EUA, México concluyen reunión sobre migración con avances, sin amenazas

10 de sep. (Sentido Común) -- Funcionarios de alto nivel de los gobiernos de Estados Unidos y México concluyeron la primera evaluación del plan que diseñaron hace tres meses para detener el creciente flujo migratorio entre ambos países con aparentes buenos resultados, aunque también con el compromiso de mantener esfuerzos para frenar definitivamente el tránsito de personas.

     Lo anterior fue acordado durante una reunión que tuvo Marcelo Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores mexicano, con Mike Pence y Mike Pompeo, el vicepresidente y el secretario de Estado de Estados Unidos, así Jared Kushner, el asesor sénior y yerno del presidente estadounidense, en la ciudad de Washington, D.C.

     “La estrategia mexicana ha dado resultados importantes, de acuerdo con la ley de México. . . lo que se ha observado es un descenso muy significativo”, dijo el canciller Ebrard Casaubón, en una conferencia de prensa ofrecida al término del encuentro en la capital de Estados Unidos. “La tendencia que tenemos nosotros es irreversible, es decir, va a seguir bajando cada mes”.

     Previo al encuentro, el titular de Relaciones Exteriores sostuvo un breve encuentro con Donald J. Trump, el presidente de Estados Unidos, a quien le explicó las acciones que tomó el gobierno mexicano para detener la migración de personas.

     “Vemos con buenos ojos lo que están haciendo, eso fue lo que me dijo y vamos a ponerle atención a esto que ustedes están diciendo de las armas”, dijo el canciller, sobre el encuentro de alrededor de 10 minutos que tuvo con el presidente estadounidense.

     De hecho, Ebrard dijo que la estrategia implementada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador permitió un descenso de 70% en la llegada de personas de origen centroamericano a Estados Unidos, así como una caída de 7% de migrantes mexicanos.

     Sin embargo, la visión del gobierno estadounidense fue aparentemente un poco menos optimista, pues la administración de Trump enfatizó que aún queda trabajo por hacer para detener la migración ilegal.   

     “Si bien se han logrado avances, queda más trabajo para reducir aún más el flujo de inmigrantes ilegales a los Estados Unidos”, dijo la Casa Blanca, en un comunicado. “Los líderes acordaron implementar los Protocolos de Protección de Migrantes en la mayor medida posible”.

     Ebrard dijo que en la reunión el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su deseo de congelar el tráfico de armas de Estados Unidos a México.

     Claro que para la delegación de funcionarios mexicanos, que también incluyó a Martha Bárcena, la embajadora en Estados Unidos, no fue solamente un examen para México y el país pudo poner sobre la mesa de negociaciones la necesidad que el gobierno de Trump frene el tráfico ilegal de armas al sur de su frontera.

     Para ello, México propuso crear un grupo de trabajo con funcionarios de agencias de inteligencias estadounidenses que comenzará a reunirse la próxima semana, con el objetivo de revelar mensualmente cuantas armas hay registradas que llegaron de Estados Unidos de manera ilícita.

     “El objetivo es saber cuántas armas al mes registramos que provienen ilícitamente de Estados Unidos, hacer el trace para ver quien las vendió y luego también hacer la verificación en México de cómo entraron”, dijo Ebrard en la conferencia. “Ese trabajo que yo sepa nunca se ha hecho y nunca se ha estado reportando mensualmente. Para nosotros este tema de armas es vital”.

    El canciller agregó que México no teme, como muchos sí lo hacen, que Trump vuelva nuevamente a amenazar con imponer nuevos aranceles contra los bienes mexicanos, sobre todo en caso de que se complique su reelección y se sienta atraído a mandar un guiño a sus votantes más recalcitrantes.

     Incluso, Mark Morgan, el encargo de despacho de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos --o CBP por sus siglas en inglés--, dijo en una conferencia de prensa el lunes que si bien la Casa Blanca reconocía el compromiso inédito de México en materia migratoria, era indispensable que el país hiciera más.

     Esa actitud de confrontación aparentemente no se repitió hoy en el encuentro de alto nivel entre ambos países.

    “La reunión transcurrió en términos amistosos, nada qué ver con lo que vimos ayer de CBP”, dijo Ebrard. “Tampoco hubo un planteamiento de aranceles en esta reunión”.  “El riesgo de una confrontación entre México y Estados Unidos está cada vez más lejos”.

     El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores reiteró que México no aceptará convertirse en un tercer país seguro como ha ocurrido con Guatemala y Honduras.

      México rechazó la posibilidad de convertirse un Tercer País Seguro cuando, a finales de enero, Estados Unidos comenzó a deportar un grupo de 20 migrantes centroamericanos por día a la garita de San Ysidro, para que esperaran en territorio mexicano mientras se realizan las audiencias para determinará si los tribunales conceden el asilo que muchos piden en aquel país por razones humanitarias.

      “México no será Tercer País Seguro y se seguirá con acuerdo migratorio establecido con Estados Unidos”, dijo Ebrard ante reporteros.

     Por ahora no hay una nueva fecha para otra revisión bilateral de las acciones para contener la migración, pero las autoridades mexicanas aseguran que durante los tres meses que llevan tomando medidas lograron reducir hasta en 56% la migración ilegal de personas.