ser ignorados por el morenista.

“Lo que hemos visto, cuando fue gobernante, y como ha manejado su campaña y Morena, hay una autoselección, los que obedecen son los que se quedan, los que no se van”, dijo el académico del ITAM.

Los otros miembros del gabinete propuesto por López Obrador fueron:

  • Como secretaria de Energía, Rocío Nahle, quien es diputada federal por Morena.
  • Como secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, quien ya ha sido subsecretario de esa dependencia y es actualmente director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)
  • Como secretaria del Trabajo, Luis María Alcalde Luján, licenciada en derecho por la UNAM y quien sería la funcionaria de primer nivel más joven del gobierno lopezobradorista, con 30 años.
  • Como secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, quien fue secretario de Gobernación y Desarrollo Social durante la presidencia de Ernesto Zedillo y hoy dirige Fundación Azteca, el brazo filantrópico del empresario de la televisión, Ricardo Salinas Pliego.
  • Como secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, quien ya ha trabajado en esa dependencia como directora general de culturas populares.
  • Como secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, ingeniero de carrera con experiencia en la petrolera estatal, Petróleos Mexicanos (Pemex) y quien ya había estado contemplado en los gabinetes anteriores de López Obrador, en elecciones pasadas.
  • Como secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Josefa González Blanco Ortiz-Mena, quien es abogada por la Universidad Anáhuac y es hija del exgobernador priista del estado de Chiapas, José Patrocinio González Blanco.
  • Como secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, quien ha sido representante de la industria hotelera en diversas cámaras comerciales del país y fue secretario de turismo del gobierno de Ciudad de México en la administración de Miguel Ángel Mancera.
  • Como secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, quien es politóloga con especialidad en estudios de corrupción.
  • Como secretario de Salud, Jorge Carlos Alcocer Varela, médico de profesión con experiencia en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición.
  • Como secretaria de Desarrollo Social, María Luisa Albores González, agrónoma de la Universidad Autónoma de Chapingo y con experiencia en trabajos con organizaciones sociales.
  • Como secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Guillermo Meyer Falcón, especialista en desarrollo de espacios públicos.

 


Fecha de publicación: 14/12/2017

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