Cox Energy América concreta debut en Biva, recaba menos de lo esperado

8 de jul. (Sentido Común) -- Cox Energy América, una compañía de matriz española especializada en energía solar, logró concretar su oferta pública inicial en México y pese a no generar el entusiasmo suficiente que le permitiera vender sus títulos a un precio más elevado al que finalmente fijó, fue suficiente para terminar una sequía de dos años sin acciones nuevas en los mercados mexicanos.

     El gran público inversionista compró 12.5 millones de acciones a un precio individual de 31.41 pesos, muy cerca de la parte más baja del rango estimado, de entre 29.7 y 44.6 pesos, de acuerdo con información publicada en el aviso de colocación de la que se convirtió en la primera oferta pública inicial que organiza la Bolsa Institucional de Valores (Biva), la segunda bolsa de valores en México.

     El monto y el número de acciones vendidas le permitió obtener por esa vía 393.6 millones de pesos (17 millones de dólares), 39.4% del monto originalmente buscado. Adicional a ello, Cox Energy América dio entrada con su ampliación de capital a firmas que administran el patrimonio de personas de muy alto ingreso y a grupos privados, gracias a los que en total obtuvo cerca de 800 millones de pesos (35 millones de dólares) al volverse pública.

     “Hoy es un día histórico para todos y cada uno de los que formamos parte de Cox Energy América, hace ya algunos años que nos planteamos la idea, sueño, el anhelo, de ser la primera empresa solar en cotizar en un mercado de valores latinoamericano”, dijo en la conferencia de colocación Enrique Riquelme, fundador de Cox Energy Solar, matriz de la nueva empresa pública.

     La dueña de 36 parques solares en México, Chile, Colombia, Centroamérica y la región del Caribe fue colocada con un múltiplo precio sobre valor en libros de 4.4 veces, por encima del principal índice --el S&P/BMV IPC-- de 1.7 veces, pero por debajo de las 7.5 veces en la que cotizan otras empresas del sector, como Solaria Energía y Medio Ambiente, Scatec Solar y Grenenergy Renovables, de acuerdo con cálculos del intermediario colocador, Vector Casa de Bolsa.

     Tras la oferta aún quedan 1.9 millones de acciones objeto de la opción de sobreasignación, con las que la empresa puede obtener 59 millones de pesos (2.6 millones de dólares) adicionales, de acuerdo con los documentos públicos en Biva.

     El público inversionista quedó con una participación de 7.7% en Cox Energy América tras la operación, lo que podría llegar a 8.8% si todos los títulos de sobreasignación son vendidos. Sin embargo, al sumar a los grupos privados y otros inversionistas la compañía declaró haber logrado el objetivo de poner en manos de nuevos dueños el 15% de la compañía.

     Cox Energy América dio más relevancia a la obtención de capital, la transparencia de la operación y la entrada de nuevos inversionistas que a la cantidad de dinero obtenida, sobretodo porque la colocación, contra todo pronóstico, la concretó en momentos de zozobra por las secuelas económicas que ha provocado en diversas industrias el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la pandemia de covid-19.

     “El entorno de incertidumbre, tanto económica, financiera y bursátil, está generando que muchos de los procesos de inversión estén completamente paralizados o se estén limitando debido a que la perspectiva de la evolución de las ganancias también está siendo afectada”, dijo en entrevista Carlos González, especialista de Masari Casa de Bolsa.

     Para el analista, las presiones económicas de corto, y tal vez largo plazo, explican la disminución en el apetito por riesgo y en el precio de la colocación, aunque para la compañía se trató de un éxito.  

     “Estamos satisfechos con el resultado de esta emisión, en medio de esta crisis sanitaria y económica global producto del covid-19, contra el pronóstico de expertos, analistas, comentaristas, hemos logrado lo que parecía imposible”, dijo Riquelme.

     De acuerdo con el directivo, el objetivo principal era colocar una parte mínima de su capital para acceder al mercado y así atraer inversionistas con los que trabajar más adelante.

     En ese sentido y bajo condiciones económicas mejores, Cox Energy América espera poder recabar nuevamente capital mediante la venta de acciones en 2021, con una valuación más acorde a sus pares internacionales, es decir, más elevada.

     En la actualidad la compañía cuenta con una capacidad total instalada de más de mil 800 megavatios concentrados principalmente en México y Chile. Entre sus actuales complejos cuenta desarrollos grandes como La Granja Solar, en Zacatecas, e Iscali, en Campeche, no obstante, en el mediano plazo pretende enfocarse en complejos pequeños y medianos.

     Los recursos obtenidos están planeados para desarrollar su portafolio de proyectos y pese a que algunos tachan el ambiente regulatorio en México de obstructor de la promoción de las energías renovables, Cox Energy América reiteró que no es motivo de preocupación y su modelo de negocio se sabrá adaptar.

     Biva también celebró su primera colocación accionaria, la que también calificó como exitosa, y señaló que pese al momento de contingencia, es posible que otra compañía se anime a efectuar su oferta pública inicial, sin ofrecer detalles al respecto.

     “Después de más de dos años de sequía y en medio de una coyuntura convulsa de alcance mundial damos la bienvenida a una nueva emisora de acciones en el mercado mexicano”, dijo en la conferencia María Ariza, directora general de Biva.

     Puede que Cox Energy haya reiniciado el conteo de meses sin colocaciones, que llevaba 28 desde que Promecap Acquisition Company, una firma de adquisición con propósito especial que terminó por convertirse en operadora de centros comerciales, lo hiciera en marzo de 2018, pero eso no necesariamente significa la reactivación del mercado.

     “Estamos en una situación de revisión, si hay sequía y también incertidumbre en muchos procesos financieros, créditos, colocaciones, así como de fusiones y adquisiciones”, dijo García. “Hacia adelante posiblemente se esté evaluando cómo va el riesgo nacional e internacional… pero de momento sí hay señales de prudencia en todos estos esquemas”.

     Para el analista, aún faltan elementos que den confianza a los inversionistas para echar a andar su dinero, en el ámbito político, económico y social, relacionado este último con la seguridad que podría representar una reactivación económica a partir de una disminución del riesgo del covid-19.