El presidente Andrés Manuel López Obrador y Carlos Urzúa, el secretario de Hacienda y Crédito Público, luego de firmar los acuerdos para refinanciar la deuda de Pemex. Foto de presidencia.
El presidente Andrés Manuel López Obrador y Carlos Urzúa, el secretario de Hacienda y Crédito Público, luego de firmar los acuerdos para refinanciar la deuda de Pemex. Foto de presidencia.

13 de may. (Sentido Común) -- Petróleos Mexicanos, la empresa petrolera estatal, anunció la firma de un acuerdo financiero con HSBC, JP Morgan, y Mizuho Securities, tres de las instituciones financieras más relevantes del mundo, para reestructurar dos mil 500 millones de dólares de su deuda y ampliar dos líneas de crédito revolventes por hasta cinco mil 500 millones de dólares.

     Con el anuncio, la empresa estatal obtiene, al menos en el corto plazo, un alivio a su apretada situación financiera al lograr ampliar de tres a cinco años parte de los vencimientos que hubiese enfrentado en el mediano plazo de su abultada deuda de más de 106 mil millones de dólares y que la hacen la compañía petrolera más endeudada del mundo.

     Además, Pemex logra ampliar dos líneas crediticias que le permitirán contar con recursos frescos en caso de que no pueda, o sea muy costoso, acudir a los mercados financieros para refinanciar las obligaciones financieras de los próximos años.

      “Estamos mejorando las condiciones financieras de lo que ya se debía desde la anterior administración, logrando mejores condiciones tanto en plazos como en tasas en relación con emisiones de deuda y del mercado actual”, dijo Octavio Romero, director general de Pemex durante la conferencia de prensa matutina que realiza el presidente Andrés Manuel López Obrador y en donde se dio a conocer el acuerdo financiero de la petrolera con las instituciones financieras.

     Si bien el anuncio no resuelve de lleno la delicada situación financiera por la que Pemex atraviesa, sí da a la compañía tiempo para seguir corrigiendo muchos de los problemas que enfrenta y que heredó de la administración anterior del presidente Enrique Peña Nieto.

     Para algunos especialistas, el acuerdo anunciado hoy, más el apoyo que está recibiendo del gobierno de López Obrador, combinado con una reducción de su carga fiscal actual, que sumará cerca de 30 mil millones de pesos (1,560 millones de dólares) a finales de este año, hacen que una situación que parecía insostenible para la petrolera, hoy se vislumbre ligeramente mejor.

     “El anuncio de las líneas de crédito de esta mañana [dejan a Pemex] en una situación complicada, que es mejor de una situación insostenible”, dijo Gonzalo Monroy, consultor y experto en temas de energía, en su cuenta de la red social Twitter.

     Con el anuncio, Pemex incluso podría aplazar una posible degradación crediticia luego que varias agencias calificadoras la han colocado en revisión ‘negativa’ por su abultada deuda y su menor producción petrolera. Esa perspectiva generalmente implica una alta posibilidad de una degradación crediticia.

     Si eso ocurre, la petrolera estatal bajaría del grado de inversión en el que se encuentra actualmente, a grado especulativo, un descalabro que elevaría significativamente los costos de pedir prestado para la compañía.

     De ahí que para algunos el anuncio del acuerdo alcanzado hoy con HSBC, JP Morgan y Mizuho sea crucial y considerado como un voto de confianza en la capacidad de Pemex por superar sus problemas actuales.

     “La probabilidad de una degradación crediticia se reduce, pero sigue siendo un riesgo clave. De cualquier manera vemos como favorables los esfuerzos que el gobierno está tomando para mantener a Pemex sana”, dijo Luis Gonzali, un manejador de fondos con Frankin Templeton, a la agencia de noticias Bloomberg.     

      Algunos de esos esfuerzos son, por ejemplo, el combate al robo de combustibles, que a la fecha ha dado buenos resultados al bajar en casi 90% esas actividades ilícitas que padecía la compañía

     Hasta antes del nuevo gobierno encabezado por López Obrador, grupos criminales extraían de manera clandestina cerca de 80 mil barriles diarios de combustibles para posteriormente venderlos por su parte o en estaciones de servicio asociadas.

     Desde que Pemex decidió cerrar algunos de esos poliductos para evitar esas actividades, hoy la empresa sólo sufre la extracción diaria de cuatro mil barriles diarios de petrolíferos, o 95% menos.

     De ahí que la empresa espera poder contar con 50 mil millones de pesos (dos mil 630 millones de dólares) adicionales gracias a los esfuerzos que ha iniciado, con la ayuda del Ejército Mexicano y la Marina Nacional, para contener la extracción ilícita de petrolíferos.

     Por otro lado, la empresa está enfocando sus actividades de exploración y extracción de crudo en campos ubicados en aguas someras y tierra adentro, en lugar de explotar sus yacimientos en aguas profundas o en formaciones de lutitas en el norte del país.

     Con ello, Pemex espera en breve comenzar a registrar un repunte de la extracción de crudo que ha venido cayendo a lo largo de los últimos 15 años y que al parecer ha logrado ya detener en los últimos dos meses.

