El equipo de negociadores de México ofreció detalles sobre el acuerdo de entendimiento que alcanzó con el gobierno de Estados Unidos, para regular las nuevas relaciones comerciales entre los dos países, incluso si fracasa el proceso para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

     El gobierno de México hizo énfasis en la necesidad de que Canadá se sume al nuevo acuerdo, aunque explicó que este proceso ya no representará incertidumbre para la economía mexicana porque el país cerró ya el acuerdo comercial con Estados Unidos, su mayor socio comercial, al mismo tiempo que sus relaciones comerciales con Canadá ya están reguladas bajo el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en ingles).

     “Es una prioridad que Canadá pueda estar en la negociación, que Canadá pueda ser parte del acuerdo”, dijo el canciller mexicano Luis Videgaray, en una conferencia de prensa celebrada en Washington, D.C. tras el anuncio de que los equipo negociadores estadounidense y mexicano habían concluido con éxito la renegociación de un tratado de libre comercio, o TLC. “Si por alguna razón el gobierno de Canadá y el de Estados Unidos no llegaran a un entendimiento, hoy lo que sabemos los mexicanos es que habrá un TLC entre Estados Unidos y México”.

     De acuerdo a diversos reportes periodísticos, representantes de la delegación canadiense están programados para llegar el lunes por la noche a la capital de Estados Unidos para iniciar las renegociaciones con el gobierno estadounidense. Los negociadores mexicanos planean permanecer en Washington, D.C. para participar, si es necesaria su intervención, en esas negociaciones.

     “A partir de hoy la incertidumbre es muy diferente”, agregó Videgaray, en la conferencia, donde también estuvieron Ildefonso Guajardo, el secretario de Economía; Jesús Seade, el futuro representante comercial de México en el gobierno del presidente electo Andrés Manuel López Obrador; Juan Pablo Castañón, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, y Moisés Kalach, el empresario que representaba a las empresas asesoras del gobierno en el llamado cuarto de junto.

     Dentro de los cambios en el nuevo acuerdo de entendimiento Estados Unidos-México, están modificaciones a la regla que determina el monto de contenido regional que debe tener un vehículo fabricado en América del Norte para recibir los beneficios del libre comercio. En el nuevo acuerdo, esa cantidad mínima de contenido regional subió de 62.5 a 75%.

     Para las exportaciones automotrices que no cumplan con ese umbral --cerca de 30% de los vehículos que México vende al norte de su frontera no cumplen hoy con la nueva regla-- existirá un lapso de cuatro años para que las empresas puedan adaptar sus operaciones y así logren beneficiarse del nuevo acuerdo.

     Si esto no sucede, entonces las compañías recibirán un arancel de 2.5%, o la tarifa máxima que permite la Organización Mundial de Comercio (OMC) a Estados Unidos cobrar a los autos fabricados en México por el estatus de Nación Más Favorecida, o MFN por sus siglas en inglés, que tiene la segunda economía más grande de América Latina.

     “Habrá hoy mayor requerimiento para que hagamos más cosas en América del Norte”, dijo Guajardo Villarreal, quien comandó las negociaciones comerciales a nombre de México, en la conferencia de prensa. Además, hay “garantía de exportar a MFN [nación más favorecida] de 2.5% mientras no hagan ajustes”.

     Con estos cambios en la regulación de la industria automotriz, México queda prácticamente exento de cualquier medida que pueda adoptar el gobierno de Donald J. Trump sobre posibles imposiciones arancelarias para las importaciones de automóviles o autopartes, bajo el argumento de que esos artículos o bienes presentan una amenaza para la seguridad nacional de su país.

     Algo que ya hizo Estados Unidos en relación al acero y aluminio importado del exterior. Esos dos metales enfrentan hoy aranceles punitivos de 25 y 10% al ingresar a la mayor economía del mundo.

     Si bien no es aún claro si el gobierno de Trump impondrá el arancel de 25% a los autos importados, ese ya dejó ser, al menos para los vehículos mexicanos, un escenario que podría perjudicar las exportaciones mexicanas.

     “México es el primer país que tiene claridad” de las reglas de autos, agregó Videgaray en la conferencia celebrada en la embajada mexicana en Washington, D.C. “Eso le da una ventaja relativa” frente a las industrias automotrices de otros países.

 




Fecha de publicación: 27/08/2018

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