22 de sep. (Sentido Común) -- Arturo Herrera, uno de los coordinadores del equipo de transición económica del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, dejó en claro que la austeridad que planea imponer el próximo gobierno para poder reasignar más recursos públicos a proyectos sociales y de inversión, y así evitar un mayor déficit, tendrá repercusiones en las finanzas de los gobiernos sub-nacionales --estatales y municipales-- si no toman medidas.

Durante un foro organizado por la agencia calificadora Moody’s Investors Service para hablar de financiamiento a proyectos de infraestructura, el futuro funcionario alertó a gobernadores y presidentes municipales que les convendría reforzar sus fuentes de recaudación para compensar los ingresos que antes les proporcionaba la federación cuando así lo determinaba para financiar obras de infraestructura.

No “va a ver ingresos discrecionales” para los gobiernos locales, dijo Herrera, de 51 años de edad, en el foro, al referirse a que si bien el próximo gobierno respetará la distribución de recursos hacia las entidades federales que contempla la Ley de Coordinación Fiscal, no entregará fondos discrecionales como han acostumbrado administraciones anteriores. Eso “va implicar que los gobiernos sub-nacionales tengan que empezar a fortalecer sus ingresos de manera importante”.

Herrera, quien muy probablemente ocupe el cargo de subsecretario de Hacienda a partir del 1 de diciembre por la cercanía que tiene con quien será titular de esa dependencia, Carlos Urzúa, sugirió a los gobernadores y presidentes municipales mejorar o iniciar el cobro del impuesto predial.

En México, muchos municipios no cobran ese impuesto que pagan los propietarios de bienes inmuebles. De hecho, en la segunda economía más grande de América Latina la recaudación del impuesto predial por los gobiernos sub-nacionales es una de las más bajas de la región latinoamericana.

Incluso, algunos municipios en el país recaudan sólo 5% de los ingresos que utilizan para dar sus servicios, como son pavimentación de calles, alumbrado público, alcantarillado y recolección de basura, entre otros.

De ahí que para Herrera, un ex funcionario del Banco Mundial y ex secretario de Finanzas del gobierno de Ciudad de México de 2004 a 2005 cuando López Obrador fue jefe de gobierno de la capital, los planes del nuevo gobierno en materia de distribución de recursos forzará a los gobiernos locales a replantearse la forma como obtendrán recursos adicionales para satisfacer las necesidades de sus poblaciones.

Hasta ahora, la práctica del gobierno federal de entregar de forma discrecional recursos a los gobiernos locales ha fomentado conductas indebidas por parte de las autoridades encargadas de las finanzas estatales y municipales.

Los funcionarios, ante un sistema que les exigía poco para realizar labores de recaudación tributaria local, carecían de incentivo para cobrar impuestos en sus localidades por ser una tarea impopular y por saber que contaban, de cierta forma,  con el apoyo del gobierno federal.

Hasta ahora, “la política de ingresos [de los gobiernos sub-nacionales] es estar haciendo fila en la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas en la Secretaría de Egresos [de Hacienda]” para ver que obtienen, agregó Herrara. “Claramente eso no puede pasar” más. 

El llamado de Herrera a que las autoridades locales para que desde ahora comiencen a planear mejor sus políticas de ingresos está además sustentado en la promesa de campaña de López Obrador de que mantendrá las finanzas del gobierno federal sanas sin endeudar más al gobierno y sin cobrar más impuestos.

En ese sentido, Herrera dijo que el próximo gobierno se ha puesto como meta no sólo no subir el monto de la deuda como porcentaje del producto interno bruto del nivel actual de alrededor de 45%, sino incluso bajarlo con el tiempo.

“Lo primero que pensamos es que ese nivel de 45% va a ser el techo”, dijo el futuro funcionario. “En la medida que sea posible vamos a tratar de irlo bajando. Esto es crucial para las finanzas públicas pero también para tener finanzas sanas”.

Además de las finanzas sanas que espera lograr el próximo gobierno, la otra variable que la administración de López Obrador ve cómo crucial para mantener estable la macroeconomía del país es: respetar la autonomía de Banco de México.

     Para Herrera, el respeto irrestricto al banco central mexicano es una condición indispensable para asegurar que las condiciones económicas actuales que tiene México, de baja inflación y crecimiento, se mantengan.

      Así, Herrera confirmó la postura que manejó López Obrador durante su campaña y que sufrió un aparente cambio cuando en un evento organizado en el   estado de Nayarit el fin de semana pasado dijo que si la economía mexicana llegase a tener un mal desempeño sería por culpa de factores externos o de la política de Banco de México.

     Con su confirmación del respeto a la autonomía del Instituto Central, Herrera buscó al parecer volver a reestablecer el compromiso del futuro presidente de México de respetar las decisiones que tome Banco de México, aun cuando esas puedan ser contrarias al crecimiento del país, como ocurre cuando las autoridades monetarias optan por subir su tasa de referencia para contener la inflación.

Si bien esas decisiones son dolorosas y anti-populares, Herrera dijo indirectamente que López Obrador las respetaría.

 



Fecha de publicación: 21/09/2018

Etiquetas: México economía López Obrador Banco de México finanzas gobierno sub-nacionales financiamiento