Carlos Romero Deschamps, dejará de ser la cabeza de uno de los sindicatos más poderosos del país. Foto de Senado PRI vía Flickr
Carlos Romero Deschamps, dejará de ser la cabeza de uno de los sindicatos más poderosos del país. Foto de Senado PRI vía Flickr

16 de oct. (Sentido Común) -- Carlos Romero Deschamps, renunció a su cargo como secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), el gremio que agrupa a los trabajadores de la empresa petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), una decisión que termina con casi tres décadas de haber controlado uno de los gremios más importantes del país y que le brindó gran poder y aparente riqueza.

     La noticia fue confirmada por el propio Romero Deschamps en un desplegado dirigido a los trabajadores del sindicato en el que atribuye su decisión a un clima adverso para desempeñar su cargo.

     "Hoy, por razones poco claras, no observamos la cooperación que debe existir entre trabajadores y administración para impulsar los proyectos que permitan el verdadero avance de Pemex hacia su consolidación", dijo Romero en el desplegado. "Tal parece que se ha recrudecido la antigua posición de vernos como contrarios y no como complemento en la tarea de respaldar a Pemex en su compromiso histórico de ser garantía del desarrollo nacional.

     La renuncia de Romero Deschamps, quien controló el sindicato desde 1993, llega en medio de las diversas investigaciones en su contra por diversas demandas en su contra, incluida algunas vinculadas a delitos de evasión, defraudación fiscal y delincuencia organizada y que están ya revisando las autoridades judiciales del país.

     La renuncia tuvo lugar durante la asamblea extraordinaria del sindicato, en la que los representantes de las 36 secciones del STPRM nombraron además a Manuel Limón Hernández, el secretario del interior del sindicato, como sustituto de Romero Deschamps al frente de la organización.

     Romero Deschamps había sido recientemente re-electo para permanecer como líder sindical hasta 2024.

     Si los reportes sobre el reemplazo de Limón Hernández son correctos, entonces o bien el estará sólo como interino por unas semanas o meses o los líderes de las 36 secciones habrían violado las disposiciones de las leyes laborales mexicanas para que sean los miembros de los sindicatos los que elijan a sus dirigentes.

     Aunque los estatutos internos del sindicato podría tener disposiciones transitorias para nombrar reemplazos cuando un dirigente se hace a un lado de su cargo de forma voluntaria.

     Si ese es el caso, es probable que entonces el STPRM convoque en cierto tiempo a elecciones.

     Dado que Romero Deschamps enfrenta diversas acusaciones, que revisa ya la Fiscalía General de la República (FGR), muchos, incluido el presidente Andrés Manuel López Obrador, indicaron que el motivo de su renuncia podría deberse a eso a fin de que pueda atender esas acusaciones.

     Las denuncias las confirmó el presidente durante su conferencia matutina, aunque él dijo que era falso que la Unidad de Inteligencia Financiera (UFI) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) le haya cancelado las cuentas como reportó esta mañana Reforma.

     “Pues hay dos denuncias, dos informes que se enviaron a la Fiscalía General de la República”, dijo López Obrador, en su conferencia matutina. “No es como lo sostiene un periódico, que no lo voy a mencionar, que se congelaron cuentas, eso no”.

     El presidente también se deslindó de los problemas legales que enfrenta Deschamps, al decir que no es su costumbre reunirse con dirigentes sindicales y menos solicitarles algo. “Yo no lo he visto, no recuerdo, pero creo que nunca lo he visto, o sea, nunca nos hemos visto”, dijo el mandatario.

     El actual líder petrolero, quien tiene 76 años de edad, goza de una muy pobre reputación por el desplante de riqueza que han desplegado él y sus hijos en redes sociales y que para muchos confirman los altos grados de corrupción que existen al interior del gremio y dentro de la empresa petrolera estatal.

    En el año 2000, el líder originario de Tamaulipas, quien ha sido también dos veces diputado federal y dos veces senador de la República por el hoy partido de oposición, Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue incluso involucrado en un escándalo, conocido como Pemexgate, por haber supuestamente participado en el desvío de mil 100 millones de pesos desde las arcas del sindicato petrolero, a la campaña presidencial del candidato priísta, Francisco Labastida Ochoa, quien buscaba suceder al presidente Ernesto Zedillo.

     Su renuncia despertó diversas opiniones entre expertos en política y funcionarios públicos, quienes lo calificaron de símbolo de la corrupción en México.

     “Romero Deschamps ha sido, por muchos años, símbolo de la corrupción, la impunidad, el sindicalismo charro”, escribió Daniel Moreno, el director del portal de noticias Animal Político, en su cuenta personal de Twitter. “Esperemos que no quede eternamente como símbolo de la impunidad”.

    Algunos incluso creen que su salida del sindicato es parte de un pacto de impunidad con el gobierno de López Obrador.

     Romero Deschamps “es una de las expresiones más acabadas de la corrupción sindical, de la corrupción política y ha sido una figura protegida del régimen por años”, dijo Emilio Álvarez Icaza, senador independiente, a periodistas en la Cámara Alta. Si el gobierno no atiende el caso, “mandaría una señal de un pacto de impunidad: no me estorbas, pero te garantizo impunidad”.

     De ahí que algunos pidieran que las investigaciones en su caso continuaran y lleguen hasta sus últimas consecuencias.

     “No sólo importa que Romero Deschamps se va; para construir Estado de derecho también importa cómo se va”, dijo Denise Dresser, una politóloga y escritora, en la red social Twitter.

     Romero Deschamps milita en el PRI desde 1961, donde ha colaborado coordinando campañas políticas para cargos de legislador, tanto a nivel federal como a nivel local y hasta candidaturas de gobernadores y presidentes municipales en el estado de Tamailipas y en su ciudad natal de Tampico.

     El dirigente fue incluso en dos ocasiones diputado federal y en dos más senador de la República.

     Manuel Limón Hernández, que tiene 73 años de edad, también tiene un largo recorrido en el sindicato petrolero, iniciando su carrera en el gremio en 1995. Actualmente es diputado federal por el PRI y representa al estado de Veracruz.

 

 


Fecha de publicación: 16/10/2019

Etiquetas: Romero Deschamps Sindicato Petróleo Pemex Renuncia PRI Corrupción