7 de jun. (Sentido Común) -- Banco Santander, la mayor institución financiera de España, adquirió por un valor simbólico de un euro al sexto banco más grande de ese país, Banco Popular Español, una institución que las autoridades bancarias europeas consideraban que estaba “colapsándose o que muy probablemente se colapsaría”.

     La compra se produjo luego que el Fondo Único de Resolución (FUR), un mecanismo europeo encargado de financiar entidades bancarias en peligro de inviabilidad, seleccionara a Santander como la entidad que se adjudicaría a Banco Popular tras realizar una subasta, dijo en un comunicado el banco dueño de la tercera institución financiera más grande de México, Grupo Financiero Santander (México).

     Con la compra, Santander se comprometió a una ampliación de capital de siete mil millones de euros (7 mil 863 millones de dólares), antes de finalizar septiembre, para reforzar el balance de Banco Popular y evitar así su desplome y poder aprovechar también su infraestructura y activos.

     “La integración de Banco Santander y Banco Popular reforzará significativamente las franquicias del grupo en España y en Portugal”, agregó Santander en el comunicado. “En España, la entidad resultante, que operará con la marca Santander, se convertirá en el banco líder en créditos y depósitos, con 17 millones de clientes. Tendrá una cuota de mercado en crédito del 20% y una cuota del 25% en pequeñas y medianas empresas, un segmento clave para el crecimiento de la economía española”.

     Santander prevé así un retorno de la inversión que hará en su nuevo banco de entre 13 y 14% dentro de tres años, aunque contempla generar mayores beneficios para el grupo a partir de un año antes, ya que la adquisición le permitirá reducir costos que sumarán cerca de 500 millones de euros al año a partir de 2020.

     La compra casi de emergencia del Banco Popular por parte de Santander es una excepción, puesto que en términos generales la banca española tiene balances sólidos.

     Sin embargo, en este contexto Banco Popular, una institución en la que un grupo de accionistas mexicano, encabezado por el empresario Antonio del Valle, tenía un interés cercano a 4%, sí había mostrado graves debilidades por el fuerte crecimiento de su cartera vencida. De acuerdo a reportes periodísticos, esa cartera sumaba ya cerca de 37 mil millones de euros (41 mil 500 millones de dólares).

     El deterioro de la cartera de Banco Popular lo explica en buena medida el colapso que sufrió el sector hipotecario español hace unos años.

     Frente a esta situación, que incluso provocó que el precio de la acción de Banco Popular cayera en más de 50% en la última semana, las autoridades bancarias europeas habían ya determinado la necesidad de intervenir la institución o encontrar un comprador que pudiera rescatarla.

     Santander, con sede en la ciudad del mismo nombre, aceptó adquirir el banco por las ventajas que veía incorporarlo a su operación y con ello, indirectamente, evitar su colapso.

     Sin embargo, para sacar a Banco Popular adelante y colocarlo en una situación financiera similar al del resto de sus filiales financieras, Santander dijo que crearía provisiones adicionales por siete mil 900 millones de euros (8 mil 878 millones de dólares) para enfrentar posibles quebrantos de los activos improductivos de su nueva filial.

     Dentro de esas provisiones, Santander espera destinar siete mil 200 millones (ocho mil 91 millones de dólares) para proteger activos inmobiliarios.

     Con ello, el nivel de cobertura de riesgo en el sector inmobiliario de Banco Popular subirá de 45 a 69%, incluso por encima de la media del sector bancario español de 52%, agregó Santander.

     Además, el banco, como ha hecho con otras filiales en los últimos años, buscará reducir el monto de los activos inmobiliarios de Banco Popular.

     Para Santander, la adquisición le ofrece también la oportunidad de incrementar su presencia en el sector de las pequeñas y medianas empresas (pymes), en el que hasta ahora se había especializado Banco Popular.

     Incluso, esta última institución superaba a Santander en créditos a ese tipo de empresa, ya que tenía una participación de mercado de 13.8% en España, contra 11.1% de Santander. Así, tras la fusión de estas nuevas operaciones, el banco español habrá otorgado uno de cada cuatro préstamos a las pequeñas y medianas empresas españolas.

