En México las mujeres representan 39.5% de la población ocupada, aunque no todas planean participar en “Un día sin nosotras”. Foto de archivo.
En México las mujeres representan 39.5% de la población ocupada, aunque no todas planean participar en “Un día sin nosotras”. Foto de archivo.

9 de mar. (Sentido Común) -- El 9 de marzo fue un día histórico, pues cajeras, periodistas, economistas, abogadas y muchas más no se presentaron a sus centros de trabajo o estudio por primera vez en la historia de México como reclamo por aquellas que han sido objeto de violencia de género y en memoria de víctimas de feminicidio.

     Si bien es probable que no todas las mujeres dejen de laborar este lunes para unirse al movimiento “Un día sin nosotras”, iniciado por el colectivo veracruzano Brujas del Mar, casi 50% de las mujeres mayores de 18 años en el país lo apoya, de acuerdo con una encuesta realizada por Consulta Mitofksy.

     Otras encuestas como la realizada por el periódico El Financiero, señalan una intención de participación de 57% por parte de las mujeres encuestadas. Mercer, una firma de consultoría en recursos humanos, estimó una participación de 156 mil mujeres de la fuerza laboral en el movimiento.

     La idea detrás es concientizar sobre la importancia de las mujeres en la vida productiva y social del país, haciendo manifiesto el efecto de su ausencia; uno de ellos tiene que ver con su participación en la actividad económica, al representar 39.5% de la población ocupada de México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

     “Se está generando un debate y hablando de un tema que no se tocaba. Las disparidades económicas de las mujeres en México y el mundo siguen estando presentes”, dijo Artemisa Montes, especialista en economía política y docente de la universidad La Salle.

     “No sólo es una cuestión física, pagamos un costo por el hecho de ser mujeres. . . incluso, en el sistema económico nacional existe una forma de discriminación, segregación y afectación a los derechos de las mujeres”.

     Montes estima que el paro genere un impacto económico de 37 mil millones de pesos (mil 800 millones de dólares), considerando tanto las actividades económicas remuneradas, como no remuneradas; estimando que todas las mujeres que participan en la economía suspendan sus labores.

     Para poner en perspectiva el impacto económico que causaría un día sin mujeres produciendo, equivale a las ventas en México de Walmart, la mayor cadena de supermercados, en cuatro semanas, o 30% de las de Fomento Económico Mexicano (Femsa), la empresa dueña de las tiendas y gasolineras Oxxo en el último trimestre de 2019, solo por mencionar dos ejemplos.

     Incluso, ese monto es más de 80% de las ganancias operativas de América Móvil, la firma del empresario Carlos Slim que agrupa a los servicios de telefonía de Telmex y Telcel en el último trimestre reportado.

     Claro que también hay datos que no son tan parejos, pero que ponen en perspectiva la problemática manifiesta.

     El paro representa 15% del costo social de la violencia contra las mujeres en México, que asciende a más de 245 mil millones de pesos (12 mil millones de dólares), aproximadamente 1.5% del producto interno bruto, o PIB, del país, de acuerdo con un estudio al 2015 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Secretaría de Gobernación.

     Esos recursos resultan de gastos médicos a los que tienen que recurrir las víctimas, consulta psicológica, ingresos perdidos por ausentarse al trabajo, incluso gastos funerarios en caso de feminicidios, pago de los servicios carcelarios de hombres en reclusión por motivos de violencia familiar, entre otros.

     La cifra estimada por Montes es cercana a la proyectada por analistas de BBVA Research, que consideran un costo de 34 mil 571 millones de pesos (mil 719 millones de pesos), conformado por 23 mil 200 millones de pesos (mil 154 millones de dólares) de actividades económicas remuneradas --el equivalente a 0.1% del PIB total del país--,  y 11 mil 371 millones de pesos (565 millones de dólares) por labores domésticas y cuidadados, que no son remunerados.

     Los subsectores que podrían verse más afectados por el paro son los relacionados con la salud, educación y asistencia; restaurantes y alojamiento; esparcimiento, mantenimiento, limpieza; y comercio, donde más de 50% de los trabajadores remunerados son mujeres, de acuerdo con los analistas de BBVA.

     A pesar de ello, por distintas circunstancias es imposible que absolutamente todas paren para sumarse a “Un día sin nosotras”.

     “Soy maestra y no puedo faltar a dar clases”, escribió una usuaria en Facebook, situación que también podrían enfrentar doctoras o aquellas que se autoemplean.

     Existen también mujeres que no están a favor del paro.

     “Yo creo existen otras formas de enfrentar el problema”, dijo a Sentido Común una médico veterinaria en entrevista.

     También está el caso de aquellas que --con permiso para ausentarse o sin él--, les descontarán el día. “En mi trabajo no nos apoyaron y si faltamos nos lo descontarán”, dijo otra mujer más en la misma red social.

     Diversas empresas se han unido al movimiento, con mensajes sobre apoyo a sus trabajadoras y respeto a su decisión de ausentarse a sus labores.

     De acuerdo con la encuesta de Mercer, realizada a 779 empresas, 63% de las compañías tomarán alguna acción con respecto a ese día; de esas 492 empresas, 42% señalaron que pagarían el día en caso de que sus empleadas no asistan a laborar.

     A pesar de este apoyo de las empresas a sus colaboradoras el próximo 9 de marzo, este respaldo no necesariamente se ve reflejado, por todas las empresas, en materia de salarios.

     Existe todavía una brecha salarial evidente, pues mientras un hombre gana cinco mil 800 pesos al mes en promedio, una mujer percibe cinco mil pesos, dijo Montes.

     Una posición que es compartida por los analistas de BBVA, quienes estiman la brecha salarial entre hombres y mujeres en México de 30%.

     “Parte de esta brecha se explica por menores niveles de escolaridad y experiencia de las mujeres, pero parte también por discriminación de género”, escribieron Guillermo Jr. Cárdenas, Luis Antonio Espinosa, Juan José Li Ng y Carlos Serrano, en su análisis.

     “La formación (en las mujeres) sigue siendo un tema, por ejemplo, lo que se refiere a computación, el 90% de los que están empleados son hombres, y en ingenierías es el 89%, manejo de datos e inteligencia artificial, 72%, que son las áreas más dinámicas de la economía y por lo tanto con mejores salarios”, comentó Montes.

     Lo anterior contrasta con el escenario dentro de los corporativos en México. Sólo 9% de las compañías son dirigidas por mujeres, en contraste con el restante 91% de los puestos de autoridad asumidos por hombres, de acuerdo con el estudio “Situación y Progreso de las Empresas Familiares para lograr su Continuidad”, del Centro de Investigación para Familias de Empresarios, CIFEM-BBVA, del IPADE Business School.

 

 

 


Fecha de publicación: 09/03/2020

Etiquetas: México Mujeres protesta género desigualdad violencia ausencia impacto economía