El gobierno aliviará parte de la carga impositiva a Pemex para que la empresa petrolera pueda invertirlo en incrementar su producción. Foto de archivo.
El gobierno aliviará parte de la carga impositiva a Pemex para que la empresa petrolera pueda invertirlo en incrementar su producción. Foto de archivo.

16 de jul. (Sentido Común) -- El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ofreció hoy los primeros detalles del esperado plan de negocios de la empresa estatal Petróleos Mexicanos, mediante el cual prevé revertir la endeble situación financiera y operativa que vive Pemex desde hace años.

     En ese plan, que fue aprobado el lunes 15 de julio por unanimidad de los integrantes presentes del consejo de administración de Pemex, la mayor empresa del país acordó, junto con el gobierno, una reducción de la carga fiscal que enfrenta, con la intención de tener mayores recursos para desarrollar campos petroleros terrestres y en aguas someras en los próximos años.

     “Son tres los problemas estructurales que enfrenta la empresa, la elevada carga impositiva, su deuda y la baja inversión”, dijo Octavio Romero Oropeza, el director general de la petrolera estatal, en la conferencia de prensa matutina que encabeza el presidente López Obrador y en la que presentó los lineamientos básicos del plan de negocios. “Esto atrapó a Pemex en un círculo vicioso”.

     “La intención de este plan de negocios es que Pemex tenga recursos para invertir, que le permitan a partir del próximo año incrementar sus niveles de producción en toda la cadena de valor generando los recursos para mejorar su balance financiero”, agregó.

     Ahora, el gobierno lopezobradorista estima invertir 1.95 billones de pesos entre 2020 y 2024, o alrededor de 102.3 mil millones de dólares, para desarrollar proyectos principalmente alojados en aguas someras o en campos terrestres del país.

     Esa inversión se compone, al menos en una primera fase, de cuatro factores distintos: los ingresos propios de la compañía, más una reducción de la carga fiscal que debe pagar Pemex, más una aportación del gobierno y una cantidad aportada por los Contrato de Servicios Integrales de Exploración y Extracción (CSIEES), que se firmaron con empresas del sector privado.

     México determinó, por ejemplo, reducir la tasa del Derecho de Utilidad Compartida (DUC) que paga la compañía al Estado, desde un nivel de 65% que debe pagar este año hasta uno de 58% en 2020, con lo que Pemex podría reorientar cerca de 45 mil millones de pesos a inversión cada año.

     “Se está estimando algo así como 58 mil millones de pesos” menos que el gobierno cobrará a Pemex por su producción del año entrante, dijo Romero Oropeza, en conferencia, a pesar de que la presentación de la compañía dice una cifra distinta.

     Para el año siguiente, el plan contempla bajar la tasa de DUC a 54% o el equivalente a 83 mil millones de pesos que el gobierno dejará de cobrar para que Pemex rehabilite sus capacidades operativas, de acuerdo con los cálculos que ofreció la empresa en una presentación.

     A los recursos adicionales que obtendrá Pemex por una menor carga fiscal deben sumarse también los 141 mil millones de pesos que el gobierno planea inyectar a la empresa (siete mil 400 millones de dólares), mismos que servirán para financiar la construcción de la refinería Dos Bocas, en Tabasco, durante los próximos tres años.

     De acuerdo con el plan presentado hoy, estos recursos permitirán que la compañía eleve su producción de crudo desde los cerca de 1.7 millones de barriles diarios que planea extraer al cierre de 2019 hasta 2.7 millones de barriles al cierre del gobierno de López Obrador, en el año 2024.

     “Asimismo se contempla que la inversión pública se complemente con inversión privada a través de contratos de servicios de largo plazo para la producción de petróleo”, agregó el director de Pemex, desde Palacio Nacional.

     Al anunciar estas acciones, el presidente López Obrador refrendó las críticas que ya lanzó en el pasado contra la reforma energética propuesta por el gobierno de su antecesor, Enrique Peña Nieto, misma que terminó con el monopolio estatal de ocho décadas en materia de hidrocarburos.

     Para el presidente, esa reforma no rindió los frutos prometidos y, por el contrario, provocó un deterioro de Pemex, con la intención de favorecer empresas del sector privado.

     “Ustedes ya tienen los antecedentes de cómo resultó un fracaso la llamada reforma energética, cómo mintieron, engañaron, diciendo que con esa reforma iba a llegar mucha inversión extranjera”, dijo el presidente López Obrador, en el encuentro matutino con medios de comunicación. “Iba también a haber mucha inversión nacional privada y que se iba a aumentar la producción de petróleo hasta lograr tres millones de barriles diarios. Lo cierto es que eso no se dio, al contrario, se cayó por completo la producción de petróleo, se cayó también la producción de gasolinas”.

     El gobierno de López Obrador dijo que mejorará su mecanismo de recaudación y continuará con el programa de ahorros en la administración para evitar un deterioro de las finanzas públicas del país.

     La intención de aligerar la carga fiscal a Pemex los primeros tres años, es que, tras recuperar su producción, la empresa pueda generar ingresos adicionales para el Estado en forma de impuestos sobre su producción.

     De acuerdo con el plan de negocios, a partir de 2021 la recaudación del gobierno por impuestos directos de Pemex empezará a aumentar, con un pago de impuestos equivalente a 517 mil millones de pesos, alcanzando una recaudación de 718 mil millones para finales de la administración de López Obrador y una estimación de 782 mil millones en 2030.

     Para que eso ocurra, México estima que será necesario invertir hasta 3.97 billones de pesos de aquí a 2030, o el equivalente a cerca de 208.2 millones de dólares.

     La publicación del plan de negocios de la empresa era una noticia muy anticipada por analistas y agentes financieros, que están a la espera de saber si las acciones tomadas por el gobierno de López Obrador son suficientes para alejar los temores de un nuevo recorte de la calificación crediticia de la empresa.   

     “La larga espera no se tradujo en nuevas acciones o ideas”, escribió el equipo de análisis del banco Citigroup, en un reporte. “Creemos que los montos son decepcionantes, la estrategia no resuelve los principales problemas estructurales de la compañía y el gobierno confirma que no entendió la naturaleza ni la importancia de la fragilidad de Pemex”.

     Hace un par de semanas la agencia Fitch Ratings recortó la nota crediticia de Pemex y la puso en un nivel conocido como grado especulativo, mientras que Moody’s Investors Service cambió la perspectiva de su calificación a negativa, lo que augura un posible recorte.

      Si Moody’s o Standard and Poor’s --la otra agencia calificadora con fuerte influencia en el mercado a nivel global-- ponen la calificacion crediticia de Pemex en grado especulativo, entonces muy probablemente se desate una ola de ventas de los bonos de la compañía, que acabará aumentando el costo financiero de la deuda de Pemex ya que muchos fondos de inversión tiene restricciones a invertir en activos sin calidad crediticia de grado de inversión.

     “Desde nuestro punto de vista, la probabilidad de un recorte a basura por parte de Moody’s se ha elevado”, agregaron los economistas de la matriz estadounidense propietaria en México de Citibanamex.

     En la votación del plan de negocios de Pemex no estuvo presente Arturo Herrera, quien será ratificado hoy como secretario de Hacienda y Crédito Público, pero aparentemente dio su aval a los planes de la dirección de la compañía.

 

 


Fecha de publicación: 16/07/2019

Etiquetas: México Pemex Plan de negocios AMLO