IEnova tiene como prioridad terminar ducto que también urge a López Obrador

Infraestructura Energética Nova, la empresa de infraestructura para el sector de la energía, mejor conocida como IEnova, ha fijado como prioridad la conclusión del gasoducto Guaymas-El Oro, al norte del país, uno de los proyectos contratados por la Comisión Federal de Electricidad, la empresa de energía estatal, que fueron objeto recientemente de señalamientos por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador.

     Tras el golpe mediático, que llevó a la empresa a caer 4.7% en bolsa hace 10 días, IEnova ha mantenido varias reuniones con CFE, mismas que calificó repetidamente de cordiales, en aras de solucionar los problemas sociales que han detenido el proyecto que debió concluir en 2016.

     “Las reuniones con la CFE han sido extremadablemente cordiales. . . nos hemos enfocado en resolver el problemas de Guaymas-El Oro, creemos que esta es una gran oportunidad para resolverlo y ponerla en operación”, dijo Carlos Ruiz Sacristán, presidente del consejo de administración de IEnova, durante una conferencia con analistas e inversionistas. “No hemos discutido futuros contratos, no creo que sea el momento para hacer eso, los esfuerzos deben estar enfocados a resolver el problema”.

     La empresa no se aventuró a ofrecer una ventana de tiempo sobre cuándo podría reiniciar el proyecto, pero señaló que cualquier avance sería informado en conjunto con CFE.

     IEnova también dio a conocer avances en el gasoducto submarino sur de Texas-Tuxpan que construye en alianza con TransCanada, otra empresa del ramo, y que presenta unos meses de retraso, debido a factores climáticos que han afectado su construcción, sobretodo en algunos trechos marítimos del ducto.

     La empresa espera ahora que este ducto comience a operar a inicios del segundo trimestre, lo que permitirá mejorar el suministro de gas natural en el sur del país.

     La puesta en marcha de este proyecto, así como otras iniciativas en materia de energía eléctrica, han llevado a IEnova a estimar un incremento de aproximadamente 16% en su flujo operativo ajustado para 2019, con respecto al registrado un año antes, ubicándose entre 935 y 980 millones de dólares,  que considera una guía moderada al respecto de las operaciones de la Termoeléctrica Mexicali, un negocio que impulsó positivamente sus operaciones el año pasado.

     IEnova estima realizar inversiones por 825 millones de dólares, aproximadamente 38% más que un año antes, que estarán destinadas principalmente a su decena de proyectos que están ya en desarrollo.

     Entre estas iniciativas se encuentran al menos seis terminales de almacenamiento de gasolina, diésel y turbosina para clientes como Valero, Trafigura, BP o Chevron, que implicará inversiones por 800 millones de dólares durante los próximos años, un nicho de negocio que ha tomado fuerza tras los problemas de abasto de gasolina en el país.

     “Continuamos viendo mucho apetito de nuestros clientes privados para desarrollar infraestructura”, dijo Tania Ortiz Mena, directora general de IEnova, durante la conferencia. “Los nuevos jugadores en el negocio de gasolina y diésel están ansiosos de contar con infraestructura que les permita atender eficientemente el mercado”.

     A la par de estas inversiones, la compañía se enfocará en disminuir su nivel de deuda gradualmente durante el año, luego de alcanzar los tres mil millones de dólares a finales de 2018, o una proporción de 3.8 veces con respecto al flujo operativo.