Francia avala impuesto tecnológico a pesar de la oposición de EUA

El Senado de Francia aprobó tasar con un impuesto de hasta 3% los ingresos obtenidos por las grandes empresas de tecnología como Apple, Amazon, Facebook o Google, a pesar de las advertencias del gobierno de Estados Unidos, reportó el periódico francés Le Monde.

     El gobierno francés siguió adelante con su determinación de cobrar impuestos a esas compañías, que principalmente son originarias de Estados Unidos, por los ingresos que obtengan por concepto de ventas de publicidad objetivada en línea, venta de datos con fines publicitarios y vinculación de usuarios en sus plataformas.

      El proyecto de ley fue presentado por Bruno Le Maire, el ministro de economía francés, con lo que los franceses se convierten en uno de los primeros países en abordar el tema.

     Las empresas “crean valor gracias a los internautas franceses”, dijo el ministro Le Maire, de acuerdo con Le Monde.

      La decisión de poner los aranceles es temporal, mientras se esperan los resultados de las negociaciones internacionales.

     La determinación de los franceses ya había provocado la molestia del presidente estadounidense Donald J. Trump, quien advirtió que iniciaría una investigación acerca de los efectos de tal impuesto y acusó al gobierno de Emmanuel Macron de tratar injustamente a las firmas estadounidenses.

     “La estructura del nuevo impuesto, así como las declaraciones de los responsables [políticos franceses] sugieren que Francia, con este impuesto, tiene como meta y de manera inequívoca ciertas empresas tecnológicas estadounidenses”, dijo Robert Lighthizer, el representante comercial de Estados Unidos, de acuerdo con un reporte del diario estadounidense The Wall Street Journal.

     El impuesto que se aplicará a unas 30 empresas, incluyendo las cuatro antes mencionadas, además de otras como Aribnb o Instagram, permitirá al gobierno galo recaudar cerca de 400 millones de euros en 2018 y 650 millones de euros en 2020, estimó Le Monde.

     La medida fiscal se basó principalmente en un proyecto europeo que no se ha concretado debido a la renuencia de Irlanda, Suecia, Dinamarca y Finlandia; y tiene como objetivo las empresas que tienen ventas por más de 750 millones de dólares a nivel mundial, de los cuales 25 millones podrían provenir de usuarios que residen en Francia.