Los mandatarios de Canadá, Justin Trudeau; Estados Unidos, Donald Trump; y México, Enrique Peña Nieto, firmaron el nuevo acuerdo de libre comercio que los gobiernos de los tres países negociaron a lo largo de los últimos 18 meses para modernizar el pacto que por casi un cuarto de siglo reguló el intercambio comercial en Norteamérica.

     Con la firma del pacto, iniciará ahora la última etapa del nuevo acuerdo comercial, conocido como Tratado México, Estados Unidos y Canadá --T-MEC--, que no es más que la aprobación de los respectivos congresos de las tres naciones para que pueda llegar a su implementación.

     Si bien esa tarea no enfrenta riesgos en Canadá y México, por el respaldo que el T-MEC tiene entre los legisladores actualmente, sí podría enfrentar oposición en la Cámara de Representantes estadounidense, donde las elecciones de medio periodo quitaron a Trump el control de ese cuerpo legislativo para entregárselo al Partido Demócrata.

     Por lo general, los demócratas son políticos menos proclives a respaldar el libre comercio. Sin embargo, durante la ceremonia de firma del tratado, Trump dijo que no espera enfrentar dificultades para su implementación

     El tratado “ha sido tan bien reseñado, que no creo que tendré problemas para su total implementación”, dijo Trump.

     Los tres gobernantes firmaron el nuevo acuerdo, con el que buscan reemplazar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en la cumbre de las 20 mayores economías del mundo, o G20, en Buenos Aires, Argentina, un día antes que Peña Nieto deje el cargo para ser relevado por Andrés Manuel López Obrador este 1 de diciembre.

     El nuevo acuerdo permite “reafirmar la importancia de la integración económica de América del Norte”, dijo Peña Nieto en un mensaje a medios desde la capital argentina. “El acto que formalizamos hoy es una muestra de que México, Estados Unidos y Canadá son cercanos no solo por la geografía, sino por los valores y anhelos que comparten”.

     Ahora, el proceso de ratificación en el Senado será vigilado por el próximo presidente, quien apoyó el proceso de negociación del gobierno saliente y además controla el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que, junto con sus aliados, impulsarán el nuevo tratado para que no enfrente mayores obstáculos.

     De ahí que en México se espera un proceso rápido de ratificación del nuevo acuerdo comercial, que podría entrar en vigor a principios de 2020.

     “Estamos mostrado la importancia que le da López Obrador a las inversiones” y al comercio, dijo Jesús Seade, quien acompañó el proceso de negociación en representación del equipo de López Obrador y será el próximo subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, en una entrevista radiofónica con el periodista Carlos Loret de Mola en las estaciones de Grupo Radio Centro. El próximo presidente “es una persona amiga de los mercados”.

     Otro reto que enfrentarán las relaciones comerciales entre los tres países, son las tarifas que el gobierno de Trump impuso a las importaciones de acero y de aluminio producidos por sus socios comerciales.

     Incluso, algunos dudaban que Trudeau y Peña Nieto firmarían el nuevo acuerdo si la administración de Trump se negaba a eliminar esos aranceles, por lo que ahora estiman que los tres gobiernos se enfocarán en encontrar una solución a esas barreras comerciales.

     Algunos empresarios mexicanos y funcionarios del gobierno de Peña Nieto han dicho en las últimas semanas que son optimistas acerca de que los tres países encontraran pronto una salida para resolver las tarifas que impuso Trump.

     Sin embargo, hasta ahora no es claro en qué estado se encuentran esas negociaciones y cómo serán abordadas bajo el gobierno de López Obrador.

     Este “es un gran paso”, dijo Trudeau en un mensaje tras la firma del nuevo acuerdo comercial. Sin embargo, “hay mucho más trabajo por hacer. . . [debemos] seguir trabajando para quitar las tarifas al acero y al aluminio, porque eso mina nuestras economías”.

     La firma del acuerdo fue bien vista por muchos, para quienes el nuevo tratado comercial recupera la confianza y elimina la incertidumbre que en cierta manera había afectado el comercio y las inversiones en la región por la inestabilidad que había generado el proceso de negociación.

     Este es “un paso fundamental para garantizar el flujo de inversión de Norteamérica, consolidando a la región como una de las más competitivas del mundo”, dijo American Chamber of Commerce of Mexico, en un comunicado. “Ahora, lo más relevante es su oportuna ratificación por parte de los tres países, manteniendo el espíritu de cooperación”.

 



Fecha de publicación: 30/11/2018

Etiquetas: EUA Canadá México libre comercio economía Norteamérica T-MEC