El entendimiento al que llegaron los gobiernos de Estados Unidos y México para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) incluyó una cláusula en la que 40% de un vehículo manufacturado en la región deberá ser ensamblado en plantas que paguen al menos 16 dólares por hora.

     Ese planteamiento, que fue avalado por la Secretaría de Economía, ha generado preocupaciones ya que, al no contar México con plantas que paguen esos salarios podría impulsar a que algunas empresas trasladen sus operaciones a otros países, a fin de cumplir con esa cláusula y gozar de los beneficios del libre comercio.

     Sin embargo, para algunos, esa propuesta salarial para el sector automotor podría no tener un efecto significativo en las operaciones de esa industria en México, ya que establece niveles muy cercanos a los que trabajan actualmente muchas marcas.

     “El porcentaje del vehículo que va a venir de México va a seguir siendo el mismo que tenemos hoy en día”, dijo Kenneth Smith Ramos, quien fue el jefe de la negociación técnica en los diálogos para modernizar el TLCAN. En “la distribución de lo que producimos hoy en día, la cifra ha de estar alrededor de 30%”.

     Smith Ramos, por el contrario, considera que esa cláusula del salario en la industria automotriz permitió que el gobierno de Donald J. Trump abandonara su solicitud de que el nuevo TLCAN presionara a México a subir de forma artificial sus salarios en la economía nacional.

     “Sí es un tema importante que logramos desactivar, que era que se buscaba obligar establecer salarios a través del TLCAN”, dijo Smith Ramos, en una conferencia en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), en Ciudad de México. Además “es positivo porque no tiene un impacto negativo en la capacidad productiva en México”.

     Por el contrario, para el jefe negociador, la industria automotriz nacional cuenta con espacio para crecer por el aumento en la regla de origen de 62.5 a 75%, por lo que un mayor contenido de los automóviles deberá ser ensamblado en Norteamérica para poder comercializarse libre de aranceles.

     Ahora tenemos “la posibilidad de que haya más contenido de autopartes mexicanas”, agregó el funcionario, durante el discurso en el que explicó algunos cambios que traerá renegociación del TLCAN, que pasará de 22 a 28 capítulos una vez que entre en vigor en enero de 2020.

     El jefe técnico negociador del país reiteró que México cuenta con un seguro para evitar posibles aranceles que imponga Trump contra importaciones de aranceles y autopartes en Estados Unidos, bajo el argumento de protección a la seguridad nacional de su país.

     Ese seguro cubre la capacidad exportadora actual de esos sectores, más un crecimiento potencial por los próximos cuatro años.

     Esa medida no “va a sobrevivir mucho tiempo, ya sea por litigios internacionales o por las represalias”, dijo Smith Ramos. “Además, ninguna administración dura para siempre”.

     El seguro “nos da un respiro, protege la capacidad exportadora y un factor de crecimiento que no va a tener nadie más en el mundo, haciéndonos más atractivos, inclusive”, agregó.

 

 



Fecha de publicación: 21/09/2018

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