López Obrador regresa avión presidencial ante fallida venta EUA, volverá a intentar

14 de ene. (Sentido Común) -- El intento del presidente Andrés Manuel López Obrador de vender el llamado avión presidencial de México, que fue utilizado durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, para acabar con los dispendios de administraciones pasadas y al mismo tiempo reorientar esos recursos en otros rubros que considera prioritarios, no resultó como estaba planeado.

     Luego de 13 meses de estancia en la ciudad de Victorville, California --adonde fue enviado para recibir mantenimiento y para exhibirlo a potenciales compradores--, la aeronave modelo Dreamliner 787 del fabricante estadounidense Boeing regresará a territorio mexicano donde seguirá en espera de un comprador.

     López Obrador prometió desde la campaña presidencial que no utilizaría ese avión e incluso que pondría a la venta otras aeronaves que tenía en su poder el gobierno, por considerar que no solo era un mal negocio, sino que iba en contra de los ideales de austeridad de su gestión.

     De hecho, ya había adelantado que los recursos que obtuviera México por esa venta serían destinados a mejorar instalaciones de salud pública.

     Los recursos saldrían “de lo que vamos a recibir por la venta del lujoso avión presidencial, de nombre, como burla, José María Morelos y Pavón, el apóstol de la igualdad, el que buscaba que se moderara la indigencia y la opulencia. Así se llamaba el avión presidencial”, dijo el presidente en su conferencia matutina de prensa del 12 de junio.

     México pidió la colaboración en diciembre de 2018 de la Organización de las Naciones Unidas para que se realizara un procedimiento de venta con la participación de interesados alrededor del mundo.

     En junio de 2019 la ONU identificó 42 potenciales compradores --originarios de 16 países-- a quienes se les invitó a considerar su compra y de ellos, un mes después, 12 agentes expresaron interés en adquirir la aeronave, de los cuales seis presentaron posturas económicas

     Al final, la ONU ayudó a seleccionar dos ofertas que estuvieron por encima de los 130 millones de dólares (dos mil 574 millones de pesos) en que está valuada la aeronave, pero hasta ahora ese interés no se materializó en una oferta de compraventa porque aparentemente no se ha logrado el financiamiento para adquirir el avión mexicano.

      “Estos dos potenciales compradores presentaron posturas y realizaron jornadas de inspección y valoración. Hasta el momento, sin embargo, ninguna de las posturas ha prosperado en la formalización de la compraventa”, dijo Jorge Mendoza Sánchez, el director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), en conferencia de prensa. “Por lo tanto, vamos a relanzar el esfuerzo de venta y por ello, el gobierno mexicano también ha decidido que el avión regresará a territorio mexicano”.

     Si bien para muchos México fracasó en su estrategia para deshacerse de ese avión, la administración lopezobradorista dijo que seguirá con los esfuerzos para colocar esa aeronave --que ahora quedará a resguardo de la Fuerza Aérea Mexicana, en el hangar presidencial de la Ciudad de México.

     Es un proceso “complejo y no queremos malbaratarlo, es mejor esperar”, dijo el presidente, ante los cuestionamientos de la prensa reunida en Palacio Nacional.

     El gobierno dijo que el regreso del avión a suelo nacional representará ahorros adicionales a los que ya de por sí estima que está logrando al utilizar vías de transporte, para el mandatario y otros altos funcionarios públicos, distintas a las que usaba el gobierno de Peña Nieto para transportar a sus funcionarios en sus giras de trabajo.

     Claro que también México tuvo que erogar alrededor de 28 millones de pesos (un millón 480 mil dólares) por tener el avión, llamado TP-01, estacionado en California, además del costo que tuvo el mantenimiento.

     “Para poderlo poner en operativo en ferry flight se tuvo que darle mantenimiento y ahorita se están pagando cuatro mil dólares cada siete días para mantenerlo en esa posición”, dijo Manuel de Jesús Hernández González, comandante de la Fuerza Aérea Mexicana, en la misma conferencia.

      El primer mandatario también dijo que está evaluando alternativas como ofrecer el avión en copropiedad entre varios interesados o incluso mantener la propiedad de éste, pero arrendarlo a los interesados que quisieran utilizarlo con fines comerciales, ante las dificultades para encontrar un interesado.

     De hecho, México todavía ni siquiera ha liquidado el valor total de la aeronave, que fue adquirida con financiamiento por Banobras, que a su vez la arrendó al gobierno.

      “Este avión particularmente costó 218 millones de dólares, que es equivalente a alrededor de dos mil 900 millones de pesos”, agregó Mendoza Sánchez. “Ahora, a la fecha, al cierre del 2019 se ha gastado ya en el pago de deuda más intereses mil 833 millones de pesos y todavía existe un remanente de pago de 2020 a 2027 de dos mil 724 millones de pesos”.

     López Obrador se mostró en contra del avión desde que fue adquirido y usado por sus antecesores, por considerar que era una mala inversión y que implicaba lujos que van en contra de sus ideales políticos.

      “Es una mala operación desde el principio, hasta técnica. Ya lo dijimos, lo que pasa que no se tomó mucho en cuenta, pero hasta para usar un avión de transporte en beneficio del presidente es un avión muy grande, demasiado grande, demasiado costoso”, dijo el presidente en la rueda de prensa del martes.

     “Treinta millones es lo que ha costado todo el año mantener el avión allá en la revisión, porque tenemos la bitácora de lo que se le ha hecho, porque los compradores tuvieron que hacer una revisión a fondo y todo aquello que no funcionaba se puso a funcionar. Todo esto ha significado un costo”, agregó. “Pero bueno, para hacer cuentas, 30 millones. Yo les decía que un viaje a Argentina, sólo en internet, por servicios de internet siete millones y agreguen botellas de agua y gel, y corta uñas y rastrillos, y papel sanitario y todo, son los 30 millones un viaje, o sea, si a esas vamos”.

     La aparente obstinación en vender esa aeronave y ser austero en la forma en que se traslada cada semana a las giras de trabajo que realiza por el territorio nacional tiene, sin embargo, un premio en la imagen pública que tiene frente a la sociedad, de acuerdo con expertos.

     “El segundo logro es haber reducido el dispendio en la administración pública a través de un estilo austero de gobernar, aunque ha tenido consecuencias negativas, como reducir áreas estratégicas del gobierno y alejar a cuadros competentes de la administración pública”, dijeron los analistas de la consultoría Integralia, especializada en estudios de opinión pública, riesgos políticos y económicos en México, en un reporte en el que estudiaron los principales logros del presidente en su primer año de gestión. “Su alta popularidad descansa en su estilo personal de gobernar: cercano a la gente, austero y con un discurso a favor de los grupos más vulnerables”.

      La decisión, sin embargo, fue criticada por algunos que creen que el presidente utilizó el tema del avión presidencial para realizar promesas que no iba a lograr cumplir.

     “El presidente hizo pura demagogia ofreciendo obras sociales y solución a los problemas migratorios con las ganancias de la venta del avión presidencial”, dijo Fernando Herrera Ávila, el vocero del Partido Acción Nacional, o PAN, el principal partido de oposición al gobierno, en rueda de prensa. “Me parece que el país enfrenta muchos y graves problemas y el presidente debería gobernar en lugar de hacer campaña”.

     Finalmente, López Obrador dijo que invitará a compradores nacionales y extranjeros para que consideren la compra de este avión, que será ofrecido junto con una flota adicional de 28 aeronaves que, a juicio del gobierno, podrían representar ingresos por dos mil 500 millones de pesos (126 millones de dólares).