Las predicciones de Musk y Dimon sobre la IA, ¿qué significan para la humanidad?

16 de abr. (Dow Jones) -- Elon Musk y Jamie Dimon dicen que la inteligencia artificial será más inteligente que los humanos y transformará a la sociedad. La pregunta ahora es si las predicciones de una de las personas más ricas del mundo y el jefe del banco más grande de Estados Unidos se harán realidad, o resultarán exageradas.

     En declaraciones la semana pasada, tanto Musk como Dimon se unieron a un coro de ejecutivos empresariales que hicieron predicciones audaces sobre el potencial de la inteligencia artificial para un cambio dramático.

     “Mi suposición es que tendremos IA que sea más inteligente que cualquier ser humano probablemente hacia finales del año próximo”, dijo Musk en una entrevista con Nicolai Tangen, director ejecutivo de Norges Bank Investment Management, el fondo soberano de 1.6 billones de dólares de Noruega y uno de los mayores inversores en Tesla. La entrevista fue transmitida en la red social de Musk, X.

     Musk, quien es director ejecutivo de Tesla y también dirige su propia empresa de IA, dijo que se trata de la tecnología con el avance más rápido que jamás haya visto. Predijo que probablemente superará la inteligencia colectiva de los humanos en cinco años.

     Dimon, el director ejecutivo de JPMorgan Chase, dijo a los inversores que la IA podría ser tan transformadora como algunas de las principales invenciones tecnológicas de los últimos cientos de años.

     “Pensemos en la imprenta, la máquina de vapor, la electricidad, la computación y el internet, entre otros”, escribió Dimon en su carta anual a los accionistas la semana pasada. La carta es muy esperada cada año y se lee ampliamente en la industria de servicios financieros. El directivo ha mencionado que la IA podría llevar a las generaciones futuras a trabajar solo 3.5 días a la semana.

     En su carta a los accionistas, la IA fue el primer desafío para JPMorgan que Dimon destacó.

Una guerra de talentos

La carrera de la IA para generar el próximo gran avance ha desatado una guerra de talentos en Silicon Valley. Las empresas de tecnología han invertido dinero en la IA a un ritmo frenético, y los inversores y analistas creen cada vez más que el auge es sostenible. Además, la tecnología ha impulsado el rendimiento bursátil de muchas empresas tecnológicas y de chips que buscan beneficiarse de ella.

     El director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, ha dicho que la IA podría traer cambios más profundos que la invención del fuego o la electricidad. Vinod Khosla, fundador de la firma de capital de riesgo Khosla Ventures, declaró que dentro de 10 años la IA asumirá “el 80% del 80% de los empleos que existen hoy”.

     “La necesidad de trabajar en la sociedad desaparecerá en 25 años para aquellos países que adapten estas tecnologías”, dijo Khosla en una entrevista con The Wall Street Journal.

     Y sin embargo, la tecnología también ha llevado a advertencias severas sobre el futuro de la humanidad. A principios de la semana pasada, la mayor empresa de telecomunicaciones de Japón y el periódico más grande del país advirtieron en un manifiesto que, a menos que la IA sea restringida, “en el peor de los casos, la democracia y el orden social podrían colapsar, lo que resultaría en guerras”.

     Pidieron a los legisladores japoneses que promulguen leyes para restringir la IA, señalando la creciente preocupación sobre los programas de IA que las empresas con sede en Estados Unidos han estado desarrollando.

     En ese país, la administración de Joseph R. Biden invocó poderes federales de emergencia el año pasado, para obligar a las principales firmas de IA a notificar al gobierno cuando desarrollen sistemas que representen un riesgo grave para la seguridad nacional.

¿Es muy pretencioso?

Sin embargo, algunos expertos dicen que las predicciones sobre los poderes transformadores de la IA han sido exageradas.

     Gary Marcus, un científico cognitivo que vendió una startup de IA a Uber en 2016, dijo que la IA generativa puede llegar algún día a un nivel en el que sea capaz de transformar a la sociedad. Pero tiene que haber vastas mejoras para acercarse al nivel de cambio producido por internet o incluso los teléfonos inteligentes, dijo.

     “Es posible que a medida que hagamos nuevos descubrimientos y construyamos una IA mejor, mucho mejor que la que tenemos ahora, eventualmente la IA podría ser transformadora para el bien”, dijo Marcus en una entrevista.

     Los programas de IA generativa actualmente cometen demasiados errores, son poco confiables y tienen una comprensión superficial del mundo, dijo Marcus.

     A corto plazo, dijo que es implausible que la IA se acerque a la inteligencia humana para finales del próximo año, como predijo Musk. Superar toda la inteligencia humana en los próximos cinco años también es descabellado, advirtió.

     “Hay muchos problemas fundamentales para entender el mundo físico y psicológico que estas máquinas aún no han resuelto”, dijo Marcus.

     Marcus ofreció apostar un millón de dólares con Musk a que su predicción de que la IA se volverá más inteligente que un humano para 2025 resultará incorrecta. Un representante de Musk no respondió a una solicitud de comentarios sobre la apuesta.

     Damion Hankejh, director ejecutivo de Ingk, una empresa emergente de semiconductores, también tiene dudas sobre la predicción de Musk. Ha ofrecido poner nueve millones adicionales como parte de la apuesta de Marcus.

     Hankejh dice que es optimista sobre el futuro de la IA, pues considera que será el próximo renacimiento tecnológico. Pero no cree que los sistemas de IA actuales avancen lo suficiente como para superar la inteligencia humana.

     “Nunca va a suceder”, dijo Hankejh. “Las máquinas de matemáticas digitales no son cerebros”.

‘Mucha exageración’

“Hay mucho bombo en la IA en este momento”, dijo Angel Vossough, cofundadora y directora ejecutiva de BetterAI, que está trabajando en una herramienta de recomendación de vinos con IA.

     Agregó que los sistemas de IA son buenos para analizar grandes conjuntos de datos y pueden hacer predicciones o acelerar la productividad. Pero no están ni cerca de ser tan inteligentes como los humanos, dijo, ya que una gran parte de la inteligencia humana es la inteligencia emocional.

     “Necesita conectar, comprender y responder a las emociones humanas de una manera que realmente se sienta auténtica y significativa”, dijo. “No creo que estemos ni cerca”.

     Otro problema con el auge de la IA: está tensionando recursos como la electricidad. La empresa de diseño de chips Arm está financiando esfuerzos para estudiar cómo hacer que las aplicaciones de IA sean más eficientes en energía.

     Rene Haas, director ejecutivo de Arm, dijo el martes pasado que los centros de datos de IA podrían consumir hasta 20 o 25% de los requisitos de energía de Estados Unidos hacia finales de la década, frente a aproximadamente 4% o menos hoy.

     Dimon dijo que JPMorgan ahora emplea a más de dos mil expertos en IA y aprendizaje automático después de experimentar por primera vez con la tecnología hace más de una década.

     Dijo que imagina que la IA ayudará a reimaginar los flujos de trabajo comerciales en todo el banco.

     “Aunque no conocemos el efecto completo ni la tasa precisa a la que la IA cambiará nuestro negocio, o cómo afectará a la sociedad en general, estamos completamente convencidos de que las consecuencias serán extraordinarias”, dijo Dimon en su carta a los accionistas.