El gasoducto marino de 772 kilómetros requirió una inversión de más de dos mil 500 millones de dólares. Foto de TC Energy.
El gasoducto marino de 772 kilómetros requirió una inversión de más de dos mil 500 millones de dólares. Foto de TC Energy.

Infraestructura Energética Nova (IEnova), una compañía dedicada a la construcción y operación de infraestructura para el sector energético en México, y su socia canadiense TC Energy, anteriormente conocida como TransCanada, concluyeron la construcción del gasoducto marino Sur de Texas-Tuxpan, el cual fue planeado para mejorar el suministro de gas natural en el centro y sur del país.

     El ducto, que requirió una inversión de aproximadamente dos mil 500 millones de dólares, cuenta con capacidad para transportar dos mil 600 millones de pies cúbicos diarios de gas natural proveniente de Estados Unidos, lo que permitirá optimizar el suministro de este insumo a plantas generadoras de electricidad, clientes industriales y centros urbanos, dijeron las compañías, en un comunicado.

     “México se ve beneficiado por una ubicación geográfica que le permite tener acceso a algunos de los precios más bajos de gas natural en el mundo. La expansión de su red de gasoductos y del abastecimiento provisto por Sur de Texas-Tuxpan contribuirá a incrementar la competitividad”, dijo Robert Jones, presidente de TC Energy, en el comunicado. “El gasoducto representa una pieza clave para la seguridad energética del país”.

     Con esta obra, México incrementará en 40% la capacidad actual de importación de gas natural del país, mejorando el suministro a algunas regiones, como el sureste, que han enfrentado escasez, una situación que incluso ya generó complicaciones en cadenas de suministro a las que están vinculadas empresas como Petróleos Mexicanos, la empresa de energía estatal, o Alpek, el brazo petroquímico del grupo industrial mexicano Alfa.

     IEnova y TC Energy, que establecieron un consorcio denominado Infraestructura Marina del Golfo --con una participación de 40% de la compañía mexicana y de 60% de la canadiense--, fueron seleccionadas en junio de 2016 por Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa de energía estatal, para construir el proyecto, uno de los más retadores del mundo, que fue, de hecho, la fuente de inversión extranjera más importante para el país en 2017.

     Debido a sus complejidades y complicaciones climáticas, el proyecto, que estaba planeado para iniciar operaciones el año pasado, tuvo varios meses de retraso.

     El ducto de 772 kilómetros y de 42 pulgadas de diámetro corre mar adentro desde la frontera con Estados Unidos, cerca de Brownsville, Texas, hasta Altamira, en el estado de Tamaulipas, continuando su recorrido hacia Tuxpan en el estado de Veracruz.

     En tierra, el gasoducto proveerá a México de gas natural mediante sus conexiones con los ductos de TC Energy de Tamazunchale y Tula, así como con el Sistema de Transporte y Almacenamiento Nacional Integrado de Gas Natural.

     En el otro extremo, el ducto conecta con el gasoducto Valley Crossing, que fue construido por la también canadiense Enbridge, y conecta Corpus Christi, en el estado de Texas, con el Golfo de México.

     Además del beneficio que el proyecto generará para algunos estados del país, también dotará de beneficios financieros a sus constructoras.

     La expectativa de la puesta en marcha del gasoducto Sur de Texas-Tuxpan, así como otras iniciativas en materia de energía eléctrica, llevaron a IEnova a estimar un incremento de aproximadamente 16% en su flujo operativo ajustado para 2019, con respecto al registrado un año antes, ubicándose entre 935 y 980 millones de dólares.



Fecha de publicación: 11/06/2019

Etiquetas: IEnova TCEnergy gasoducto Sur de Texas Tuxpan energía México EUA