La parte superior de mis mensajes de Facebook muestra una foto de una mujer de la que no soy realmente amigo --creo que alguna vez estuvimos en un equipo deportivo-- y quien recientemente se casó.

Esta foto ha estado en la parte alta de mi cuenta durante la mayor parte de los últimos tres días, a pesar del hecho de que no me importa. Mientras tanto, ha habido un avistamiento de un agujero negro, una nueva forma de ver películas de Disney, el arresto del jefe de WikiLeaks y, presumiblemente, mucho más. Nunca lo sabré porque, de acuerdo con Facebook, lo que más importa es la foto de esa boda.

Esta es la vida en la era de la publicación de mensajes basada en algoritmos que es opaca e inescrutable. Puede que decida de quién soy o no amigo o seguidor, pero Facebook, Twitter, Instagram, YouTube y el resto deciden arbitrariamente lo que realmente veo.

Esto puede llegar a ser molesto, como las fotos de boda siempre presentes. También puede ser muy problemático, como cuando Facebook muestra contenido odioso y falso o cuando una simple búsqueda en YouTube te lleva a lo desconocido y en ocasiones a los rincones más oscuros de internet. A menudo, lo que estás viendo y quién lo hizo es un misterio total.

Aparentemente, el objetivo de estos algoritmos es mostrarle lo que supuestamente le importa. Las compañías lo consideran como la diferencia entre Netflix y el cambio de canal: ¿No preferirías ver las mejores cosas siempre que quieras, en lugar de solo lo que aparece ahora mismo?

Estos servicios afirman que los intereses de los usuarios son lo más importante, pero también tienen un interés propio, para mostrarle cualquier cosa buena, mala o fea que se necesite para mantener la alimentación forzada de sus anuncios.

Estos servicios no lo hacen fácil, pero hay formas de recuperar un poco de control sobre sus actualizaciones. Algunos ofrecen la posibilidad de desactivar los algoritmos y ver sus mensajes de manera más transparente. Más a menudo, lo mejor que puede hacer es tratar de influir ligeramente en el algoritmo a su  favor. (Es posible que nunca sepa si eso está funcionando). Hay extensiones de Chrome prácticas y aplicaciones de terceros que también hacen parte de ese trabajo por usted.

 

Ajustar el sistema

En general, una palabra rige la forma en que se clasifican y presentan los mensajes que puede ver: compromiso. Cuanto más pulse botones, y pulse Me gusta, comente, comparta y lea, más probabilidades tendrá de verificar lo que ve. Sus mensajes se han ordenado cuidadosamente para asegurarse de que nunca se aburra. Como lo expresó muy bien mi colega Christopher Mims: “Si es indignante, entonces es viral”.

Los sistemas de clasificación invisibles comienzan con algunas cosas obvias: a quienes sigue, acepta como amigo o se suscribe, influyen fuertemente en lo que ve en su cuenta de Facebook.

Si pulsa dos veces para recibir una publicación de Instagram o un comentario debajo de ésta, esa es otra señal positiva. Si tiende a ver muchos videos, las plataformas le mostrarán más videos y menos fotos. Si no le gusta una publicación, pero la mira fijamente por un tiempo, entonces está agregando una marca a la columna “¡Muéstreme más!” Y estos robots no entienden el sarcasmo: los gustos de odio son lo mismo que los gustos de “me gusta”.

Pero también es posible indicarles a los algoritmos lo que no le gusta. En Facebook, por ejemplo, puede hacer clic en los tres puntos de la parte superior derecha de cualquier publicación y elegir entre las opciones como “Ocultar publicación”, que ocultarán esa publicación y le mostrarán menos “Me gusta”, o “Dejar de seguir [a la persona que lo publicó]”, que elimina todas las publicaciones de esa persona de sus mensajes sin anularlas.

Facebook dijo que estos son algunos de los indicadores más fuertes que puede enviarle a su algoritmo. Twitter y YouTube ofrecen herramientas similares. Al hacer clic en el botón “No está interesado” en una miniatura de YouTube, es una aseveración poderosa.

Las empresas deberían hacerlo más fácil. “Esta es un área en la que estamos invirtiendo más --controles explícitos para que diga, ‘Me gusta esto’ o ‘No me gusta’”, dijo Wally Gurzynski, gerente de producto de Twitter. Gurzynski dijo que Twitter también está trabajando para ayudar a los usuarios a entender qué sucede cuando hacen clic en esos botones y cómo sus acciones afectan el contenido que ven.

Facebook anunció recientemente una función similar, llamada “¿Por qué veo esta publicación?” Cuando (¿Si acaso?) la compañía la despliegue, se le permitirá realizar acciones para ver más o menos contenido como cualquier publicación en particular.

Incluso entonces, estos controles no son suficientes. “Te dan la ilusión de control sin darte un control real”, dijo Matt Kruse, el desarrollador de Social Fixer, una extensión de navegador que me gusta y que te permite filtrar ciertos usuarios, palabras clave o temas de tus mensajes de Facebook. Cuando le dice a Facebook lo que no le gusta, todo lo que realmente está haciendo es gritarle instrucciones al asistente detrás de la cortina. Realmente debería poder regresar ahí y volver a pensarlo.

 

Todo en su lugar correcto

Para todos sus problemas con el abuso y el discurso de odio, Twitter es al menos la fuente más transparente: puede hacer clic en el icono estrellado en la parte superior y ver todos sus tuits en orden cronológico inverso. Sin embargo, manténgase atento de éste, porque Twitter eventualmente lo cambiará a la fuente algorítmica. Porque quiere mostrarte todas las cosas intoxicantes que se ha perdido.

Las otras redes son peores. Facebook ofrece una versión de su fuente de noticias ordenada por “Más recientes”, a la que puede acceder haciendo clic en los tres puntos a la derecha del icono de “Actualización de Noticias”, pero Facebook aún filtra gran cantidad de contenido. (Puede acceder a los mensajes en el dispositivo móvil escribiendo “Más recientes” en el campo de búsqueda de la aplicación). Eventualmente, éste regresa a la fuente de Noticias Principales.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 06/05/2019