La polémica propuesta de Andrés Manuel López Obrador, el presidente electo de México, de descentralizar las operaciones del gobierno y mudar algunas secretarías de Estado a otras entidades está lejos de terminar. y comienza a mostrar oposiciones concretas.

     El gobierno de transición enfrenta, por ejemplo, el rechazo ya de un grupo de trabajadores de la Secretaría de Cultura, en específico de los integrantes del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura, quienes están en contra de la intención de López Obrador de llevarse esa dependencia al estado de Tlaxcala.

     Ese sindicato inició un campamento de protesta, o plantón, afuera de la sede principal de la Secretaría de Cultura y de las oficinas de transición del gobierno, para exigir que la futura administración ofrezca certidumbre sobre el futuro laboral que tienen los empleados de lo que antes era el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.   

     Los integrantes de la organización que representa a algunos trabajadores de Cultura, informó, a través de redes sociales, que una comisión de inconformes fue recibida por el equipo de transición de la futura titular del ramo, Alejandra Frausto, quien se comprometió a reunirse con los inconformes para atender sus peticiones.

     Además, informaron que María Cristina García Cepeda, la actual secretaria de Cultura, se comprometió a tener una reunión con el Sindicato Democrático el viernes 12 de octubre.

     El presidente electo ya ha creado en el pasado un clima de intranquilidad entre los empleados del gobierno federal que se oponen a mudarse a otros estados, sin embargo, la protesta de los trabajadores de Cultura es quizá el movimiento más organizado hasta ahora para quejarse de la descentralización.

     Cierto que en el pasado el futuro mandatario, que tiene 64 años de edad, ya ha tratado de calmar esa angustia que algunos tienen, al decir que ese proceso de mudanza será paulatino, pero la oposición que enfrenta ahora hace pensar que esa disputa está apenas empezando y que podría originar incluso acciones legales contra la administración federal entrante.   

     “Si no nos dan las garantías propias de la estadía en lo que es nuestra entidad, no nos da la certeza de que nos puedan ofrecer unas garantías en otro estado”, dijo en entrevista David Trigueros, quien trabaja como colegiado de finanzas en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Cultura y quien está en el plantón que tienen los empleados de esa dependencia afuera de las oficinas de esa secretaría en Paseo de la Reforma, en la capital del país. “No puedes trasladar de un momento a otro a un sector de la sociedad”.  

     Además de esa protesta, los trabajadores de esa dependencia y de otras, como el Instituto Nacional de Bellas Artes o del Instituto Nacional de Antropología e Historia, han realizado  manifestaciones en calles de la capital del país.  

      “La mayoría [de los trabajadores de la Secretaría de Cultura] ya tenemos nuestra vida hecha, hijos y esposo con trabajo aquí, sería complicado trasladarse”, dijo también en entrevista Leticia Soriano, quien labora como secretaria de apoyo en la Secretaría de Cultura desde hace 10 años. 

     Algunos trabajadores que protestan, sin embargo, prefirieron no dar comentarios por temor de represalias.

     El gobierno de López Obrador, además de la mudanza, planea recortar hasta 70% de los empleados de confianza del sector público, lo que mantiene en vilo a miles de trabajadores del gobierno federal.

 

 

 



Fecha de publicación: 10/10/2018

Etiquetas: México transición López Obrador cultura