Pemex recibirá inyección de capital por 5 mil mdd para reducir deuda, refinanciar otra

11 de sep. (Sentido Común) -- La empresa estatal Petróleos Mexicanos anunció que recibirá cinco mil millones de dólares de apoyo financiero por parte del gobierno, como parte del marco de acciones que están tomando las autoridades financieras para aliviar la difícil situación por la que atraviesa la mayor compañía del país y evitar así un deterioro mayor de su perfil crediticio.

     Pemex dijo que con los fondos que le inyectará el gobierno de México podrá prepagar bonos que vencen entre el próximo año y 2023 a fin de ir aligerando las obligaciones financieras que deberá cubrir en los próximos años.

     Los recursos saldrán de activos que ya están en la Tesorería de la Federación y no comprometen el endeudamiento del sector público, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

      Además de la inyección de capital, la empresa realizará nuevas emisiones de deuda con plazos de siete, 10 y 30 años, para pagar deudas de corto plazo y así extender sus vencimientos y reducir las presiones financieras de los próximos meses.

     “Como parte de estas transacciones de manejo de pasivos, Pemex está comenzando a ofrecer notas globales denominadas en dólares estadounidenses en una o más series, sujetos a las condiciones del mercado y otras”, dijo la compañía, en un comunicado.

     La empresa ofrecerá recomprar las notas en dólares con interés de 3.5 y 6% que vencen en 2020, así como las que tienen un interés de 5.5 y 6.375% con vencimiento en 2021, las de 4.875 y 5.375% que vencen en 2022, y las notas con interés de 4.625 y 3.5% que vencen en 2023.

     Además, en esa operación también se contempla pagar anticipadamente los bonos con tasa de 8.625% que vencen en 2022 y las notas con tasa variable que vencen ese mismo año.

      Por último, la petrolera estatal realizará una permuta de bonos a lo largo de toda la curva de deuda, con el fin también de suavizar el perfil de vencimientos de la compañía.

      Así, Pemex ofrecerá a los inversionistas títulos con interés de 4.875 y 5.375% que vencen en 2022, otros con tasas de 3.5 y 4.625% con plazo a 2023, uno de 4.875% a 2024 y uno de 4.25% a 2025.

     Así mismo, ofrecerá bonos con vencimientos a 2022, 2041, 2044, 2045, 2046, 2047 y 2048, con tasas de 8.625, 6.5, 5.5, 6.375, 6.625, 6.75 y 6.35%, respectivamente.

     Finalmente, también serán ofrecidas notas a tasa variable con vencimiento en 2022 y bonos garantizados a una tasa de 8.625% en 2023.

     “Los recursos provenientes de esta operación se utilizarán para asegurar a Pemex una reducción en el saldo de su deuda, una mejora en sus indicadores de liquidez, reducir los vencimientos a corto plazo y generar ahorros en los intereses pagados por la empresa, lo anterior encaminado a fortalecer la posición financiera de Pemex, en línea con lo establecido en su Plan de Negocios”, dijo la empresa estatal, en un comunicado.

     El gobierno espera contar la participación de inversionistas de Estados Unidos, Europa, Asia y México, y los agentes colocadores serán Goldman Sachs, JP Morgan, Citi, HSBC, Mizuho, Crédit Agricole y Bank of America.

     El gobierno federal, por su parte, dijo que estos recursos no afectarán la salud de las finanzas públicas de México.

     “Esta acción es parte de los esfuerzos del Gobierno para fortalecer la estabilidad financiera de Pemex y mejorar su rentabilidad y contribución estratégica de largo plazo a la economía mexicana”, dijo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a través de un comunicado. 

      Pemex es la empresa petrolera más endeudada del mundo, con un total de 104.4 mil millones de dólares en deudas al cierre del primer semestre del año, de acuerdo con el reporte financiero publicado ante la Bolsa Mexicana de Valores.

     Por ello, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha venido anunciando una serie de acciones para tratar de aliviar la situación financiera de la empresa y evitar una degradación de la nota crediticia que llevaría ésta a nivel especulativo.

      De hecho, la inyección de capital anunciada hoy es adicional a los 86 mil millones (cuatro mil 410 millones de dólares) que México planea aportar a Pemex, a través de una inyección de capital y de una reducción de la carga fiscal de la compañía, como parte del presupuesto para el año 2020.

     Con ello, el gobierno federal busca reducir las obligaciones de la empresa para darle recursos adicionales que serán usados para invertir en proyectos que permitan incrementar la producción de crudo nacional, del nivel de 1.73 millones diarios de barriles extraídos actualmente a 1.95 millones al cierre de 2020.

      Algunos expertos y analistas ya habían expresado sus dudas de que el apoyo anunciado por el gobierno fuera suficiente para lograr esa meta.

      La agencia de calificación crediticia Moody’s Investors Service dijo, en un foro organizado la semana pasada en Ciudad de México, que el gobierno necesitaría invertir hasta 16 mil 700 millones de dólares para que la petrolera estatal pudiera alcanzar su meta de producción, sustituir las reservas y cumplir con sus obligaciones financieras.

      Moody’s es quizá la calificadora que se siga más de cerca en sus evaluaciones de Pemex, porque si esa agencia degrada un escaño la calificación crediticia de la compañía entonces la pondría en grado ‘especulativo’, con lo que se sumaría a Fitch Ratings, que ya la tiene ubicada ahí.

     “La inyección de capital está en línea con nuestras expectativas para el apoyo gubernamental a Pemex”, dijo Pete Speer, vicepresidente sénior de Moody’s, en un reporte publicado tras conocerse las operaciones financieras de hoy. “Las ofertas planificadas de pago de deuda e intercambio aumentarán la disponibilidad de préstamos revolventes y refinanciarán algunos vencimientos de deuda de 2020 y 2021, mejorando la posición de liquidez y el perfil de vencimiento de deuda de Pemex”.

      Si Pemex recibe el grado especulativo para su deuda muy probablemente sufriría una oleada masiva de ventas de los títulos que están en el mercado, porque la regulación obliga a muchos agentes a deshacerse de instrumentos riesgosos, lo que elevaría aún más los costos financieros que de por sí enfrenta la mayor empresa del país.

     Por su parte, Fitch dijo que el apoyo adicional anunciado es positivo pero moderado, frente a las obligaciones que tiene la petrolera estatal.

     “Fitch continúa evaluando el historial de apoyo del gobierno mexicano como ‘moderado’, dada la pesada carga fiscal actual de la compañía, que históricamente ha limitado su capacidad de reinversión”, escribió la calificadora, en un reporte. “Este apoyo se compara con aproximadamente 27 mil millones de dólares de transferencias que hizo el gobierno a Pemex en 2018, a través de impuestos, regalías y otros”.

     Moody’s reiteró la calificación de Baa3 para las notas de Pemex, mientras que Fitch mantuvo la nota de BB+, ambas con perspectiva ‘negativa’.

      Standard and Poor’s, la otra de las tres grandes agencias de calificación crediticia, dijo que no moverá la nota de Pemex a menos que realice un cambio similar en la calificación soberana de México.

     “Esto se basa nuestra expectativa de una probabilidad casi cierta de apoyo extraordinario del gobierno a la empresa, ante un escenario de estrés financiero”, escribió la calificadora, en un reporte. “En nuestra opinión, Pemex tiene un rol crítico para el gobierno mexicano, tanto desde el punto de vista económico como para la ejecución de la política energética del país. Nuestra evaluación también captura el vínculo integral entre Pemex y el gobierno que detenta la propiedad total de la empresa, y que considera la elevada participación gubernamental en todas las decisiones estratégicas”.