     Si a estas actividades se suman los aumentos que ha registrado el precio del crudo en los mercados financieros internacionales, en donde la mezcal del crudo de exportación de Pemex ha alcanzado ya niveles cercanos a los 63 dólares el barril, o un aumento de 40% en lo que va de 2019, es entendible la apuesta que al menos tres instituciones financieras internacionales están haciendo en Pemex.

     “Estamos muy convencidos de que las medidas que está tomando la actual administración serán, sin lugar a dudas, para mejorar la operación y estructura financiera de Pemex y del sector energético”, dijo Nuno Matos de Macedo, director general de HSBC México, la subsidiaria mexicana del banco inglés. “Es importante reconocer las acciones y compromiso absoluto del gobierno federal hacia el fortalecimiento de este sector y de su principal empresa, Petróleos Mexicanos”.

     Matos de Macedo espera incluso que más bancos nacionales e internacionales se sumen al acuerdo firmado entre las tres instituciones financieras y Pemex cuando salgan a sindicar el préstamo y las líneas crediticias.

     Claro que un elemento que podrá generar escepticismo entre otros intermediarios financieros es la intención de Pemex por construir una séptima refinería en el poblado de Dos Bocas, en el estado de Tabasco.

     Si bien ese proyecto lo planea financiar Pemex con recursos de los contribuyentes, a través de inyecciones de capital que realice el gobierno federal, las dudas que existen sobre si la empresa cuenta con el personal técnico e ingenieril para realizarlo en tres años y a un precio de 160 mil millones de pesos (ocho mil 330 millones de dólares) podrían hacer dudar a otros bancos en participar en el nuevo esquema de financiamiento.

     Más cuando tres empresas expertas en edificar refinerías declinaron hacerlo en el monto y en el plazo que fijó el gobierno la semana pasada, una decisión que hace dudar a muchos de que Pemex vaya a lograr las metas que se plantea en cuanto a esa obra de infraestructura.

     Además, muchos expertos petroleros consideran que Pemex y el gobierno no deberían invertir en una nueva refinería cuando tienen mucho por hacer para rehabilitar y mejorar la capacidad productiva de las seis existentes y que operan a sólo 30% de su capacidad o en mejorar y aumentar la extracción de crudo a fin de poder alcanzar la meta de una producción diaria de 2.4 millones de barriles diarios para 2024.

     Hoy, Pemex produce 1.7 millones de barriles diarios, o 29% menos de la meta de fin de sexenio.

     De cualquier manera, los bancos que participaron en el acuerdo firmado con Pemex alabaron las medidas que está tomando la compañía, con sede en Ciudad de México, para superar sus problemas operativos y financieros.

     Quiero “reconocer el enorme esfuerzo de la dirección general y todo el equipo humano de Pemex por la implementación de varias medidas para incrementar la eficiencia, incrementar los ingresos, estabilizar la producción y también en fortalecer la estructura financiera de la empresa, como hemos visto es una estrategia de la cual este crédito es un componente adicional”, dijo Felipe García-Moreno Rodríguez, presidente y director general de JP Morgan México, la filial mexicana del mayor banco estadounidense.

     Los banqueros agregaron que de acuerdo a las condiciones negociadas Pemex pagará una tasa de interés variable, tanto sobre el crédito para reestructurar deudas actuales, como sobre las dos líneas de crédito. Esa tasa la conformará un componente equivalente a la London Interbank Offered Rate, o Libor, y una sobretasa de 2.35 puntos porcentuales, que bajo las condiciones actuales daría una tasa de interés total de 4.85%.

     Es “una tasa debajo de 5% que, para estas cantidades, montos, es muy atractiva”, agrego García-Moreno Rodríguez. “Está muy por debajo de lo que se cotiza la deuda internacional de Pemex en los mercados ahorita”.

     La firma del acuerdo entre Pemex y las instituciones financieras fue bien recibida por el presidente López Obrador, quien agradeció la muestra de solidaridad de esas entidades con su gobierno.

     “Es por eso que es un acontecimiento muy importante que los bancos nos estén dando su confianza, lo cual agradecemos mucho”, agregó López Obrador. “Porque a pesar de la desinformación, de la manipulación, de querer sembrar la percepción de que la economía no va bien, de que hay una enorme deuda en Pemex, inmanejable, a pesar de eso quienes tienen información verdadera saben que la economía va bien, que la deuda de Pemex es manejable”.

     Pemex además podrá contar con el compromiso de Hacienda de hacer transitar su estructura fiscal actual hacia una estructura similar a las de otras empresas en el país y que pagan menos contribuciones al gobierno.

     “Las cargas fiscales de Pemex se fueron incrementando [a través de los años] y en este momento son realmente muy gravosas”, dijo Carlos Urzúa, secretario de Hacienda, durante el evento de la firma del acuerdo. “Entonces, poco a poco se va a ir desgravando a Pemex, no desgravando, es decir, va a pagar impuestos como cualquier otra [empresa], pero los derechos extras poco a poco se van a ir reduciendo a lo largo del tiempo”.

     Urzúa agregó que los recursos que dejará de pagar Pemex podrán ser utilizados para incrementar la inversión en explotación y producción de crudo, así como para mejorar su balance.


Fecha de publicación: 13/05/2019

Etiquetas: AMLO Credito Deuda HSBC JP Morgan Libor López Obrador Mizuho Pemex