27 de nov. (Bloomberg) -- Los pagos de dividendos de las empresas mexicanas alcanzarán muy probablemente este año el nivel más alto de los últimos cuatro a medida que las empresas se apresuran a devolver efectivo a sus inversionistas antes de que entre en vigor un nuevo impuesto aprobado por los legisladores.

     Los pagos de las empresas sobre que conforman el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores aumentarán en cerca de 55% este año a por lo menos  19,400 millones de pesos (1,500 millones de dólares) en el cuarto trimestre, el monto más alto para el último trimestre del año desde 2009, de acuerdo con datos compilados por Bloomberg. La cifra incluye los dividendos previstos aún no pagados.

     "Lo estamos llamando la fiesta de los dividendos", dijo Marisol Huerta Mondragón, analista de Grupo Financiero Banorte, en una entrevista telefónica desde la Ciudad de México. "Las distribuciones extraordinarias que las empresas están haciendo ahora están enfocadas primordialmente a ayudar a los accionistas evitar el pago del nuevo impuesto de 10% sobre los dividendos".

     Un proyecto de ley aprobado este año va a imponer este nuevo gravamen a los pagos que hagan las compañías vía dividendo a los accionistas, así como a las ganancias de capital. Éstas últimas se materializan cuando la venta de un título genera una utilidad, sobre la cual se aplicará una tasa impositiva también de 10%.

     Estos dos nuevos gravámenes forman parte de los nuevos impuestos aprobados, dentro de los cuales está el que se aplicará a los refrescos o a las bebidas azucaradas, de un peso por litro, y a los alimentos que tengan cierto contenido calórico de 8%.

     Las reformas también incluyeron un aumento a la tasa del impuesto sobre la renta de quienes más ganas de hasta 35%.

     Los nuevos impuestos forman parte de un esfuerzo gubernamental por generar ingresos a partir de una gama más amplia de fuentes. La idea es que de esta manera México podrá reducir la carga fiscal de Petróleos Mexicanos, el monopolio petrolero estatal y cuyas transferencias al gobierno vía el pago de impuestos y regalías representa más de una tercera parto del presupuesto del gobierno federal.

     Grupo Lala, el mayor fabrican de productos lácteos en el país y que recabó cerca de 1,000 millones de dólares con la venta de acciones en México y el extranjero, se propone pagar un dividendo en 2013, pero que la compañía había previsto desembolsar en febrero.

     Los accionistas de Grupo Bimbo, la empresa panificadora más grande del planeta, aprobaron el pago de un dividendo de 0.35 pesos por acción recientemente y para pagarse en diciembre, su primer dividendo cubierto en el cuarto trimestre desde 2006.

     Antonio Zamora, director financiero de Lala, dijo que la compañía quería devolver el dinero a los inversionistas para ayudarles a satisfacer sus necesidades de tesorería. Lala comenzó como una cooperativa de agricultores, y muchos de sus propietarios operan granjas lecheras.

 

Muy claro

"No hay ningún beneficio fiscal para Lala como empresa", escribió Zamora en una respuesta por correo electrónico a preguntas. "El pago del dividendo les permite acelerar sus inversiones y, al mismo tiempo, traerá beneficios en el futuro a la empresa en términos de productividad".

     Zamora declinó dar un comentario específico sobre la reforma tributaria.

     Mónica Bretón, un funcionario de prensa de Bimbo, no respondió de inmediato a una llamada de teléfono y correo electrónico en busca de comentarios sobre la política de dividendos de la compañía.

     "Todo el mundo está proponiendo dividendos precisamente para premiar a los accionistas", dijo Aldo Miranda, operador de Intercam Casa de Bolsa, en una entrevista telefónica desde la Ciudad de México. "Es muy claro".

     Las acciones mexicanas han caído comparadas con otras de otros mercados emergentes a lo largo de este año 2013, ante las preocupaciones que podría tener para México el inicio del fin del programa de estímulo económico de la Reserva Federal estadounidense.

     Sin embargo, los nuevos gravámenes han también castigado a las empresas directamente afectados por ellas.

     Por ejemplo, Coca-Cola Femsa, el mayor embotellador privado de refrescos marca Coca-Cola en el mundo, ha retrocedido 21%, incluso esta caída se dio antes de la aplicación del nuevo impuesto a los refrescos.

     El descenso de Coca-Cola Femsa y del mercado también se puede explicar por el freno que ha experimentado la economía del país este año. La Secretaría de Hacienda redujo su pronóstico para el crecimiento de este año de 1.7% a 1.3% recientemente. El país creció 3.9% el año pasado.

 

 


Fecha de publicación: 27/11/2013