     La fuerte participación de Banco Popular en ese segmento fue la que incluso llevó a los accionistas mexicanos a adquirir por 450 millones de dólares su interés en esa institución a finales de 2013.

     A cambio de esa inversión, el banco español compró por mil 700 millones de pesos (130.9 millones de dólares de aquel entonces) un interés de 24.9% en el banco mexicano, Grupo Financiero Ve Por Más, controlado por la familia Del Valle.

     Hasta antes de la adquisición de Banco Popular por Santander, el grupo de accionistas mexicano, representado por Jaime Ruiz Sacristán, el actual presidente del consejo de administración de Grupo BMV, que controla la Bolsa Mexicana de Valores, contaban con un asiento en el consejo de la institución bancaria española.

     Claro que tras la venta, todos sus accionistas, incluidos los mexicanos, perderán la totalidad de su inversión en Banco Popular.

     Además, para la familia Del Valle la adquisición que hizo Santander representará que ahora tendrá como socio en su institución financiera, Ve Por Más, a ese gigante bancario español, a menos que las autoridades mexicanas no autoricen que Santander pueda quedarse con el interés que tenía Banco Popular en el banco mexicano.

     De acuerdo a la legislación mexicana, es muy probable que Santander deba obtener el aval de la Comisión Federal de Competencia Económica, o Cofece, para conservar el interés en Ve por Más. Cofece es la entidad encargada de evitar las concentraciones excesivas en los mercados mexicanos y la que debe avalar cambios de propietarios de compañías mexicanas, como el que ocurrirá con la participación minoritaria en Ve por Más, cuando las transacciones tengan cierto tamaño.

     Si bien la compra de Banco Popular se hizo por un euro y si se toma en cuenta que los ingresos de Ve por Más sumaron tres mil 513 millones de pesos en 2016, o menos, en ambos casos de los umbrales para notificar transacciones, entonces parecería que el banco español no tendría que notificar la compra indirecta de Ve por Más a las autoridades.

     Sin embargo, como el capital de Ve por Más casi duplica el requisito del monto que tiene que tener una empresa para ser adquirida y no notificarse, la transacción deberá, muy probablemente, avisarse a fin de que Santander tenga el aval de la Cofece para convertirse en dueño de un interés de 24.9% en Ve Por Más.

     Si Santander no realiza la notificación, el banco español podría ser sancionado o hasta sufrir la reversión de la compra indirecta en el banco mexicano.

     Tras el anuncio de la compra de Banco Popular por parte de Santander, Ve por Más incluso emitió un comunicado en el que aclaró que esa transacción en nada afectaba las operaciones de la institución mexicana y de su filial bancaria Banco Ve por Más.

     “Se informa que la situación financiera de Banco Popular y la adquisición de dicha entidad por parte de Banco Santander (España), no tendrá, afectación alguna en la condición financiera u operativa de Banco Ve Por Más, su controladora o alguna otra de las empresas controladas por esta última”, dijo la empresa mexicana en un comunicado.

     Por su parte las autoridades de la Bolsa Mexicana de Valores también emitieron un comunicado para alertar a los inversionistas que quedaban suspendidas de operación las acciones del Banco Popular Español en su Sistema Internacional de Cotizaciones (SIC) a fin de evitar que “se produzcan condiciones desordenadas”.

     Además, ante la adquisición por parte de Santander, la Bolsa dijo que procedería a solicitar a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores la cancelación del registro de Banco Popular en el SIC.

     Además de España y México, a través de Ve Por Más, Banco Popular también tiene presencia en Portugal, en donde atiende a unas 300 mil personas. Esas operaciones serán integradas en Santander Totta, la filial del banco español, que es líder de ese mercado, con lo que ahora dará servicio a más de cuatro millones de clientes.


Eduardo García, Francisco Delgado, Jairo Ibarra colaboraron con esta historia.



Fecha de publicación: 07/06/2017

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