17 de may. (Dow Jones) -- Al astrofísico Carl Sagan le gustaba señalar que las teorías extraordinarias requieren evidencias extraordinarias. Pero las aseveraciones de Dennis Danzik van más allá de lo extraordinario como para rallar en la fantasía.

     Danzik, el director de ciencia y tecnología de Inductance Energy Corp. (IEC), con sede en Wyoming, dijo haber inventado un generador magnético, un sistema de volante de inercia que obtiene energía útil de la interacción de imanes exóticos --también conocido como dispositivo de energía libre, primo hermano de la legendaria máquina del movimiento perpetuo.

     Danzik hace una mueca al oír la frase “movimiento perpetuo”, por lo siglos de engaño que ésta ha generado. “Es un generador”, dijo durante una entrevista en el laboratorio y centro de capacitación de IEC en Scottsdale, Arizona. Al tener en funcionamiento a su izquierda, las máquinas, conocidas como Inductance Energy Earth Engines o Earth Engines (Motores de tierras raras generadores de energía por inductancia), eventualmente se agotarán, pero no está seguro de cuándo lo harán.

      “Realmente no sabemos cuánto duren los imanes”, dijo Danzik.

     IEC lo contrató en 2015 para mejorar el diseño de un generador a diésel para los campos petroleros. Cuando el proyecto no tuvo éxito, Bill Hinz, el director ejecutivo de la empresa, le preguntó qué otras ideas tenía.

     Cuando Danzik describió el generador que tenía en mente, Hinz --ex presidente y director ejecutivo capacitado en Allied Signal Aerospace-- pronunció un epíteto propio de incredulidad. Pero después de varias demostraciones se convirtió en el segundo creyente de Earth Engine.

     Uno podría esperar que Danzik, un ingeniero industrial de 61 años no especializado en física, procediera con cautela, tal vez con un pequeño aparato de laboratorio para probar sus teorías. En realidad ha construido varios, incluyendo Crystal, un dispositivo de demostración de unos 600 kilogramos fabricado con policarbonato de Lexan, para que sea literalmente transparente a los visitantes y escépticos.

     Si Crystal funciona como se anuncia, Danzik habrá descubierto un nuevo campo en, bueno, campos, de la dinámica entre sus imanes de patentes y su capacidad para generar trabajo.

     También habrá logrado algo que ha eludido a grandes genios tales como Leonardo Da Vinci y hasta al pionero de la electricidad Nikola Tesla.

     ¿Cómo es eso posible? “Tesla no tenía imanes de tierras raras, ni el control digital de máquinas”, dijo Danzik.

     La ciencia ya ha hablado sobre el tema --y señaló que no hay necesidad de ver Earth Engine.

     “Las máquinas de movimiento perpetuo son tonterías, y los imanes son el refugio de los charlatanes”, escribió Don Lincoln, director científico del Fermi National Accelerator Laboratory en Chicago, en un correo electrónico. “La clave es la energía. ¿Cuánta energía le aplicas a algo comparada con la energía que obtienes? Si se obtiene más energía de la que se le aplica, entonces desecharemos los libros de física y le enviamos [a Danzik] media docena de premios Nobel, porque uno no será suficiente”.

     Sin embargo, Danzik no está esperando una llamada de Estocolmo. “Puedo y he demostrado [el fenómeno] sin falla”, escribió en un correo electrónico al diario The Wall Street Journal. “Por ahora estoy concentrando en una aplicación práctica, que tenga un beneficio comercial”.

     Aquí es donde la extraña historia del IEC toma un extraño giro.

     En otra parte del edificio, la compañía ya está fabricando generadores basados ​​en sus radicales ideas. Grandes generadores.

     IEC dijo que su primer modelo comercial, R32 Earth Engine, propulsa dos volantes de inercia de 900 kilogramos a velocidades entre 125 y 250 revoluciones por minuto (rpm), generando de 240 o 480 voltios a 100 amperios. Lo máximo, eso es 48 kilovatios, es cercano a lo que genera un pequeño generador a diésel de respaldo.

     Pero a diferencia de un generador a diésel, dijo la compañía, el R32 no produce emisiones contaminantes, ni ruido, y no requiere combustible.

     Mike Halverson, el mayor inversionista de IEC, es dueño de una empresa en North Las Vegas, Nevada, que fabrica campos de tiro modulares para locaciones sin conexión a la red eléctrica, con respaldo de energía.

     Una unidad de prueba R32 instalada en sus instalaciones en enero funcionó durante 422 horas, dijo IEC, con un promedio de producción de 4.4 kilovatios, antes de ser devuelta al laboratorio para su análisis.

     Eso es suficiente energía como para iluminar tres hogares estadounidenses promedio durante un mes o para cargar una serie de autos eléctricos Tesla Model S totalmente descargados.

     El factor limitante en las instalaciones de campo no es generar electricidad, dijo Danzik, sino almacenarla, en bancos de baterías que cuestan más que los generadores en sí mismos.

     Por otra parte, ¿no debería ser el factor limitante que Earth Engine no debería producir, o que simplemente no puede generar electricidad, de acuerdo con todas las leyes expuestas en los libros de física clásica?

     Lo más conspicuo es la primera ley de la termodinámica, también conocida como la ley de la conservación de la energía. ¿De dónde proviene tal energía?

     También está la ley del magnetismo de Gauss, la segunda de las famosas ecuaciones de Maxwell, que dice que los imanes no pueden funcionar porque no tienen energía inherente, debido a que la fuerza de atracción de un polo anula  la fuerza de repulsión del otro. Esta reciprocidad magnética ha sido el desafío, literalmente, con este tipo de dispositivos giratorios a lo largo de la historia.

     Los que visitan la instalación de Scottsdale se encuentran así mismo meditando sobre dos posibilidades sorprendentes, una de las cuales debe ser verdad, sin importar lo difícil que sea aceptarla:

     La primera es que Danzik realmente ha encontrado la manera de obtener una energía enorme e inesperada de sus imanes permanentes --“baterías de la naturaleza”, como las llama él. Descubrimiento que estaría a la par con el aprovechamiento del vapor, la electricidad y el átomo.

     El segundo escenario es algo más difícil de creer. Que Danzik, un hombre encantador que usa lentes de escolar y botas vaqueras, es el David Copperfield del magnetismo y que el laboratorio de piso de cemento del IEC es su escenario, mismo que oculta generadores, cables y motores.

     También se tendría que decir que Hinz --un abuelo ultra acaudalado con ocho nietos-- está en el papel de “Aprendiz de Brujo”.

     Ciertamente hay razones para ser cautelosos. IEC aún tiene que hacer los trámites para obtener la patente a fin de que los expertos analicen el fenómeno, y que Hinz dijo que ya se debió haber hecho por temor a que la tecnología fuera hurtada furtivamente en una contra proclama de patente.

     La empresa tampoco ha permitido que analistas independientes desentrañen Earth Engine para examinar la base de la propiedad intelectual, que Danzik describe como la “geometría y geología” de los imanes.

     Crystal, el dispositivo de demostración transparente, oculta sus bits de patente en una caja opaca.

     “Estos chicos deberían recibir un tratamiento justo”, dijo el Dr. Lincoln, de Fermi Labs. “Pero un tratamiento justo significa entregar un par de copias de su artilugio a un grupo de rigurosos ingenieros y científicos para su estudio”, dijo Danzik,

     “Cualquier físico interesado en ver la máquina tiene una invitación abierta”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 17/05/2019

Etiquetas: Física Energía Electricidad Imán Imanes Tierras Raras Thomas Danzik Earth Engine ICE Genereación