30 de jun. (Sentido Común) -- El fin del plazo que Estados Unidos había dado a algunos de sus socios comerciales para tratar de resolver disputas comerciales y evadir el pago de aranceles a la venta de acero y aluminio en ese país pone nerviosos a muchos, quienes creen que la Casa Blanca podría dar un paso más para anteponer sus intereses a los de otros países que en el pasado eran vistos como aliados.

     Así, la nueva disputa comercial amenaza en convertirse en una fuente de incertidumbre adicional al ya de por sí tenso proceso de diálogos que ese país tiene con los gobiernos de Canadá y México para reescribir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

     Sin embargo, los socios norteamericanos no parecen estar dispuestos a ceder a las presiones del gobierno de Donald J. Trump y dijeron estar a favor de discutir ambos temas, sin prisas, de forma independiente.

    Chrystia Freeland, la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, dijo que su gobierno negociará por separado el TLCAN y las posibles tarifas que Estados Unidos impondrá a las importaciones de acero y aluminio de sus socios comerciales.

     Freeland realizó esos comentarios ante medios de comunicación, a la salida de un encuentro que tuvo con el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, en Washington, D.C.

     La ministra canadiense, quien es además la líder de Canadá en el proceso para reescribir el TLCAN, dijo que las negociaciones siguen avanzando de manera independiente a la inminente aplicación de aranceles de 25% al acero y 10% al aluminio que el gobierno estadounidense podría imponer a Canadá y México, entre otros países.

      La determinación de gravar las compras de esos metales desde el exterior fue tomada por la Casa Blanca por los supuestos efectos negativos que tienen las importaciones excesivas para la seguridad nacional del país.

     Al momento de decretar esa medida proteccionista, Estados Unidos acordó exentar a Canadá y a México porque consideró que las diferencias entre los tres países podrían quedar resueltas en el nuevo TLCAN.

     No obstante, la prórroga que originalmente había dado el gobierno de Trump se vence el 31 de mayo y la posibilidad de firmar pronto un nuevo acuerdo norteamericano parece muy lejana.

     De ahí que Freeland, ante reporteros, dijo que defenderá los intereses de su industria acerera, de manera independiente a la negociación del TLCAN, y adelantó que su gobierno no descarta tomar represalias en caso de ser castigados con aranceles.

     “Canadá considera francamente absurdo que seamos considerados de alguna manera como una amenaza a la seguridad nacional” de Estados Unidos, dijo Freeland a reporteros. “Nosotros responderemos apropiadamente”.

     Por su parte, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo en una entrevista con el canal de televisión Bloomberg TV que Canadá podría tener una ventaja frente a Estados Unidos en las renegociaciones del TLCAN, ante las divisiones políticas que tiene actualmente la mayor economía del mundo.

     Para Trudeau, las divisiones entre el Partido Demócrata y el Republicano dejan una brecha en la que Canadá podría obtener ventajas en los diálogos para modernizar el acuerdo comercial trilateral.

     “Ciertas facciones entre la administración estadounidense piensan de una manera, y otras piensan de otra forma”, dijo Trudeau en la entrevista. “En Estados Unidos “los demócratas pueden tener una perspectiva, y los republicanos otra”.

     Freeland aprovechó la visita a la capital estadounidense para discutir con Lighthizer, el líder negociador de Estados Unidos para el TLCAN, algunos de los temas que están sobre la mesa y que han obstaculizado la firma de un nuevo acuerdo.

      De hecho, la canciller canadiense dijo que esta semana los diálogos con el representante comercial estadounidense se enfocaron en las reglas de origen de la industria automotriz, uno de los temas más álgidos en el TLCAN.

     Freeland también dijo a los reporteros, a la salida del encuentro que sostuvo con Lighthizer, que tuvo una conversación telefónica de dos horas con Ildefonso Guajardo, el secretario de Economía y líder negociador de México, la cual giró fundamentalmente sobre la industria automotriz.

     Guajardo no estuvo presente en Washington porque acudió a una gira de trabajo por París, Francia, como parte de las reuniones anuales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización Mundial de Comercio (OMC).

     Si bien las tres partes de la negociación del TLCAN han subrayado la importancia de concluir pronto con la modernización del tratado que rige las relaciones comerciales en Norteamérica, ahora la posición de Canadá y México parece haberse inclinado a ser pacientes en busca de un mejor trato.

     “Seguimos comprometidos a negociar de una forma constructiva, siempre teniendo en mente que debe haber beneficios para los tres países”, dijo Dionisio Pérez Jácome, el embajador de México en Canadá, en un foro organizado por Manitoba Chamber of Commerce, de acuerdo con un reporte de Winnipeg Free Press. “No estamos en posición de cambiar calidad por velocidad” para cerrar el trato.

 

 



Fecha de publicación: 30/05/2018

Etiquetas: Freeland Canadá TLCAN comercio EUA México aluminio aranceles acero