17 de sep. (Dow Jones) -- La Reserva Federal dio dos pasos hacia adelante en su proceso de poner fin a sus históricas políticas de dinero fácil, que han definido la estrategia seguida por varios años para evitar un mayor colapso del sistema financiero internacional luego de la crisis que generó el sobre-endeudamiento hipotecario.

     Sin embargo, la Fed se quedó corta en indicar lo que los mercados esperaban: cuándo comenzará a subir la tasa de referencia.

     Con la economía estadounidense mejorando poco a poco, los funcionarios de la Fed planean terminar con la tercera versión de su programa de compra mensual de bonos, mejor conocido como Quantitative Easing, después de octubre para así poner fin a un experimento de expansión monetaria de seis años que ha dejado a la Fed con cuatro billones de dólares de bonos del Tesoro estadounidense y de bonos hipotecarios en su balance.

     La Fed también reveló un nuevo plan técnico sobre cuál será el mecanismo mediante el cual empiece a subir tasas, algo que la mayoría de los funcionarios del banco central no planean realizar ahora. 

     La Fed ha mantenido la llamada tasa federal de fondeo cerca de 0% desde diciembre de 2008 y ha ofrecido mantenerla baja desde entonces, otra variedad de su estrategia para apoyar a la economía tras la crisis financiera y que derivó en una crisis económica.

     Esas ofertas, que se mantuvieron en el comunicado que reveló hoy la Fed, aun cuando algunos de sus funcionarios hubiesen querido omitirlas, muestran la cautela con la que el banco central esta procurando no  desviarse demasiado pronto de las medidas que cree que han apoyado el crecimiento económico. 

     Las tasas se mantendrán bajas “por un periodo de tiempo considerable” luego que termine el programa de compra de bonos, dijo la Fed en el comunicado de su reunión. Esto porque la economía continúa registrando “una sub-utilización significativa de recursos laborales”.

     Algunos analistas esperaban que la Fed eliminara las palabras “por un periodo de tiempo considerable”, lo que se hubiese considerado como un cambio importante hacia un aumento de tasas más agresivo.

     Janet Yellen, presidenta de la Fed, buscó, durante una conferencia de prensa luego de la reunión de dos días con los funcionarios que determinan la política monetaria estadounidense, dar cierto margen de maniobra al banco central para los próximos meses. Esto porque el panorama económica ofrece hoy mensajes contradictorios sobre su desempeño, como es un menor crecimiento pero también como lo es una menor tasa de desempleo.

     Yellen, por ejemplo, declinó decir cuánto tiempo significa la frase por “un periodo de tiempo considerable” y se cansó de repetir que el tiempo dependerá de cómo se desempeñe la economía.

     “Quiero enfatizar que no hay una interpretación mecánica de qué significa esa frase en términos de tiempo”, dijo. “Si el progreso para alcanzar nuestras metas se acorta, si se acelerara, es probable que [la Fed] comenzaría a subir su tasa de fondeo federal antes de lo que hoy se anticipa. . . pero lo opuesto es también aplicable”.

     Los mercados respondieron modestamente después de conocer la postura monetaria de la Fed y de escuchar la conferencia de Yellen. El Dow Jones Industrial Average subió 24.88 puntos, o 0.15%, para cerrar en un récord de 17,156.85. Los precios de los bonos cayeron, ya que los rendimientos a 10 años de los bonos del Tesoro aumentaron 0.013 puntos porcentuales a 2.60%.

     "La Fed sigue buscando una masa crítica de señales para iniciar el endurecimiento de su política y la frase un periodo de tiempo considerable ha sido reducida a no tener significado alguno", escribió Steve Blitz, economista en jefe de ITG Investment Research, en una nota a sus clientes. "La política monetaria funcionara ahora de la publicación de datos a la siguiente publicación de datos".

     La Fed está navegando un entorno económico de confusión que podría complicar los planes metódicos que Yellen ha trazado para los próximos meses. El crecimiento económico tiene consistentemente un rendimiento inferior a las expectativas del banco central. Como resultado, los funcionarios han recortado sus previsiones de crecimiento hasta 2017.

     Los estimados actualizados de la Fed, que publica trimestralmente, muestran que los reguladores monetarios esperan que la economía crezca a un ritmo constante pero por debajo de 3% en los próximos tres años. 

