Tres de los futuros integrantes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el presidente electo de México, mostraron su oposición a continuar con la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en los terrenos de lo que antes era el lago de Texcoco, en el Estado de México.

En un encuentro con habitantes de localidades que pueden resultar afectadas con la construcción del nuevo aeropuerto internacional del país en esa zona del Valle de México, Josefa González Blanco Ortiz-Mena, María Luisa Albores González y Alejandro Encinas, colaboradores cercanos de López Obrador, dijeron que esta obra es un error en el ámbito económico y ambiental de la actual administración federal que encabeza Enrique Peña Nieto.

Aseveraciones que han rechazado autoridades gubernamentales para quienes esa obra de infraestructura podrá incluso detonar crecimiento económico en distintas áreas del país, mientras que las medidas que se están adoptando en la zona donde se edifica la nueva terminal aérea mitigaran los efectos ambientales.

Los habitantes de los pueblos afectados solicitaron a esos colaboradores de López Obrador, algunos de los cuales estarán en su gabinete como González Blanco Ortiz-Mena, futura secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales, y María Luisa Albores, futura titular de la Secretaría de Bienestar, que suspendan los trabajos de construcción hasta que se lleve a cabo la consulta popular que propuso el presidente electo para el próximo 28 de octubre.

Encinas, quien será subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración en la Secretaría de Gobernación, manifestó su rechazo a la construcción del nuevo aeropuerto al calificarlo como un “error por donde se vea”.

El nuevo aeropuerto es "un error económico, de planeación y desarrollo urbano, en el impacto social, ambiental y hasta en el patrimonio histórico y cultural", escribió Encinas Rodríguez, en su cuenta personal de la red social Twitter.

Para otros, sin embargo, la cancelación del aeropuerto sería un grave error por el dinero que ya se invirtió y comprometió en la obra, más el impacto negativo que tendría entre los inversionistas dar marcha atrás al proyecto.

Claro que la opinión de quien también fuera jefe de gobierno de la capital del país por unos meses en 2005, en sustitución de López Obrador, no es la única al interior del futuro gabinete que se mostró en contra.

Muchos han llamado la atención del daño ambiental que causará la construcción de la terminal aérea del país en esa zona, porque implicará que las autoridades sequen un vaso de agua conocido como Nabor Carrillo, que alberga aves originarias de esa zona del Valle de México.

“Esto no impacta solo el espacio donde está el aeropuerto, impacta un radio muy amplio de la Ciudad de México", dijo González Blanco Ortíz-Mena, en el encuentro con los habitantes afectados. “Va a tener unas consecuencias ecológicas, ambientales, que pueden ser devastadoras a mediano y largo plazo”.

Así mismo, Albores también dijo que estaba en contra del proyecto que ya está en marcha porque ella estaba personalmente a favor de la vida “y en este caso la vida son ustedes, las personas”.

Los integrantes del equipo de transición dijeron que no podían detener los trabajos por las condiciones contractuales que acordó el gobierno de Peña Nieto, pero hicieron nueve compromisos con los inconformes, entre los que está realizar un recorrido por las comunidades afectadas y realizar una mesa de trabajo con la Secretaría de Gobernación para evitar que continúen las violaciones a derechos humanos en contra de los dirigentes del movimiento en contra de la construcción del aeropuerto.

La visita se llevará a cabo del 8 al 12 de octubre.

En ese mismo evento, Javier Jiménez Espriú, el futuro titular de Comunicaciones y Transportes y quien ha sido uno de los mayores críticos del proyecto del nuevo aeropuerto, reiteró que el futuro de la nueva terminal depende de la consulta que López Obrador ordenó hacer a finales de octubre.

 



Fecha de publicación: 04/10/2018

Etiquetas: López Obrador NAIM México Texcoco aviación gobierno