AMIA rechaza reforma eléctrica por implicaciones para industria automotriz

La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz dio a conocer su rechazo a la reforma en materia eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador, al considerar que puede tener “efectos negativos” para la planta productiva de la industria automotriz y afectar los compromisos internacionales de México en el tratado comercial T-MEC y el Acuerdo de París.

     AMIA, como también se conoce al organismo que representa los intereses del sector automotor nacional, expresó sus principales preocupaciones sobre la iniciativa de reforma, cuyos defensores y opositores actualmente discuten en un parlamento abierto en la Cámara de Diputados.

     Algunas de estas inquietudes son:

     * "Respecto del esquema de generación propuesto, en el que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) generará por los menos 54% de la energía y las empresas privadas el porcentaje restante, vemos con preocupación que pudiera no haber financiamiento disponible, infraestructura ni generación de energía eléctrica limpia que permita atender el incremento de la demanda en el futuro cercano.

     * "De enero a septiembre de 2021 se produjeron 244.8 tera watts hora, de los cuales la Comisión Federal de Electricidad generó 98.6 tera watts hora (40%) y los privados 146 tera watts hora (60%). Por lo tanto, la duda es, ¿cómo desarrollará CFE la capacidad adicional para alcanzar el 54% del total que establece esta reforma?

    * "Para alcanzar dicha proporción en la generación de electricidad, CFE tendría que usar combustibles fósiles, lo cual podría incrementar el costo de la electricidad hasta 31%.

     * "La apuesta por energías menos limpias y más caras impactaría negativamente la competitividad de México, lo cual podría desincentivar inversiones futuras y redirigirlas a otros países".

José Zozaya, presidente de AMIA, dijo en el comunicado que celebran el compromiso del Estado de mejorar y adaptarse a las necesidades de la ciudadanía, no obstante, el gremio rechazó la iniciativa de reforma constitucional por las razones ya enlistadas y solicitó a las autoridades considerar los efectos negativos que ésta traería al medio ambiente y la inversión.

     El posicionamiento de los industriales del sector automotor de México, uno de los 10 países que más autos exportan a nivel mundial y la industria mexicana que más vende al sector externo, se da en el contexto de la discusión de la reforma y de la visita al país de la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm.

     Algunos participantes de la industria ya manifestaron estar al pendiente de los cambios que traiga consigo la propuesta que empuja la actual administración.

     Bosch, un proveedor de tecnología y servicios en el sector automotriz e industrial con sede en Alemania, dijo en diciembre que vigila la propuesta de reforma eléctrica en México, ante su presencia en el sector y su interés en la categoría de vehículos eléctricos.

     “Para nosotros la política de energía es muy importante por el sector automotriz, por eso estamos observando la reforma eléctrica, y creemos que por el futuro, también en México, es muy importante tener energía verde porque sin ella, los coches eléctricos no tienen ningún sentido”, dijo Alexander Firsching, vicepresidente de la planta en San Luis Potosí de Bosch, en conferencia a principios de diciembre de 2021.

     Por su parte, Oscar Ocampo, coordinador de Energía en Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), un centro de investigación apartidista, dijo en octubre del año pasado que México tiene compromisos comerciales y climáticos establecidos en acuerdos como el T-MEC, con Estados Unidos y Canadá, así como en el Tratado de Asociación Transpacífico.