     Durante la década de 1990, por el contrario, el ritmo de crecimiento de 3.4% fue la norma.

     "Es preocupante que la Fed haya revisado nuevamente a la baja sus proyecciones de crecimiento, también alimentando las preocupaciones de que el potencial económico de Estados Unidos se escapa", dijo Mohamed El-Erian, consejero de Allianz y el ex director ejecutivo de Pimco, la gran firma de administración de bonos.

     Mientras tanto, el descenso de la tasa de desempleo ha sido más rápido que lo que esperaban los funcionarios de la Fed a principios de año, aunque ese descenso se ha frenado en los últimos meses.

     La tasa de desempleo fue de 6.1% en agosto, aún por encima de donde creen que debe asentarse en el largo plazo. La caída se explica en parte porque muchos baby boomers se están jubilando y abandonando la fuerza laboral. Ante esto, no se necesita tanto crecimiento económico para comenzar a emplear la reserva de trabajadores disponibles, como antes.

     "La actividad económica se expandió a un ritmo moderado" desde la última reunión de política monetaria en julio, dijo el banco central en su comunicado oficial. "En el agregado, las condiciones del mercado de trabajo mejoraron un poco más, sin embargo la tasa de desempleo no ha cambiado mucho y una serie de indicadores del mercado laboral sugieren que todavía existe sub-utilización significativa de los recursos de mano de obra".

     Los funcionarios de la Fed quieren retirar sus políticas de dinero fácil antes de que la tasa de desempleo bajé demasiado y existan presiones inflacionarias. Pero tampoco quieren, al mismo tiempo, moverse demasiado pronto como para ahogar una lenta recuperación económica que ha decepcionado con frecuencia.

     El siguiente paso es poner fin al programa de compra de bonos, que tuvo la intención de mantener bajas las tasas de interés de largo plazo para estimular el endeudamiento, el gasto, la inversión y el crecimiento.

     La Fed dijo que compraría 15,000 millones de dólares de bonos del Tesoro e hipotecas en octubre para detener esas compras. La Fed se sentará a partir de ese momento en la enorme cartera que ha adquirido estos últimos años.

     Al final, después de que comience a subir las tasas de interés, la Fed va a permitir que esos activos venzan de forma gradual para que se reduzca de tamaño de su portafolio, sin re-invertir lo que obtenga por el pago de esas deudas que ha comprado. 

     Yellen dijo que la cartera podría seguir siendo grande hasta el final de la década.

     En las nuevas proyecciones de la Fed sobre el nivel que tendrán sus tasas de interés, los funcionarios confirmaron su opinión generalizada de que los aumentos de tasas no comenzarán sino hasta 2015.

     Catorce de 17 funcionarios esperan ver alzas en las tasas el próximo año, mientras que uno de ellos dijo que la Fed debería comenzar este año y dos dijeron que podría esperar hasta 2016.

     Si bien la declaración de la política monetaria de la Fed enfatizó que las tasas permanecerían bajas por ahora, las proyecciones sugieren que algunos de ellos podrían tener en mente una ruta de aumentos ligeramente más agresiva el próximo año y en 2016, de lo que se pensaba hasta hace poco.

     En junio, la estimación mediana de los funcionarios de la Fed para su tasa de interés objetivo fue de 2.5% para finales de 2016. La estimación más reciente la colocó entre 2.75% y 3% para diciembre de ese año.

     El comité de los funcionarios de la Fed que determinan la política monetaria votó 8-2 a favor de la decisión de mantener la tasa y todos los razonamientos alrededor de ella. El presidente de la Fed de Dallas, Richard Fisher, y el presidente de la Fed de Filadelfia, Charles Plosser, fueron los votos disidentes.

     Su razonamiento era un tanto diferente, pero ambos funcionarios indicaron que creían que la promesa de "un periodo de tiempo considerable" exageraba la cantidad de tiempo que el banco central será capaz de esperar antes de subir las tasas.

     Ambos hombres han sido críticos de las políticas de dinero fácil de la Reserva Federal en los últimos años, y han sido disidentes regulares en las reuniones de política.

    


Fecha de publicación: 17/09/2014