Oro Negro declarada en quiebra, acreedores por recuperar parte de su inversión

14 de jun. (Sentido Común) -- Servicios Petroleros Oro Negro, una compañía mexicana de renta de plataformas petroleras que fue creada para aprovechar los beneficios que derivarían de la apertura del sector energético a los capitales privados, fue declarada en quiebra tras dos años de litigio, en los que no logró acuerdos con sus acreedores.

     El Juzgado Segundo de Distrito en Materia Civil de la Ciudad de México ordenó la venta de los activos de la compañía para que los recursos sean destinados al pago de los acreedores, incluidos sus tenedores de bonos, a quienes Oro Negro debe alrededor de 925 millones de dólares.

     “Esta es una decisión positiva para los acreedores, la liquidación de los activos va a permitir pagar a Oro Negro lo que pueda de la deuda”, dijo una fuente con conocimiento de la situación.

     La declaratoria de quiebra también implica que Gonzalo Gil White, hijo del ex secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, así como José Antonio Cañedo White, un ex directivo de la empresa televisora Grupo Televisa, dejarán tanto la administración de la petrolera como su representación legal.

     Ahora, será un administrador o síndico, nombrado por el Instituto Federal de Especialistas en Insolvencia Mercantil y Procedimientos de Quiebra (Ifecom) en los próximos cinco días, quien quede a cargo del proceso de venta de bienes; además, será el encargado de decidir si da continuidad a los procesos legales abiertos vinculados a la empresa, de acuerdo con la fuente con conocimiento de la situación.

     Es probable que Fernando Pérez Correa sea el síndico que lleve el proceso de quiebra, ya que también fungió como conciliador entre Oro Negro y los acreedores durante el concurso mercantil.

    Sentido Común buscó a los anteriores representantes de Oro Negro para conocer su opinión, pero hasta el momento no ha recibido respuesta.

     La quiebra, que beneficia a los acreedores de la empresa al quitarle la administración de los activos a los fundadores de Oro Negro, marcaría el fin de un largo proceso de declive de la empresa iniciado tras la decisión de Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa de energía estatal y principal cliente de la compañía, de cancelar los contratos de arrendamiento de sus plataformas, motivado por los bajos precios del petróleo que se presentaron hace unos años.

     Tras la cancelación, Oro Negro ya no pudo solventar sus obligaciones y solicitó entrar a concurso mercantil en septiembre de 2017, obteniendo la protección de la ley para negociar con sus acreedores un año después.

     En lugar de establecer acuerdos, la empresa mantuvo una disputa con sus acreedores por el control de cinco plataformas de perforación marinas ubicadas en el Golfo de México, consideradas como vitales para garantizar la viabilidad de la compañía.

     Las plataformas, conocidas como Fortius, Laurus, Primus, Decus e Impetus, finalmente fueron otorgadas a los acreedores en mayo por el juzgado responsable del concurso mercantil, ya que Oro Negro no pudo garantizar que contaba con los recursos necesarios para mantenerlas en óptimas condiciones.

     Tras esa decisión, Oro Negro inició medidas legales para recuperar la posesión de estos bienes.

     Ese proceso legal, junto con otros, como la demanda interpuesta por Oro Negro en contra sus acreedores en una corte de Nueva York a inicios de semana --en la cual les exigió el pago de mil millones de dólares por supuestos daños ocasionados en su perjuicio como parte de un complot con Pemex-- ahora estarán en manos del nuevo administrador de la compañía.

     Quien tome las riendas de la empresa también tendrá que decidir si procederá o no con las demandas activadas por la empresa contra Pemex por la cancelación de los contratos, que en caso de ser reinstalados, obligaría a la compañía a subcontratar las plataformas que legalmente son propiedad de los dueños de los bonos, debido a que ya no cuenta con esos activos.